Diferencias entre cebolla, cebolleta, cebollino y chalota

Diferentes variedades de cebolla
Se parecen mucho y proceden de la misma familia, pero no son lo mismo. Analizamos las diferencias entre la cebolla, la cebolleta, el cebollino y la chalota, cuatro hortalizas esenciales en gastronomía.
Por Gemma Bargues
23 de marzo de 2022

¿Cebolla o cebolleta? ¿O quizás es cebollino? ¿Y qué hay de la chalota? Aunque estos cuatro ingredientes puedan guardar muchas similitudes y sean parte imprescindible de infinidad de recetas, lo cierto es que entre ellos existen claras diferencias, no solo en su nombre, tamaño y forma, sino también en su sabor, su aroma y sus usos en la cocina. Analizamos en detalle las características de cada una de estas hortalizas para que sepas diferenciarlas con facilidad y les saques el máximo juego.

Qué es la cebolla

La cebolla es una hortaliza originaria de Asia y perteneciente a la especie Allium cepa, cuyo cultivo se extiende hoy por todo el mundo. A diferencia de la cebolleta y el cebollino, la cebolla se caracteriza por formar bulbos, generalmente de forma redonda, textura carnosa y dispuesta en capas en su interior.

¿Sabías que existen más de 400 tipos de cebolla diferentes? Una de las más intensas de sabor es la amarilla, mientras que la más picante y ácida es la roja. Menos intensas son la morada, que destaca por su dulzor, y la blanca, la más común de todas debido a su sabor más suave y neutro. Por fuera, la cebolla común se recubre de una piel fina, quebradiza y de color marrón, rojo, morado o amarillo dependiendo de la variedad de la que se trate.

Bulbos y hojas de cebolla blanca

El bulbo (cuyo diámetro suele medir entre 3 y 10 centímetros) y el tallo son las dos partes que se aprovechan a la hora de integrarla en cualquiera de las recetas con cebolla existentes. Eso sí, es importante saber qué variedad de cebolla es la más adecuada para según qué platos y también la forma en la que vamos a cocinarla o consumirla.

Y es que la vida de esta hortaliza es casi infinita, pudiéndose consumir dese cruda en una ensalada hasta pochada a fuego lento para hacer un guiso o una salsa, horneada junto con otros vegetales o como guarnición de carnes o pescados, molida o en seco como condimento, frita o rebozada, integrada en cremas o sopas, como ingrediente de una pizza, etc.

Sea como sea, la cebolla no es solo un ingrediente que gusta por su sabor, sino también por sus propiedades y beneficios para la salud. Se dice de ella que tiene un potente efecto diurético, por lo que es una gran aliada para prevenir la retención de líquidos y en dietas de adelgazamiento. También es muy utilizada en medicina tradicional por su efecto antibiótico, mucolítico y expectorante, por lo que ayuda a aliviar los síntomas del resfriado y problemas respiratorios.

Qué es la cebolleta

Turno ahora para hablar de la cebolleta, muy similar a la cebolla, pero con algunas diferencias fácilmente identificables. El nombre científico de esta variedad es Allium fistulosum y, a diferencia de la anterior, esta no forma bulbos y presenta unas hojas alargadas, finas y de un color verde intenso que crecen desde una base blanca.

Por estas características, podríamos decir que la cebolleta se asemeja más a los calçots propios de la gastronomía catalana o al puerro. Sin embargo, su sabor recuerda más al de la cebolla común, aunque es más suave y dulce. A la hora de hacer recetas con cebolleta es interesante saber que de ella se aprovecha todo, desde ese pequeño “bulbo” blanco hasta las hojas verdes, las cuales pueden consumirse tanto en crudo como cocinadas.

Cebolletas

Si el tallo de la cebolleta se toma fresco, resulta delicioso si se pica y se añade como aderezo a una ensalada, un plato de arroz caldoso o a una sopa miso. También se puede saltear en una sartén para añadir a cualquier plato de carne o pescado, asar al horno o como parte de otros platos como frituras, guisos, etc.

En cuanto a su valor nutricional, la cebolleta aporta importantes propiedades antioxidantes, además de ser muy rica en vitamina C y K, en betacarotenos y otros minerales. A diferencia de la cebolla, de esta no se conoce tanto sus usos medicinales, por lo que todos los beneficios que podemos obtener de ella (además de la frescura que aporta) es a través de su consumo como ingrediente culinario.

Qué es el cebollino

Hablamos ahora del cebollino, un vegetal muy utilizado también en gastronomía y perteneciente a la familia de la cebolla, el ajo y el puerro. Se trata de la variedad Allium schoenoprasum y se trata de una planta bulbosa y resistente de la que nacen unos tallos verdes, largos, muy finos y huecos que pueden alcanzar entre 20 y 30 centímetros de altura. En cuanto a su cultivo, es una planta más resistente que las anteriores, por lo que tolera mejor las sequías. Llaman la atención sus hojas tupidas, planas y redondeadas que en verano dan flores muy vistosas y rosadas en forma de paraguas.

A diferencia de la cebolla y la cebolleta, esta variedad tiene un sabor más suave y delicado. En las recetas con cebollino se utilizan los tallos picados muy finos y en crudo para aromatizar ensaladas, sopas, guisos, salsas, cremas tanto frías como calientes, etc. También es muy común utilizarlos molidos, es decir, como especia. La variedad china del cebollino se utiliza mucho como parte de las hortalizas que se cocinan al wok, pero es importante saber que su aroma se pierde rápidamente, por lo que una vez cortado debe consumirse lo antes posible.

Cebollino picado

En cuanto a sus propiedades, el cebollino se parece mucho a la cebolla. Y es que no sólo es un excelente aderezo, sino que además es una poderosa medicina natural. Además de ser muy baja en calorías, esta planta aporta muchos nutrientes esenciales como vitaminas (C, A y K), fibras, minerales (potasio, calcio y fósforo) y antioxidantes. Y volviendo al poder diurético de la cebolla, también el cebollino juega aquí un gran papel, pues contiene sus sustancias que ayudan a disminuir la presión arterial, mejorando la circulación sanguínea.

Qué es la chalota

Por último, hablamos de la chalota (Allium ascalonicum), la variedad de las aliáceas que más similitudes guarda con la primera de nuestra lista, la cebolla, y también con el ajo. La primera diferencia la encontramos en que mientras la cebolla suele formar un único bulbo por planta, en el caso de la chalota -también llamada echalote, chalote o escaloña-, puede llegar a producir entre tres y seis.

En cuanto a su forma, el bulbo de la chalota es más alargado que el de la cebolla y su tamaño más pequeño. También se diferencia fácilmente por el color; por fuera, la piel de la chalota es más rojiza si la comparamos con la cebolla común, (recordemos que dentro de esta existen la morada y la roja, que no son chalotas) mientras que su interior presenta un color violeta claro muy característico.

Unas cuantas chalotas recolectadas de forma reciente

El sabor es otra de las claves que nos van ayudar a identificar la chalota. Es más picante, es muy aromática y ligeramente dulce, lo que la hace deliciosa tanto para comer en crudo en una ensalada, como para integrar en guisos, sopas y platos de carne y pescado para darles un toque diferente, hay muchas recetas con chalota a nuestro alcance. También queda deliciosa si la asamos al horno junto con otras verduras o con patatas, incluso caramelizada con vinagre de Módena y acompañada de diferentes quesos para presentar un aperitivo diferente y delicioso.

En cuanto a sus propiedades, la chalota destaca por ser uno de los mejores alimentos para prevenir enfermedades cardiovasculares, la diabetes y otras patologías relacionadas con el sistema digestivo. Es muy diurética, como la cebolla, y una gran aliada contra resfriados y virus gracias a sus propiedades antihistamínicas, antiinflamatorias y antioxidantes.

Hay quienes la aman y también quienes la odian. Pero, sin duda, la primera es la más famosa. Es el ingrediente base de infinidad de recetas, la reina de cualquier sofrito y la culpable de uno de los debates culinarios más polémicos de la gastronomía española: la tortilla de patatas, ¿con o sin cebolla? Sin embargo, no menos importantes son la cebolleta y el cebollino, dos vegetales también muy extendidos y empleados en las cocinas de todo el mundo, y con interesantes beneficios para la salud.