La raw food es una mezcla de dieta y estilo de vida en la que se consumen alimentos crudos o cocinados sin la acción del fuego y que apuesta por productos vivos: frutas, verduras, semillas, germinados, algas, aceite de primera prensa, así como algunas especias. Raw food se traduciría del inglés literalmente como ‘comida cruda’ aunque también ha llegado a definirse como ‘comida viva’.
La idea tras el raw food reside en que la alimentación sana tiene que alejarse de la comida procesada, ya que cuanto más se manipula y cambia a los productos naturales, estos pierden nutrientes y vitalidad. Así pues, lo mejor, según los seguidores de este estilo de vida, es consumir los alimentos tal cual los ofrece la naturaleza, a los que nuestro cuerpo está genéticamente adaptado.
Para ser exactos, no se rechaza toda cocina. Se permite cocinar los alimentos siempre y cuando no se superen los 45 grados, temperatura a la que se empiezan a degradar las enzimas, y a consecuencia de esto pierden las vitaminas y los nutrientes, algo que hay que evitar a toda costa si queremos mantener una buena dieta.
Así pues, estaríamos hablando de un tipo de dieta que se acerca a la vegetariana, pero dando un paso más y consumiendo muchos alimentos que se cocinan a muy baja temperatura o directamente crudos. Esto produce, siempre según sus defensores, que el cuerpo reduzca los efectos del envejecimiento, aproveche mejor los nutrientes y mejore la flora bacteriana.
Eso no es todo, ya que es buena para tener digestiones más ligeras y adecuadas y posee propiedades desintoxicantes y depurativas. En cuanto a la parte más filosófica, hay que comentar que consumiendo este tipo de alimentos se reduce el uso de pesticidas y herbicidas. Si se compra a explotaciones locales y ecológicas también se puede reducir la huella de carbono, además de mejorar la situación de los agricultores locales.