Los licores de crema, una explosión de sabor

Un vaso de licor de crema visto desde arriba
Fotografía de PROkismihok editada con licencia CC BY-SA 2.0
¿Cuál es la historia de los licores de crema? ¿Qué son exactamente? ¿Cómo los podemos tomar? Abordamos el devenir de esta bebida y te damos las claves para disfrutarla de varias maneras.
Por Toni Castillo
30 de agosto de 2016

Cuando hablamos de licores, hablamos de bebidas alcohólicas destiladas y dulces con sabor a diferentes frutas, hierbas, especias… siendo todas ellas sustancialmente idénticas entre sí. Sin embargo, entre todos los licores que existen, en cuanto a composición y características existe una excepción que se distingue del resto: son los licores de crema.

Siendo igualmente bebidas alcohólicas dulces, como los demás licores, este tipo en particular añade a sus ingredientes la crema de leche, siendo este el que concentra todo el protagonismo del preparado. Le proporciona un color beige muy característico, espesa sensiblemente la mezcla y la dota de un sabor incluso más agradable y dulce que el del resto de brebajes similares. De hecho, es especialmente popular gracias a esta particularidad.

Los orígenes de los licores de crema

Si ahondamos en los orígenes de los licores de crema, en la historia de su existencia, nos encontraremos básicamente con dos teorías predominantes. Una primera se retrotrae varios siglos atrás hasta viajar a una primitiva Escocia, una tierra en la que el whisky tan común se mezclaba con crema de leche y otra serie de ingredientes con un fin claro: rebajar el grado de alcohol y camuflar bajo el dulzor su fuerte sabor.

Varias marcas de licoresFotografía de Aurelian Sandulescu (: editada con licencia CC BY 2.0

La otra es más contemporánea y nos lleva no demasiado lejos de Escocia, a Irlanda, donde la compañía Baileys habría encontrado la forma de combinar eficazmente crema y alcohol, básicamente whisky irlandés, para su comercialización. Esto sucedió alrededor de la pasada década de los setenta.

La fórmula que siguen los irlandeses, y la que se ha asentado de forma general en el sector, comienza con una disolución en agua a alta temperatura de caseinato de sodio, una sustancia conseguida a partir de la precipitación de las caseínas de la leche. A continuación, a esta sustancia emulsionante se añade una disolución de azúcar y crema, se remueve todo consiguiendo una mezcla homogénea y al resultado se le añade el alcohol neutro o el whisky irlandés, en el caso de Baileys. El toque final viene dado, según la receta de cada productor, por colorantes y saborizantes naturales.

Cómo tomar los licores de crema

Licor de crema en una copa de cóctelFotografía de Ivana Sokolovic editada con licencia CC BY 2.0

Para beber licor de crema, lo mejor es usar hielos y no añadirle nada más. Como un whisky on the rocks, empleamos un vaso bajo y ancho, dejamos caer unos cuantos cubitos hechos con agua de buena calidad, enfriamos el recipiente, eliminamos el agua que haya podido producirse por condensación y vertemos la bebida. Listo.

Pero si somos de los que nos gusta combinar, siempre podemos optar por emplear el licor de crema en diferentes cócteles. Si le añadimos licor de café mexicano Kahlúa y triple sec en un vaso tipo shot, obtenemos el cóctel B52. Si la juntamos con una cerveza stout irlandesa, como por ejemplo una Guinness, y whisky irlandés obtendríamos un Irish Car Bomb. Y si queremos toques más sencillos, añadiéndole simplemente un toque de café, de crema de avellana, caramelo o chocolate negro con menta, por ejemplo, obtendremos un cariz ligeramente diferente en su sabor.

Por posibilidades no será.