Cómo cortar una tarta en porciones perfectas

Una tarta cortada en una porción perfecta
Marina Corma
Con nuestra guía paso a paso y unos sencillos trucos, aprenderás a cortar un pastel como un auténtico estilista gastronómico: en trozos exactamente iguales y bonitos para cada uno de tus invitados.
Por Marina Blanco
11 de marzo de 2024

Cualquier ocasión especial que requiera de alguna de las impresionantes recetas de tartas y pasteles con una presentación impecable en la mesa requerirá del mismo modo porciones perfectamente simétricas para nuestros invitados. Tras haber pasado horas en la cocina pesando ingredientes, horneando y preparando la tarta, sería una pena que al cortarla los pedazos quedasen desiguales o peor aún, desmoronados al cortarlos de mala manera. Afortunadamente, conseguir porciones perfectas dignas de fotografía es bastante sencillo, y veremos que con unos cuantos consejos de fácil aplicación nuestras porciones de tarta saldrán tan bonitas que nuestros invitados quedarán sin palabras.

Para ello profundizaremos en el arte de cortar una tarta. Repasaremos unos sencillos consejos que harán que tus tartas parezcan hechas por pasteleros expertos, veremos que con un mínimo esfuerzo y de la manera más simple, podremos dividir la tarta en porciones exactamente iguales y con un corte magistral. Además con nuestra guía paso a paso garantizamos que cada pedazo quedará perfecto. Al final, incluimos un pequeño apartado que nos ayudará a disimular un posible fallo a la hora de cortar todas las porciones.

Carrot cake o tarta de zanahoriaMarina Corma

Consejos previos para cortar porciones de tarta perfectas

Antes de meternos en faena y querer cortar la tarta directamente, debemos prestar atención a algunos pequeños detalles que quizás hasta ahora habíamos pasado por alto y que condicionarán el corte perfecto de cada una de las porciones de nuestro pastel.

La temperatura de la tarta

Preferiblemente nos gustan las tartas a temperatura ambiente, pero si las compramos hechas, por norma general suelen venir refrigeradas o incluso congeladas. Si es el caso y la tarta está totalmente congelada, lo ideal es dejarla en la nevera y que se vaya descongelando poco a poco; en caso de que venga refrigerada, la temperatura será ideal para que los cortes queden totalmente uniformes.

En caso de que hayamos preparado la tarta en casa, lo mejor será darle un enfriamiento rápido en la nevera unos minutos antes de cortarla. La razón es sencilla: el pastel no quedará frío, pero este sencillo truco nos ayudará a que la cobertura del pastel se solidifique un poco y que así al cortar las porciones salgan perfectas. Será suficiente con introducir la tarta en la nevera 15 minutos antes de que vayamos a cortarla. En caso de tartas con consistencia cremosa tales como la tarta de queso, o la tarta 3 chocolates, lo ideal es dejar reposar el pastel en la nevera hasta que se haya enfriado completamente. Es decir, habrá que dejarlo en reposo al menos 4 horas antes de cortarlo.

El tipo de cuchillo

Otro aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de cortar una tarta en porciones perfectas es el tipo de cuchillo que necesitamos. No es lo mismo cortar una tarta de zanahorias, cuya base son capas de bizcocho con el tradicional frosting, que una tarta de queso cremosa.

En el caso de tartas cuya base sea el bizcocho, lo mejor será optar por cuchillos largos de sierra que permitan un corte más uniforme. Del mismo modo, cortaremos utilizando la sierra, es decir presionando suavemente el cuchillo hacia abajo mientras hacemos movimientos hacia delante y hacia detrás hasta cortar las porciones.

Para las tartas cremosas como la de queso, utilizaremos un cuchillo tipo cebollero de hoja ancha y estable que permita un corte homogéneo. En este caso, el corte será de una sola vez presionando el cuchillo hacia abajo.

El truco infalible: humedecer el cuchillo en agua caliente

Algo imprescindible que marcará la diferencia en nuestras porciones de tarta, es humedecer el cuchillo (preferiblemente uno de hoja larga) con agua caliente antes de hacer cada corte. Además, una vez húmedo y sin restos de pastel, debemos pasarlo por un paño limpio para secarlo y dejarlo como nuevo antes de realizar el siguiente corte. Para no tener que estar abriendo y cerrando el grifo continuamente, podemos llenar la base de una fuente alargada con agua caliente y sumergir el cuchillo varias veces antes de tener que cambiarla.

Ración del New York CheesecakeMarina Corma

Guía paso a paso para cortar una tarta en porciones iguales

Ya sean redondas, cuadradas o rectangulares, con nuestra guía paso a paso, cortar una tarta será pan comido. Veremos que es tan sencillo que a partir de ahora pensaremos en esta sencilla guía cada vez que tengamos que repartir un pastel en porciones exactamente iguales.

Marcar antes de cortar

Antes de dar el corte con el cuchillo, si no lo tenemos demasiado claro, una buena idea es marcar las zonas de corte. Para ello, en el caso de tartas redondas, haremos una primera división en 4 partes iguales marcando suavemente con la hoja del cuchillo sin llegar a hacer el corte. Si queremos ser aún más precisos, podemos hacerlo con hilo de cocina.

Si la tarta es cuadrada, haremos el mismo paso, dividiendo el cuadrado en 4 partes iguales partiendo de una línea vertical, y otra horizontal. En caso de que el pastel sea rectangular, será suficiente con marcar una línea vertical que lo divida en dos pedazos del mismo tamaño.

La primera división del pastel

Una vez marcada la primera división, mojaremos el cuchillo con agua caliente, secaremos y procederemos a hacer dos cortes simétricos: uno en vertical que divida el pastel en dos mitades iguales, y otro horizontal que nos proporcione 4 divisiones del mismo tamaño. Es imprescindible repetir la acción de mojar y secar el cuchillo cada vez que vayamos a hacer un nuevo corte. Esto es fundamental, ya que así evitaremos que con cada corte del pastel, queden adheridas al cuchillo las migas y el glaseado y se traspasen a la siguiente porción.

Si la tarta es cuadrada, nuestra primera línea vertical dividirá la tarta en dos rectángulos simétricos que a su vez, dividiremos en otros 4 con otra línea vertical. Si tenemos una tarta rectangular, la manera de hacer esta primera división consistirá únicamente en hacer ese primer corte en vertical que divida el rectángulo en dos.

Terminar de porcionar el pastel

Hechos los primeros cortes, procederemos a repetir la misma acción de las líneas, pero esta vez dividiremos esas 4 grandes porciones en otras 6 del mismo tamaño. Si cada porción ya tiene el tamaño que consideres adecuado según el número de comensales y el tamaño de la tarta, ya tendremos el pastel perfectamente porcionado. De lo contrario, todo lo que tendremos que hacer será repetir la acción una vez más, consiguiendo trozos más pequeños.

Con nuestra tarta cuadrada ya dividida en 4 grandes porciones, volveremos a trazar otras dos líneas verticales dejando el mismo espacio entre ellas, y si queremos porciones más pequeñas, trazaremos del mismo modo otras dos líneas horizontales. Si seguimos con el corte de nuestra tarta rectangular, lo que haremos será hacer otros dos cortes verticales, que dividan el pastel en 4 rectángulos del mismo tamaño. En caso de querer porciones más pequeñas, podemos hacer un único corte horizontal que divida el pastel en dos.

Servir la tarta

Una vez cortada toda la tarta en porciones iguales, retira las porciones cuidadosamente con ayuda de una espátula de tamaño adecuado para cada una de ellas. La mejor manera de hacerlo es pegar la espátula a la base y colocarla justo debajo de cada porción, de manera que puedas deslizar fácilmente cada una de ellas hacia atrás para servirla en un plato individual. Del mismo modo retiraremos los pedazos de un pastel cuadrado o rectangular, teniendo en cuenta únicamente el tamaño de la espátula.

Ración de tarta óperaMarina Corma

Cómo arreglar un corte mal hecho

En caso de que nos hayamos equivocado haciendo alguno de los cortes o que nos hayamos olvidado de enjuagar el cuchillo y hayamos arrastrado las migas y el glaseado, no hay de qué preocuparse, así es como lo arreglamos. Debemos enjuagar nuevamente el cuchillo, y pasarlo suavemente por los bordes que nos hayan quedado con exceso de glaseado. Si vemos que no es suficiente, sólo tendremos que ser un poco más originales a la hora de servir el pastel y acompañar esas porciones con un poco de nata montada, una bola de helado y unos cuantos frutos rojos variados.