Qué es la Guía Repsol, cuál es su historia y la de sus Soles

Portada de diferentes Guías del Viajero, Guía Campsa o Repsol
Guía Repsol
La Guía Repsol, anteriormente conocida como Guía Campsa o Guía del Viajero, cumple 44 años convertida en referente gastronómico para gourmets gracias a sus soles. Te lo contamos todo sobre su origen e historia.
Por Héctor Hernández
27 de febrero de 2023

La Guía Repsol es una de las guías turísticas más conocidas en España y una ayuda para los amantes del mundo de la gastronomía por recoger una selección de los que, a su juicio, son los mejores restaurantes de España. Sin embargo, no siempre se llamó así ni funciono de la misma manera, ya que desde su creación cambiado y mucho. Te invitamos a descubrir cuál es el origen de la Guía Repsol y de los soles Repsol.

Historia de la Guía Repsol

La actual Guia Repsol nació en el año 1979 con el nombre de Guía del viajero, una guía turística editada por la compañía Campsa con mapas de carreteras, rutas, estaciones de servicio, hoteles y restaurantes de la península, sur de Francia y Andorra. La guía, de la cual se editaron inicialmente 50000 unidades, valoraba con una escala de soles la calidad de los restaurantes, tarea de la que se encargaba la Cofradía de la Buena Mesa de Madrid. Nacía así la Guía Campsa, aunque ese no fuese su nombre oficial.

Su publicación viene a consolidar, de una forma u otra, el nacimiento de las guías gastronómicas de España hechas por españoles, coincidiendo en el tiempo con la aparición de otra guía relevante en la historia de la información gastronómica nacional, la guía Gourmetour.

Campsa fue una empresa petrolera española fundada en 1927. Su nombre es una abreviatura de "Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos S.A." y hasta la década de 1990 tuvo el monopolio de la distribución y venta de petróleo y gasolina en España. Crear esta guía de viajes era una excelente herramienta de marketing y publicidad (evidentemente a semejanza de la Guía Michelin, cuya primer edición en España se publicó en el año 1910) que casaba con su estrategia de negocio y una excelente forma de promover una imagen más moderna y actualizada de la compañía, en una sociedad donde el turismo era ya una industria consolidada y la democracia una incipiente realidad. La guía se distribuía en las estaciones de servicio de toda España y no tardó en convertirse en una herramienta útil para quienes buscaban información en sus viajes.

La Cofradía de la Buena Mesa de Madrid es una institución creada en el año 1972 por un grupo de reconocidos gastrónomos, aunque se atribuye su fundación a Francisco Moreno Herrera, el Conde de los Andes, primer presidente de la cofradía hasta su fallecimiento en 1977 y una de las figuras más importantes del periodismo gastronómico de la segunda mitad del siglo XX en España o Rafael Ansón, quien fuera primer secretario. En 1973 publicarían la primera guía gastronómica de la ciudad de Madrid y una de las primeras guías gastronómicas de España, Madrid Gastronómico, que ya empleaba la clasificación uno a tres soles para valorar la calidad de los restaurantes, apuntando la influencia de otro ilustre miembro de la cofradía, Gonzalo Sol, autor a partir de 1974 de las Guías Gastronómicas Sol. La Cofradía creó también en 1974 los Premios Nacionales de Gastronomía con el beneplácito del entonces Ministerio de Información y Turismo, en los que a partir de 1980 participaría también la Academia de Gastronomía.

Fotografía de El Conde de los Andes fundador de la Cofradía de la Buena Mesa

La Cofradía de la Buena Mesa siguió publicando durante los siguientes años su guía bajo la tutela de Víctor de la Serna, presidente entre 1977 y 1980; Gregorio Marañón Moya o Marqués de Marañón, que ostentó el cargo hasta 1991; o Ymelda Moreno de Arteaga, Marquesa de Poza, hija del Conde los Andes, presidenta hasta el año 2020 y persona clave en la expansión de la guía antes de dar el relevo a Ramón Pérez-Maura. En la actualidad, de Arteaga es Presidenta de Honor y la cofradía se compone por algo más de 70 miembros entre cofrades de número, eméritos y miembros de honor: nadie según establecen los estatutos relacionado con el mundo de la gastronomía profesionalmente, lo que sostienen como una muestra de rigor e imparcialidad que no se da en otras guías.

La Vanguardia del 8 de abril de 1979 anunciaba que "acaba de aparecer, editada por la compañía CAMPSA, la Guía del viajero 1979, con los mapas de nuestras carreteras y de las estaciones de servicio y surtidores, unas sucintas informaciones turísticas y un amplio elenco —más de ochocientos establecimientos— de restaurantes seleccionados y clasificados por la Cofradía de la Buena Mesa, de Madrid".

El artículo escrito por el periodista gastronómico Luis Bettónica, continuaba con las primeras críticas: «Desde luego, no todos estarán de acuerdo —tampoco lo estamos nosotros— con esta selección y con estas clasificaciones. Pero el tema es opinable, y no cabe aquí entablar bizantinas polémicas. De cualquier forma se ha de tener en cuenta que la "Guía del Viajero" es una primera edición: en este sentido consideramos que la obra tiene una notable importancia porque viene a incrementar el escaso número de guías gastronómicas de España realizadas por españoles, y porque ofrece al lector, especialmente al automovilista, una lista muy completa de restaurantes. Hay que esperar, claro está, una mayor rigurosidad en las futuras ediciones pues, dado el primer paso, resultará más fácil a los redactores de la "Guía" afinar sus juicios y corregir algunos errores que, aun respetando las opiniones ajenas, nos parecen graves e indiscutibles».

La primera Guía del viajero de Campsa premiaba restaurantes con uno, dos, tres y cuatro soles, considerados los soles de la Cofradía de la Buena Mesa. En 1979 solamente tres restaurantes obtuvieron la máxima calificación, los cuatro soles: Arzak en San Sebastián y Jockey y Horcher en Madrid. En el siguiente escalón, el de los tres soles, aparecían 13 establecimientos con nombres tan conocidos todavía en la actualidad como Akelarre en Bilbao, Zalacaín en Madrid, El Molino en Santander o elBulli —entonces Hacienda El Bulli— en Roses, Girona. En la categoría de los dos soles se reunían 49 comedores, en la de uno 275 y con una letra "R" de color rojo, que indicaba «recomendación», aparecían el resto de los más de 800 restaurantes que la guía contenía en total.

El 5 de julio de 1979, la guía recibió el título de «libro de interés turístico» por parte de la Secretaría de Estado de Turismo del Gobierno de España, un reconocimiento oficial que conservó hasta hace pocos años, cuando la Guía Campsa todavía indicaba en su contraportada estar «declarada de interés turístico» por la Secretaría General de Turismo o por la Dirección General de Turismo, cuando esta sección institucional cambio su denominación.

En su segunda edición de 1980 introdujo la clasificación por tenedores de la entonces Secretaría de Estado para el Turismo, añadió de uno a cuatro puntos azules para señalar el interés turístico de determinados atractivos y una cama azul para resaltar hoteles, que contaban con las tradicionales estrellas oficiales.

Mapa de carreteras desplegado de la Guía Campsa o Guía RepsolGuía Repsol

De Guía del Viajero a Guía Campsa: sin soles y con Cela

Tras esa segunda edición de 1980, Campsa abandonó la publicación. En su lugar, fue el Banco Exterior de España el que sacó una guía con el mismo nombre y los mismos soles (aunque distinguía entre rojos y negros) y una agrupación en torno a municipios, regiones y comunidades autónomas de acuerdo a la nueva estructura territorial de la Constitución de 1978. La situación se repitió en 1982, por lo que Campsa decidió elaborar su propia publicación con el nombre "Guia del viajero Campsa" para diferenciarla y publicarla en 1983.

En lugar de soles pasó a entregar surtidores, tres como máximo, e introdujo el nuevo título de mejor restaurante del año, que distinguía al mejor establecimiento del año anterior y que recayó por primera vez sobre Zalacaín. En esta tercera edición, 20 restaurantes recibieron tres surtidores, 38 dos y 215 uno.

El asesoramiento de la Academia Española de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa, que se perdió en aquellos años (a partir de 1986, ambas instituciones se mantuvieron junto a la guía del viajero de la editorial Plaza y Jané) se retomó en 1989, año en el que la guía recibió el Premio Nacional de Turismo de Gastronomía Marques de Villena, los actuales Premios Nacionales de Gastronomía. Los restaurantes que aquel año 89 recibían la máxima calificación de la guía Campsa en España fueron Akelarre, Arzak, Goizeko Kabi y Jolastoki en País Vasco; El Amparo, Horcher, Jockey y Zalacaín en Madrid, y Hacienda El Bulli, Hispania, Hotel R. Boix, Neichel y Vía Veneto en Cataluña.

Para entonces, la Guia Campsa se había afianzado en el imaginario colectivo por ser indispensable compañía de la guantera del coche o por los diferentes campañas publicitarias puestas en marcha, como la realizada por el escritor y Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, protagonista de distintas vídeos en los que recorría España y respondía con hambre y sorna a las propuestas gastronómicas regionales que se le ofrecían.

- ¿Unas migas con un par de huevos don Camilo?

- A ver si es verdad.

En 1992, el gobierno español inicio el proceso de liberalización del mercado petrolero que irremediablemente afectaría a Campsa y a su posición dominante. La compañía inicio a partir de 1995 un proceso de fusión con la petrolera Repsol y su filial Petronor que daría lugar en 1997 a la creación de Repsol YPF, una de las principales empresas petroleras de España y una de las mayores de Europa. La marca Campsa quedó así integrada dentro del grupo y aunque continuó dando nombre tanto a la guía gastronómica como a distintos productos petrolíferos, lo haría ya para siempre bajo el paraguas de la nueva empresa.

A partir de 1999, los esfuerzos de la guía por diferenciarse en el mundo digital se incrementaron con el lanzamiento de varios proyectos reflejo de los tiempos y las nuevas tecnologías aparecidas. Se publicó la primera Guía Campsa acompañada por una versión en CD-ROM que no solo contenía una copia digital, sino que además brindaba algunas opciones adicionales para los usuarios como la posibilidad de calcular la ruta más corta entre dos puntos o la actualización contenidos mediante el acceso a Internet.

Primera versión intercativa en CD-ROM de la Guía CampsaGuía Repsol

Un año más tarde nacía la web Guiacampsa.com, que irá sufriendo distintas actualizaciones con el paso de los años como veremos. En ella era posible encontrar servicios adicionales como información sobre playas, estaciones de esquí o la previsión meteorológica. Incluso se añade un registro histórico de temperatura como respuesta a la creciente preocupación social y mediática por el aumento de las temperaturas.

En 2004 se renovaría de nuevo la web, en 2005 asistimos a la presentación de una newsletter semanal con información gastronómica, en 2006 se publicó un CD de navegación, y en 2007 se incluyó la Guía Campsa en uno de los GPS de la marca Tom Tom, una colaboración que incluía una edición especial de la guía: con la llegada del siglo XXI, la digitalización del prontuario sería imparable.

La Guía Campsa se transforma en Guía Repsol: vuelven los soles

2008 con la creación de las primeras aplicaciones móviles y particularmente 2009, son años importantes, pues es cuando Repsol decide cambiar el nombre de Guia Campsa por el de Guía Repsol en consonancia con el rebranding de sus diferentes activos y la nueva política de unificación de marcas iniciada ya en 2007, coincidiendo con el 30 aniversario de la guía.

La nueva guía, ofrecida en un formato de tres volúmenes que se mantendrá, con modificaciones, durante los siguientes años (Mapa de Carreteras y Restaurantes, Los mejores vinos españoles y Rutas con Denominación de Origen) se ponía a la venta con un coste de 22,90 euros, justo cuando se crean los primeros perfiles en redes sociales por entonces incipientes como Facebook, Twitter, Flickr o YouTube, todo acompañado con una lógica nueva renovación de la web donde se incluía más información y reportajes audiovisuales, lo que anticipaba de una forma u otra el futuro.

Con el lanzamiento en 2010 del blog Cuchara de Palo la nueva guía Repsol consolida esa nueva línea de trabajo ofreciendo contenidos relacionados de actualidad gastronómica, una línea en la que, como veremos, profundizará más adelante y que hilvana también con la aparición de la Guía de los mejores vinos y restaurantes para iPhone dos años después de que apareciera en Android. Son años de apps móviles con el lanzamiento también de la App Restaurantes para distintos sistemas operativos del momento como Nokia o Windows Phone y también de hitos históricos, pues la Guia Repsol recibió la Placa al Mérito Turístico por el Gobierno de España en 2011.

Si 2009 fue un año de profundos cambios no lo fue menos 2015. María Ritter asume la dirección de la guía procedente del departamento de comunicación de Repsol, donde desde el año 1999 y tras la integración de YPF era subdirectora de prensa nacional, responsable de relaciones con los medios y portavoz de la compañía. Su llegada supone acometer una profunda renovación de la estrategia de comunicación de la guía adaptándola a las nuevas tecnologías digitales en todos los canales: página web, aplicaciones móviles, redes sociales y por supuesto la edición en papel, formato que no desaparecería hasta el año 2018.

Rafael Ansón en un acto de la Guía Repsol 2015 con cocineros y otros personajesGuía Repsol

Ese mismo año se publica la nueva Guía de los Mejores Alimentos y Bebidas de España, una guía de productos no perecederos que pretendía impulsar una nueva forma de recorrer España reflejando la gran variedad del patrimonio gastronómico. Más de 1.700 productos agrupados en 8 familias —conservas de pescado y marisco, conservas vegetales, ibéricos y otros embutidos, quesos y lácteos, aceites, vinos, otras bebidas y, por último, otros alimentos— elegidos bajo la asesoría de la Asociación de Amigos de la Real Academia de Gastronomía y la Fundación Española de la Nutrición y con la ayuda de cocineros de prestigio, expertos en gastronomía, periodistas especializados o miembros de la Real Academia de Gastronomía de las diferentes comunidades autónomas que además se podían disfrutar en una propuesta de 68 rutas gastronómicas.

La Guía Repsol afianza así su condición de magazine gastronómico con artículos sobre experiencias elaborados por periodistas locales reconocidos, buscando una mayor autoridad y sobre todo un futuro más allá del sentenciado formato en papel, aunque los mapas nunca dejarán de ser la base de todo. Son años en los que se consta la reinvención de la guía también en cuanto a sus criterios de selección. En 2018 al asesoramiento de la Real Academia Española de gastronomía, sus diferentes academias autonómicas y la Cofradía de la Buena Mesa se sumaría un comité de expertos de distintos ámbitos y reconocidos por su extenso conocimiento de la gastronomía, y se comenzaría a trabajar en colaboración con el Basque Culinary Centre para depurar aún más el proceso de calificación. A partir de este momento, la Real Academia de Gastronomía, las academias autonómicas y la Cofradía de la Buena Mesa dejarán de tener la misma influencia en la selección de restaurantes de Repsol hasta el punto de la ruptura definitiva de la relación poco después. Y es que, como nos asegura Ramón Pérez-Maura, actual presidente de la Cofradía, "la actual Guía Repsol ya no es una guía gastronómica, sino turística. Es perfectamente legítimo que así sea, pero no es lo mismo".

Nuevo Sol Repsol diseñado por Lúis ÚrculoGuía Repsol

El 40 aniversario de la guía un año después serviría para dar un nuevo impulso a la guía empezando por ejemplo con el nuevo diseño de sol Repsol a cargo del artista Luis Úrculo, una esfera imperfecta elaborada a mano que busca representar el sol en sus diferentes momentos del día y que sirve hoy en día para premiar a todos los cocineros. Es además el momento en que Repsol comienza a apostar por la celebración de galas de entrega de soles que sirven como reunión de los profesionales del sector. Las dos primeras ediciones San Sebastián, la segunda días antes de que explotara la crisis sanitaria que impidió su celebración física (que no virtual) durante los siguientes años. Esas galas sirvieron por ejemplo en 2021 para presentar los nuevos soles sostenibles que premian el compromiso medioambiental de los restaurantes que las obtienen.

En 2023, Repsol tiene previsto celebrar el evento el día 27 de febrero en la ciudad de Alicante. Será la 44 edición de una guía que no ha parado en ningún momento de cambiar y tratar de adaptarse a sus lectores más allá de críticos y detractores, como ocurre con todas las guías gastronómicas donde resulta imposible huir de la subjetividad.