Cèlia Izquierdo: cocina de proximidad y productos del 'terroir'

Fotografía de Cèlia Izquierdo
Las artes, las plantas y los animales son sus pasiones, pero la gastronomía no le es ajena, sus gustos tradicionales, locales y caseros la definen. Este es el lado más foodie de Cèlia Izquierdo.
Por Toni Castillo
20 de abril de 2015

Con sangre aragonesa y extremeña corriendo por sus venas, la catalana Cèlia Izquierdo ha tenido desde temprana edad en el dibujo, la pintura, la escultura, la literatura y el arte en general parte de su vida. Pero la artista de la familia que parecía destinada a terminar en Bellas Artes se decantó por su amor a las plantas y los animales y estudió Biología. La carrera le trajo alegrías, como conocer a su pareja, y alguna que otra decepción, pero la llevó por la senda que terminó en lo que hoy es un sueño cumplido: llevar a primera línea su vena artística. Ella y su marido unieron sus dos pasiones, el arte y los muebles, y crearon Antic & Chic, un proyecto convertido en taller y tienda online en el que a través de muebles llenos de alma el arte transmite sentimientos y emociones.

Es el arte de mezclar ingredientes y crear un plato maravilloso que emocione y que estimule, sin olvidar ninguno de los cinco sentidos

Pero Cèlia tiene también espíritu foodie, amor por la comida, predilección por la cocina de casa y proximidad, por los productos de la tierra. Su despensa está repleta de legumbres, fruta, vegetales, muchas especias y productos caseros, su nevera es una colección de verduras, pescado fresco y quesos, y su paladar se escapa, siempre que puede a Lisboa, un paraíso gastronómico según nos cuenta. Si la queremos sorprender, llevémosla a comer medusa picante del barcelonés Dos Palillos, si la vamos a invitar, no preparemos postre, que lo traerá ella junto a un poco de ratafía casera, y si queremos tomar algo no le pidamos cerveza, lo suyo es el vino tinto.

¿Qué ingrediente te define?

Los llamados frutos del bosque por intensos y salvajes.

¿Qué podemos encontrar en tu despensa?

Legumbres, tomates, mucha fruta, infinidad de especias, algas deshidratadas, mermeladas y dulce de membrillo caseros, conservas de olivas caseras, miel del Pirineo, vinos y Ratafia -un licor típico que elaboramos nosotros también-. ¡Ah! Y pienso para los perros.

¿Y en la nevera?

Mucha verdura, huevos, pescado fresco, pavo, leche de avena, vino blanco, queso, mantequilla, dátiles frescos, y yogures de todos los sabores.

¿Cuál es tu playlist para una comida con amigos?

Me encanta el jazz, aunque me gusta seleccionar una playlist especial según los amigos que vengan. Un disco de Erik Truffaz sería una apuesta segura.

¿Y la canción para el fin de fiesta?

Algo divertido y un poco decadente, como "Aquellos ojos verdes" cantada por Nat King Cole, ¡ese acento es lo más!

¿Qué distingue a un buen anfitrión?

Que haga sentir a los invitados como en casa, incluso mejor, y que se note que disfruta de su compañía. Imprescindible que se le vea relajado y a la vez que lo tenga todo controlado.

¿Qué significa para ti la cocina?

Es el arte de mezclar ingredientes y crear un plato maravilloso que emocione y que estimule, sin olvidar ninguno de los cinco sentidos.

¿Un placer (in) confesable?

Mezclar Martini con un buen cava. ¡Puro vicio!

¿Una ciudad gastronómica?

Lisboa. Nos dejó tan buen sabor de boca la primera vez, que hemos repetido y nunca nos decepciona.

¿Un rincón gastro para desconectar?

Les Magnòlies, en Arbúcies. Un estrella Michelin elegante, estimulante y lejos de todo.

¿Un aroma?

El del pan recién horneado. Deberían patentarlo como Eau de hogar.

¿Un capricho reciente?

Una taza de chocolate caliente en L'Antiga, en el casco antiguo de Girona, después de quedarme helada haciendo recados. ¡Me supo a gloria!

¿Una locura gastronómica?

La medusa picante del Dos Palillos, en Barcelona.

¿Una bebida?

Un buen vino tinto, y si puede ser de proximidad, mejor.

¿Qué llevas cuando te invitan?

Normalmente llevo el postre y Ratafia, ¡todo casero!

¿El look perfecto para salir a cenar?

Vestido o pantalón pitillo, pero siempre tacones altos.

¿A qué cinco personajes vivos o muertos invitarías a tu cena-fiesta?

Personas que admiro y que a la vez me emocionan, como Antoni Tàpies, Alexandra David-Néel, Frank Sinatra, Marguerite Duras y sentado en frente me pido a Krzysztof Kieślowski.

Para esta cena-fiesta, ¿cocinarías o encargarías la comida?

Cocinaría, por supuesto, quizás durante dos días, ¡valdría la pena!

¿Cuál sería tu última cena?

A base de marisco, caviar y cava. Y de postre, un helado de café y nata.

¿Tu noche favorita de la semana?

La del viernes o la del sábado, pero que me pueda acostar muy tarde. ¡Soy (muy) nocturna!

Cuando entras en un restaurante, ¿en qué te fijas primero?

La decoración, por supuesto, y después en el trato a los clientes y en la coherencia de todo su conjunto, eso diferencia a los auténticos de los pretenciosos.

¿Tu último descubrimiento gourmet? Restaurante, café, bar...

Las hamburguesas ecológicas de Caravan Made, su Yellow Submarine me pareció sublime. Y en Girona siempre es un acierto el Plaça del Vi, 7. ¡Buenos vinos acompañados de platos sencillos y exquisitos!