Rosa Molinero, rejuveneciendo la narrativa gastronómica

Fotografía de la escritora gastronómica Rosa Molinero
Silvio Agresti
Rosa Molinero es una de las grandes referentes del nuevo periodismo gastronómico en España como demuestra su trabajo en medios como Comer La Vanguardia, Tapas o El Periódico. Una nueva narrativa es posible en manos de jóvenes talentos como el suyo.
Por Héctor Hernández
04 de julio de 2023

El periodismo gastronómico está de dulce con la aparición de periodistas, escritoras y narradoras de historias como Rosa Molinero Trias (Barcelona, 1992). Molinero se formó en el campo de las Humanidades, hizo sus primeras reseñas de restaurantes con 18 años y a los 23 se incorporó a PlayGround Magazine como redactora de gastronomía. Tiene experiencia en comunicación y marketing, aunque sin duda es en la gastronomía donde más resuenan sus palabras: destacan sus colaboraciones en Comer La Vanguardia, Tapas Magazine, El Periódico, Arrels, Traveler de Condé Nast y en la sección de opinión de Bon Viveur.

Ha trabajado de redactora también en el sector editorial, como en el primer volumen de Disfrutar 2014–2017, el restaurante de Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch, hoy en día considerado el tercer mejor restaurante del mundo según The World's 50 Best Restaurants, publicación que recibió el Premio Nacional de Gastronomía en Comunicación 2022. Ni tan siquiera la TV se le ha resistido; participó en la creación del portal de gastronomía Bestial! de RTVE como guionista de grafismo de Menudos Torres, el programa de cocina de los hermanos Sergio y Javier Torres.

¿CUÁLES SON LOS TRES PRIMEROS ALIMENTOS QUE TE ENTRAN GANAS DE ADQUIRIR CUANDO SALES DE COMPRAS?

En otoño-invierno: setas, zanahorias, queso. En primavera-verano: aceitunas, sandía, tomates (y panes duros tipo regañás (friselle y paximadia cuando encuentro), para romper en la ensalada y capturar los jugos del tomate y el aliño).

¿CUÁL ES ESE RESTAURANTE QUE REPETIRÍAS SIN PARAR?

La vida es muy corta para repetir sin parar: soy una persona sin demasiadas rutinas y no me veo capaz de guardar tal fidelidad.

¿Y CUÁL EL QUE NO HAS IDO PERO TE MUERES DE GANAS POR IR?

Como apenas he escrito sobre restaurantes y porque el oficio da para lo poco que da, aún no he podido visitar muchísimas de las casas míticas de este país, desde DiverXO o Sacha hasta Via Veneto o El Celler de Can Roca. Si alguien se exclama por ello, espero su invitación.

¿EN QUÉ PLACER CULPABLE TE GUSTA INCURRIR (DE VEZ EN CUANDO) A LA HORA DE COMER?

Me gustan los sándwiches mixtos de todo tipo, desde los más sencillos y preparados con ingredientes corrientes hasta los más elaborados. Creo que me recuerdan a la infancia, a las pocas veces al año que mi madre sacaba la sandwichera que le regalaron por su boda (un prodigio que todavía funciona) y planchaba los mixtos embadurnados de mantequilla, un ingrediente insólito en mi casa que únicamente hacía su aparición allí y en la bechamel de los canelones de Navidad que preparábamos juntas (en los 90, la mantequilla era poco menos que Satán).

¿CUÁL ES EL MEJOR MERCADO PARA IR DE COMPRAS GASTRONÓMICAS?

Todos los mercados y ningún supermercado.

¿QUÉ CAPRICHO DISFRUTÓN TE HAS DADO RECIENTEMENTE O TE GUSTARÍA DARTE?

Me he comprado un molinillo de especias Peugeot y he hecho un pedido al especialista en especias Roellinger: de pimientas para mí y canelas para regalar a un par de amigos.

¿RECUERDAS ALGUNA LOCURA QUE HAYAS HECHO POR AMOR... A LA COCINA?

Dedicarle desde los 14 años, cada vez más parte de mi vida hasta apostar por ella laboralmente.

¿QUÉ INGREDIENTE O MATERIA PRIMA CONSIDERAS SOBREVALORADO?

El caviar. Pero se está empezando a sobrevalorar, literalmente (en euros), la casquería, lo cual me decepciona aunque sea un producto que me gusta.

Y EN LOS RESTAURANTES, ¿QUÉ ASPECTO SE SOBREVALORA?

Los vinos de entrada a precios estratosféricos que te hacen querer beber agua (o aún peor y aunque no es mi caso: cerveza). No sé contestar mejor a esa pregunta: raramente visito sitios al azar o de los que no estoy segura y no voy a los que sobrevaloran las cosas. ¿Para qué? ¿Para enfadarme y sentir que he tirado el dinero?

¿Y CUÁL SE INFRAVALORA?

El aroma de la sala. En muchos sitios, independientemente del ticket, los olores de la cocina acaban colándose en la sala, apestándote el pelo, la ropa y, claro, el propio momento de la comida. En algunos lugares espero que las campanas extractoras funcionen adecuadamente.

¿TU COCINERO/A FAVORITO/A?

No tengo cocinero o cocina favoritos como no tengo escritor o perfumista preferidos. De niña me di cuenta que ni la idolatría ni la devoción son lo mío.

¿QUÉ CREES QUE DEBERÍA PONERSE DE MODA EN LA COCINA?

Nada más que la honestidad de presentar un trabajo bien hecho según tus capacidades y tu situación, en el que crees firmemente y que tú mismo comerías.

SI NOS INVITAS A TU CASA A CENAR, ¿QUÉ NOS COCINARÍAS?

Seguramente os diría que vinierais a comer, que así podemos alargarnos mucho más, y prepararía algo sencillo. De primero, una ensalada con lascas de hinojo y naranja, nueces, ralladura de limón, pimienta negra molida y una vinagreta de vinagre de Jerez, agua de aceitunas tipo taggiasche o kalamata (las que se usan para el segundo, porque me encantan las aceitunas), y AOVE; y de segundo, strozzapreti alla puttanesca, el primer plato que aprendí a cocinar de adolescente, con una cantidad de ajo bestial y algunos giros que he ido incorporando y por los que en Italia me persiguen con antorchas (¡hasta que lo s prueban!), como añadir laurel y limón confitado a la sal; de postre, un helado de nata con un chorro de AOVE, sal y pimienta, y si hubiera fresas se las pondríamos.

¿Para beber? Yo todo lo que sé de vinos se lo debo a mis amigos, así que la propuesta va con citas: el amontillado Fossi, de Primitivo Collantes, que el divulgador Oscar Soneira me sirvió en su cata anual de jereces, en la Bodega Carol; algo de Vicent Dancer, que me dio a conocer la sumiller Pilar Cavero el otro día en el Bar Torpedo; el clairette (2018) de Domaine des Tours, un maridaje a la puttanesca que probé con el sumiller Giuseppe La Porta; algo de Catherine Riss, que me dio Iván Fernández en su 035 Bar; y de postre, la sidra de hielo de Eden, que el divulgador Santi Rivas me alabó en el pasado International Cider Summit, en Asturias.