María Ángeles Fernández, letras con sabor tradicional

Foto de María Ángeles Fernández
Es una de las responsables de la sección de recetas de nuestro medio: una periodista y cocinera siempre en busca de la perfección en todo lo que hace. Una vallisoletana, con lo que eso supone, de manos privilegiadas.
Por Héctor Hernández
20 de agosto de 2020

María Ángeles Fernández nació en Valladolid, estudió Periodismo en Salamanca y pronto se interesó por el mundo del diseño gráfico y las redes sociales, desarrollando trabajos en todos los campos y enlazando experiencias únicas. Su otra gran pasión además del mundo de comunicación y las nuevas tecnologías está en la cocina, donde elabora recetas únicas fruto de su buena mano también con la cámara.

Una persona vivaz, atenta, sencilla, amante del queso, del vino y del picante y entregada a todo lo que se propone en la vida. Aquí las respuestas gastronómicas de una de nuestras cocineras de referencia.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

En casa tenemos una alimentación bastante equilibrada, lo que no puede faltar en nuestra cesta de la compra son las frutas y verduras. Son indispensables en el día a día y con un niño se convierten en algo fundamental. Como tercer alimento la carne o el pescado. Pero si hablamos de darnos algún capricho me encantan los quesos artesanos.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Esta es una cuestión un poco complicada porque son muchos los restaurantes que he visitado por trabajo o por placer y es una elección difícil. Me encanta la cocina asiática y la cocina india. Pero en este caso tiro a lo nacional y una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida fue en El Bohío. Es un restaurante que aúna tradición e innovación y quizás es ese el secreto para generar recuerdos en nuestra mente. En El Bohío probé un menú variado pero no dejo de pensar en los callos, me encanta la casquería y junto con los de Javi Estévez son los mejores que he probado nunca. Repetiría una y otra vez junto con la versión del cocido y su pelota.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Creo que todos tenemos un sueño en la vida o unos cuantos, más si se trata de gastronomía. Podría decir miles de restaurantes a nivel mundial pero una vez más la tierra me llama y el País Vasco tiene un lugar muy especial en mis recuerdos y en mi corazón a nivel gastronómico y personal. Desde pequeña siempre he visto a Karlos Arguiñano en la televisión y uno de los sueños que he tenido era conocer su restaurante. Hace dos años se pudo hacer realidad y creo que fue una experiencia maravillosa. Cocina tradicional, llena de sabor y cuidado al producto, sin florituras. Si por mí fuera recorrería el País Vasco de punta a punta y probaría todos sus restaurantes pero hay uno que tengo especial interés y que realmente me haría mucha ilusión conocer, Azurmendi.

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

Me encanta en vino y como vallisoletana de nacimiento he vivido muy de cerca la cultura del vino. Mi padre entendía bastante, he tenido la oportunidad de probar grandes vinos de nuestra Ribera del Duero y de otros lugares, aunque siempre he intentado ir más allá y seguir descubriendo diferentes zonas a nivel nacional e internacional cuando he tenido la ocasión además de lo que me han enseñado grandes profesionales y compañeros.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

En España el tema de los mercados gastronómicos ha sido un auténtico boom de unos años hasta ahora. Creo que hay mercados muy interesantes a nivel gourmet pero soy de las que me quedo con los mercados de siempre. El mercado de Alicante es un mercado de los más completos que conozco, está lleno de vida, buen producto fresco y sus salazones tan valorados. En Madrid el Mercado de Chamartín es uno de los más transitados y conocidos, el de Maravillas también es un mercado tradicional.

¿Qué capricho disfrutón te has dado recientemente o te gustaría darte?

La verdad que me encanta disfrutar de la cocina y de la comida en general. Con el tema del Covid es más complicado moverse libremente y encontrar sitio en algunos restaurantes pero me encantaría visitar Kitchen 154 y comerme uno de sus deliciosos curry "infierno" que preparan (me chifla el picante).

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Bueno, creo que la mayor locura que he hecho fue presentarme al casting de MasterChef hace años ya, en sus primeras ediciones. Más tarde tuve la oportunidad de trabajar en la tele, en la redacción de Boomerang TV haciendo el casting para Top Chef (una de las mejores experiencias profesionales que he tenido la suerte de compartir con compañeros) y creo que la visión que tenía de los realities cambió bastante. Me encantaría volver a trabajar en la redacción de este tipo de programas dentro del mundo de la gastronomía pero no se si sería capaz de volver a presentarme a un casting como concursante, quizás sí quién sabe. Cuando eres más joven sueles ser más impulsivo e inocente, imagino que eso influyó bastante en aquel momento.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

Creo que cualquier producto si es de calidad no tiene que estar sobrevalorado.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

Creo que uno de los aspectos que más se sobrevalora en los restaurantes son los menú degustación. En cierto modo es una forma de probar diferentes platos que nos da a conocer la gastronomía de los restaurantes y de la cocina de la zona geográfica donde se encuentran pero siempre que guarden un sentido y que nos cuenten una historia. En definitiva, un menú degustación tiene que tener un historia detrás que nos quieran contar, algo que haga de esa experiencia algo especial, algo que nos transporte al interior del cocinero, lo que pretende expresar y dar a conocer con esa selección de platos. Hay restaurantes que tienen menús degustación que no guardan una lógica, el simple hecho de probar varias opciones de la carta sin tener un sentido más allá, y en este caso, a mi particularmente, este tipo de menús no me dicen nada. En cambio hay otros restaurantes que sus menús degustación te cuentan una historia de principio a fin mostrando el alma y la pasión de las personas que están detrás y del trabajo que realizan. Y si además te explican el porqué de cada plato hacen de la experiencia un viaje inolvidable.

¿Y cuál se infravalora?

El trabajo de sala y el equipo que hay en cocina es uno de los aspectos más importantes en un restaurante. El trato cercano con el cliente y a la vez riguroso. Creo que a veces no se piensa en el trabajo que hay detrás de los platos que se comen. El equipo de cocina que no se ve porque no son la imagen del restaurante es también muy importante porque todos ellos son piezas de una máquina que tienen que trabajar al son de la música unidos para que todo funcione.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

No tengo un cocinero preferido como tal. Quizás uno de los que más me impresiona por su trabajo y dedicación además de su filosofía es Eneko Atxa. También Ángel León por su amor al producto, su incansable investigación, su responsabilidad con el medio ambiente y el amor hacia su tierra y los productos que ésta le da.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Las modas son pasajeras y en cocina no hay que moverse por modas a mi parecer. Pero si fuera una moda que no está de paso sino que llega para quedarse de forma permanente sería la sostenibilidad y el respeto a la naturaleza y a los productos con los que se cocina.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Me encanta cocinar y ser anfitriona además de hacer partícipes a los comensales. Cada vez que hago una reunión en casa no suelo repetir platos pero hay dos platos que sin duda me vuelven loca y que me quedan realmente para chuparse los dedos. El rabo estofado al vino tinto y el bacalao (en cualquiera de sus versiones).