A escasos cinco kilómetros de la Ardbeg Distillery, situada en la costa sur de Islay, se encuentra la zona más montañosa de la isla y el lago Uigeadail, fuente de agua de la insigne destilería escocesa y un lugar de peregrinaje cuasi obligatorio para los amantes del whisky. Es tradición visitar el pequeño loch —palabra gaélica con la que son llamados este tipo de lagos en Escocia e Irlanda— para verter un trago de whisky de la casa del 'Ultimate Islay Malt' y devolverle, de esa forma tan particular, lo que su agua nos da.

Pero el Uigeadail no solamente brinda su agua a la destilería, también su nombre. Uigeadail, que en gaélico escocés significa lugar oscuro y misterioso, es uno de los whiskies más emblemáticos de esta destilería de Islay y, desde el año 2009 en el que fue elegido mejor whisky del año por la Jim Myrray's Whisky Bible, un imprescindible en las mejores barras.
Elaborado con whiskies envejecidos en barricas de jerez utilizadas desde los años 70 y en otras de bourbon algo más jóvenes, este Ardbeg emana ricos contrastes entre la dulzura del añejamiento en jerez con la turba de la maduración en bourbon. El resultado es un whisky polifacético, equilibrado y sumamente balanceado, que tan pronto ofrece frutas maduras y mieles oscuras como ahumados y maltas.

El Ardbeg Uigeadail, que huye del poco beneficioso filtrado en frío, conserva el máximo sabor, su gran cuerpo y la mayor de las profundidades con una complejidad de cualidades organolépticas solamente alcanzables por unas pocas destilerías. Ardbeg puede darse por satisfecha con este whisky; cualquier amante del whisky, si tiene la fortuna de probarlo, también.