Pablo Ministro, ritmo en la cocina y en la vida

Pablo Ministro
El chef valenciano Pablo Ministro se define como mitad cocinero, mitad músico. Actualmente es el chef ejecutivo de Contrapunto, el interesante restaurante del Palau de les Arts.
Por Lidia Caro
12 de mayo de 2020
Chefs y cocineros

Pablo Ministro (Ayora, Valencia, 1988) se formó en el Centro Integrado de Formación Profesional de Cheste, donde cursó estudios de cocina. Su primer proyecto personal fue la bodega Los Barbas, en su pueblo natal. El local era el punto de encuentro con sus amigos, un pub donde pasaban gran parte del tiempo. Animado por sus padres, Pablo se quedó el establecimiento y lo transformó en la bodega que es hoy y de la que sigue siendo propietario.

De Ayora saltó a Valencia ciudad con Contrapunto, el restaurante ubicado en el llamativo Palau de les Arts, uno de los centros culturales más importantes de Valencia. Además de ser el chef ejecutivo del restaurante, Pablo es el director de restauración del grupo gastronómico Gourmet Catering, al que pertenece Contrapunto.

¿En qué momento concreto de tu vida supiste que serías chef?

Creo que con apenas 12 años.

¿Qué ingredientes has descubierto últimamente y no te puedes quitar de la cocina? ¿Por qué?

Básicamente todo lo que sea producto.

¿Qué debe tener la cocina en el futuro?

Sostenibilidad con el medio ambiente y apostar por género kilómetro cero.

¿... y qué no debe tener?

Ultra procesados y producto no nacional.

¿Cuál es el restaurante que no olvidarás en tu vida?

Kiaora de mi amigo Yelel.

¿A qué restaurante, bar o taberna te gusta ir habitualmente?

Dos Estaciones, de Mar y Alberto.

¿Qué tres cosas nunca pueden faltar en el espacio físico de tu cocina?

Limpieza, orden y mantenimiento.

¿Y qué tres cosas nunca te gusta que estén en ella?

Suciedad, desorden y mal estado de la maquinaria y herramientas de trabajo.

¿Cuándo duermes sueñas con cocina? En caso afirmativo, ¿cuál fue tu sueño más sorprendente?

No suelo acordarme de lo que sueño.

¿Cómo explicarías tu cocina?

Nuestra cocina está basada principalmente en la sostenibilidad de los alimentos, el aprovechamiento de las estacionalidades del año, la cercanía y el trabajar con buenos proveedores de los que nos abastecemos.

¿Qué plato de tu infancia te gustaría reinventar?

Los macarrones de mi abuela Maria. Pero nunca lo conseguiría…

¿Por qué plato te gustaría ser recordado?

No me gustaría ser recordado por un plato. Sí por un trabajo.

¿Cuál es la mejor ciudad gastronómica de todas las que has ido?

Barcelona.

¿Qué restaurante en que no has estado te gustaría estar?

La botica de Matapozuelos, de Miguel Ángel De La Cruz.

¿Qué haces cuando no cocinas?

Tocar la guitarra.

¿Qué tópico sobre los cocineros es cierto?

Que nos encanta comer.

¿Cómo sería tu día gastronómico perfecto?

Buen producto, buen vino y buena compañía.

¿Qué debe tener si o si un buen gastrónomo?

Buen gusto y probar todo. Sobre todo cuando se viaje.

¿Con qué postre acabarías esta entrevista?

Una tarta de manzana como la del Gran Azul.