Jesús Terrés, inquietud infinita por la gastronomía

Jesús Terrés en el mar
Un tipo polifacético, seguro de sí mismo, con la mente muy abierta y dedicado a la cultura en todas sus aristas, con especial predilección por la gastronomía. Así es Jesús Terrés, una vida entregada al comer y al beber.
Por Héctor Hernández
09 de julio de 2020

Jesús Terrés es una de las mentes más inquietas y traviesas de la gastronomía. Para él, vivir es hacer muchas cosas, y hacerlas bien, disfrutando de la ilusión de cada momento de forma íntima y reflexiva, mostrándose sin ataduras y con la firme intención de anteponer el placer por encima de todas las cosas.

Un apasionado de la gastronomía, la cultura, el arte, los viajes y el estilo de vida del que aprender desde sus perfiles en redes sociales (@nadaimporta), sus colaboraciones en medios como Condé Nast Traveler, GQ o Vanity Fair, o la dirección de Guía Hedonista, con permiso de su trabajo como socio y director creativo en la agencia digital Lobo. Por si fuera poco su primer libro de relatos, titulado Nada importa (editado por Círculo de Tiza), ya está en las librerías.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Queso, cecina y champagne; el champagne cuenta como alimento, ¿no?

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Etxebarri.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Justo al inicio del confinamiento tuve que cancelar dos viajes cerrados: Alchemix en Copenhague y Frantzén en Estocolmo, he ahí la respuesta.

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

Hace mucho tiempo que dejaron de ser culpables; el placer es placer, y punto.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

Hace tres meses te hubiese contestado el Mercado Central y toda la gaita de que es el mercado más bonito del mundo (es increíble) pero ahora te respondería: barrio; hay que volver al barrio y por eso yo me estoy re-enamorando del mercado municipal de El Cabanyal.

¿Qué capricho disfrutón te has dado recientemente o te gustaría darte?

Este año llevamos tres botellas de Selosse Substance, y lo que queda.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Escribir tan solo de los restaurantes que conozco como cliente, te aseguro que es una auténtica locura.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

El género no tiene culpa alguna, la culpa es nuestra, que cada cierto tiempo damos bola a modas por el mero hecho de serlo; las de ahora mismo supongo que andan por la trufa, el caviar y la cebolla caramelizada. Prefiero un cazón honesto que un plato regado con trufa porque sí.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

El genio del chef, que mira que es cursi la palabra: chef. Yo les llamo cocineros y cocineras.

¿Y cuál se infravalora?

La sala.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Una de las mejores comidas de mi vida fue en el Racó de Can Fabes, un lejanísimo verano de dos mil cinco. A Santi Santamaría le debo buena parte de lo que yo entiendo por una gastronomía ejemplar: el mejor producto del planeta y una sala maravillosa.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Las modas estarían mejor lejos de la cocina.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Pienso como Manuel Vázquez Montalbán: “como fuera de casa en ningún sitio”.