Beatriz Rodríguez, fotografía con sensibilidad gastronómica

Retrato de Beatriz Rodríguez, conocida como Tobegourmet
Captar en una fotografía un plato o un alimento no resulta sencillo. Porque más allá de la instantánea en sí, se necesita transmitir todo lo que no puede verse. Beatriz Rodríguez bien lo sabe.
Por Toni Castillo
05 de octubre de 2017

Desde bien pequeña, Beatriz Rodríguez ha vivido de cerca la gastronomía. Recuerda, por ejemplo, los buenos quesos franceses que comía siendo niña, gracias sobre todo a vivir en las proximidades con la frontera del país vecino y en unas tierras, las del norte, donde se come tan bien. Oviedo, donde nació, San Sebastián, donde residió hasta finales de los noventa, y Logroño, donde actualmente tiene su hogar.

En lo profesional, la ovetense fue abogada y profesora de Derecho, pero la toga y los libros de texto los dejó atrás hace más de una década. Desde ese momento quiso dedicar su tiempo y recursos en ampliar sus conocimientos gastronómicos y desarrollar su otra pasión, la fotografía, inculcada por su padre, el fotógrafo Manuel Rodríguez Prieto. Con él supo lo que era revelar en un cuarto oscuro, vivió más tarde la revolución digital y se introdujo en la edición tan pronto como «Photoshop vio la luz».

Este cambio en su vida dio un paso de gigante años después, en 2012, cuando daría forma a su blog, Tobegourmet, en el que conjugaba ambas disciplinas con exitoso resultado. Tres años más tarde, una editorial contactó con ella para escribir un libro con idéntico título en el que volcar sus inquietudes culinarias y mostrar sus fotografías. En la actualidad colabora con Thermomix Magazine, es profesora en cursos de fotografía y fotógrafa para marcas de primera línea, creando materiales para sus páginas web y redes sociales.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Depende de la temporada, porque si hay algo que me gusta es disfrutar de los alimentos que están en su mejor momento en cada época del año. Ahora mismo granadas y las primeras setas, y durante todo el año el chocolate; voy cambiando pero los que ahora tengo en la despensa son dos, uno con semillas de sésamo tostadas y otro 85% cacao. Todos los días como un poco.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

La Vieja Bodega en Casalarreina, La Rioja, un restaurante asequible y excelente. Y dentro de los estrechas Michelin me gusta mucho Quique Dacosta.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

DiverXO me produce una gran curiosidad pero no he encontrado aún la ocasión, ni es fácil obtener una mesa en fin de semana que es cuando me plantearía ir. Otro es Aponiente, pero la distancia es considerable y no acabo de encontrar el momento para desplazarme hasta allí.

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

En un buen platazo de la fabada asturiana que hace mi madre, recreándome especialmente en el compango, el tocino ibérico, la morcilla... y con mucho pan.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

En España tenemos buenos mercados, en Logroño donde resido soy asidua del Mercado de Abastos donde tengo mis puestos fijos y el de la Bretxa de San Sebastián es una pasada, hay alguna pescadería que es digna de contemplación. Los de las grandes capitales, como la Boqueria de Barcelona, creo que han perdido un poco su encanto y su esencia debido a la avalancha de turistas que los frecuentan cada día.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?

Mi último capricho foodie ha sido visitar el restaurante de Francis Paniego, El Portal del Echaurren, que acaba de cambiar la carta y es fantástico por todos los matices de sabores que abarca y por su excelente calidad precio para ser un dos estrellas Michelin. Acudí el mes pasado y creo que voy a volver cada año cuando toque celebrar una fecha importante.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Ir en pleno mes de febrero, un día entre semana, a Rosas para cenar en elBulli…. y repetir en menos de un año al saber que cerraba.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

Hay unos cuantos, pero me enerva el asunto de lo integral. Lo integral es más saludable sí, pero si hablamos de pan la inmensa mayoría de los que se comercializan como integrales se elaboran con harina supuestamente integral pero que en realidad no lo es, ya que procede de la mezcla de harina blanca, salvado y germen. Todo ese pan que nos llevamos bajo el brazo pensando que es más sano es el sumun del alimento sobrevalorado, por no calificarlo de otra forma.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

Los nombres de los platos que muchas veces crean falsas expectativas. Por pensar en algo popular y de actualidad, haría referencia a la famosa carne de buey. Parece que no puede haber carne con sabor y calidad si no es de buey, cuando existen carnes de vaca vieja que son un manjar. Los hosteleros están muy condicionados por este asunto y se ven obligados en recurrir al apodo «de buey» para no quedarse fuera de juego.

¿Y cuál se infravalora?

Si te refieres a algún alimento, creo que se infravaloran los platos de verdura, sencillos pero bien ejecutados y con buena materia prima, y es porque nadie concibe darse un homenaje en un restaurante y optar por la verdura como protagonista. Nos vamos a las carnes y pescados caros. El restaurante Túbal en Tafalla (Navarra) es excelente y un buen ejemplo de que la cocina de la huerta puede verdaderamente emocionar.

Pensando en otros aspectos... la disposición de las mesas y su comodidad, he visto muchas veces mesas que no deberían existir y se deben a la necesidad de hacer más rentable un servicio.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Joan Roca, como cocinero y como persona. Por su talento, su tenacidad, su inteligencia, y su humildad.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Más bien pensaría que lo que convendría es dejar de apuntarse a lo que está de moda, estoy empezando a cansarme de ver el tataki de atún hasta en la sopa. Por suerte se nos pasó lo de la reducción de Módena por aquí y por allá. No hay que forzar, acaba cansando y puede desencadenar el efecto contrario. Algunas modas me han parecido incluso ridículas, como por ejemplo ver macarons con café en una cadena de comida rápida aprovechando que con los famosos pastelitos creaban además un juego de palabras. Los macarons han existido desde hace muchos años pasando desapercibidos, y de un tiempo a esta parte asistimos a una verdadera prostitución del macaron (ver por ej. macarons de hamburguesas en YouTube) debido precisamente a las odiosas modas.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Un suquet de pescado y marisco. Me lo enseñó a hacer una compañera blogger de Barcelona, Gemma Biosca. Lo preparamos en una sociedad gastronómica en San Sebastián para un grupo de amigos y ya estoy pensando en una ocasión para repetirlo. Si lo que procede es algo más ligero, una buena tabla de quesos acompañada por panes diferentes y unas buenas mermeladas caseras. Crecí en una zona en donde, por la proximidad a Francia, he tenido ocasión de disfrutar de buenos y muy variados quesos desde bien pequeña.