Las tortillas de trigo son básicas en la cocina de varias culturas alrededor del mundo, especialmente en la gastronomía de México y de América Latina. Su receta básica consta de harina de trigo, agua, sal y, en ocasiones, un poco de grasa como manteca de cerdo o aceite vegetal. Gracias a su textura suave y neutra cualquier ingrediente o salsa les va bien ya que casan muy bien con todos los sabores.
Independientemente de la receta que preparemos usando tortillas de trigo como base —ya sean unos burritos mexicanos, unas fajitas de pollo o unas sincronizadas de jamón y queso—, para poder disfrutar de la experiencia gastronómica que nos brindan es necesario que tengan textura suave y flexible para poder doblarlas con facilidad. Un error muy común es calentarlas demasiado tiempo, lo cual provoca que se vuelvan duras e incomestibles. ¿La solución? En las siguientes líneas.
Truco para ablandar una tortilla de trigo dura
Las tortillas de trigo que venden los supermercados suelen estar presentes en los armarios de la cocina. Siempre es bueno tener algún que otro paquete por casa porque te salvan una comida en cuestión de minutos. Preparas unas verduritas, añades alguna proteína, calientas la tortilla de trigo por ambos lados, la rellenas y la cierras para que no se te caiga nada mientras te la comes.
Pero, aunque parezca una receta rápida y sencilla, que lo es, la cosa puede torcerse si al calentar la tortilla de trigo (ya sea en la sartén, en el horno, o incluso, en el microondas) te pasas con el tiempo y se queda tan dura que ni la puedes doblar ni muchísimo menos tirarle un bocado. Cuando te pasa esto, ¿qué haces?
Recuperar una tortilla de trigo que se ha endurecido es tan fácil como pintarla con agua por ambas caras y meterlas en el microondas poco a poco y comprobando el tiempo y su estado hasta que vuelvan a estar secas y totalmente manejables. Nada de tirarlas a la basura.
