Las 10 mejores cervezas belgas

Sirviendo Delirium Tremens en una copa
Bierwinkel S.L.
Bélgica es un auténtico paraíso para los amantes de la cerveza. Declarada como Patrimonio de la Humanidad, las birras que produce este pequeño país son de una calidad incontestable, aunque siempre hay algunas más destacables que otras.
Por Antony Peel
30 de marzo de 2017
Cervezas

Si hay un país donde la cerveza es prácticamente una religión, ese es sin duda Bélgica. Con casi 200 cervecerías diferentes que producen cada año alrededor de 1.500 cervezas distintas, es difícil encontrar otro lugar del mundo que concentre en una superficie tan reducida tantas cervezas y de tan buena calidad. Por ello, no es de extrañar que la UNESCO decidiera declararla como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a finales de 2016, valorando la gran diversidad de cervezas producidas en este país y la manera en las que éstas se integran en la sociedad belga como un bien cultural más allá de ser una simple bebida alcohólica.

Pero entre tantas cervezas, ¿cuáles son las mejores? Pregunta difícil con una respuesta aún más complicada porque en este país se producen cervezas de todos los estilos y colores, y casi todas de una calidad extraordinaria; desde lagers tradicionales a sus famosas cervezas de abadía, pasando por las lambic autóctonas de Bruselas. Por ello, resulta extremadamente peliagudo elaborar una lista de estas características, aunque hemos creído conveniente intentar tocar un poco todos los registros posibles para escoger las que son a nuestro juicio las diez mejores cervezas producidas en Bélgica.

Westvleteren XII

Botellas de Westvleteren XII tumbadas sobre una mesaWestvleteren Beers

Esta lista no podía empezar por otra que no fuera la que muchos consideran la mejor cerveza del mundo. Westvleteren XII es una cerveza trapense fabricada por los monjes de la Abadía de San Sixto de la localidad belga de Vleteren, en el extremo más occidental del país. El misticismo que gira en torno a su producción, lo difícil que resulta comprar una muestra de esta cerveza y lo recelosos que son los productores de su privacidad han llevado a esta cerveza a copar los rankings de cervezas de todo el mundo, incluyendo Ratebeer, página para la cual es la cerveza perfecta.

En esta localidad se producen tres variedades que sólo pueden ser adquiridas de manera oficial en la cafetería ubicada en frente de la abadía (In De Vrede) o cumplimentando un complejo procedimiento burocrático: Westvleteren Blond, Westlveteren 8 y Westvleteren 12, siendo ésta última la joya de la corona. Se trata de una cerveza de estilo quadrupel con una graduación alcohólica de 10,2%, de color marrón oscuro y con notas afrutadas a ciruelas, pasas e higos. Posiblemente la mejor cerveza belga que jamás puedas probar y una obligación si algún día visitas Bélgica.

Chimay Rouge

Botella de Chimay RojaBierwinkel S.L.

Siguiendo con las cervezas de estilo trapense (recordemos que en Bélgica existen seis abadías que fabrican cervezas de este tipo: Westvleteren, Westmalle, Achel, Orval, Rochefort y Chimay), viajamos a uno de los puntos más meridionales del país para visitar la Abadía de Nuestra Señora Scourmont, fundada precisamente por monjes procedentes de Westvleteren y hogar de la famosa cerveza Chimay y varios tipos de quesos trapistas muy reconocidos en el mundo.

La cervecería, que lleva en marcha desde 1862, produce diversas variedades de birras de abadía belgas, incluyendo la Chimay Rouge o Roja, la Chimay Bleue o Azul, la Chimay Tripel o Blanca, y la Chimay Doreé. Vamos a destacar la primera de ellas, por ser la original que comenzaron fabricando los monjes de Scourmount antes que ninguna otra, aunque la receta actual data de finales de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una cerveza de color cobrizo y sabor afrutado (con notas a albaricoque), de estilo dubbel, elaborada con lúpulos Hallertauer y Galena, y con una graduación alcohólica en torno al 7%. Refermentada en botella, y sin pasteurizar, es una auténtica delicia saborear esta cerveza junto con el queso del mismo nombre.

Delirium Tremens

Botella de Delirium TremensBierwinkel S.L.

Delirium Tremens es la locución latina que hace referencia al síndrome de abstinencia del alcohol. Pero también da nombre a una de las cervezas belgas más populares, fabricada por Brouwerij Huyghe en Flandes Occidental desde 1989. Como veis, se trata de una cerveza relativamente joven comparada con las demás cervezas de esta lista, pero a lo largo de su corta vida, la cerveza del elefante rosa ha tenido tiempo de ser nombrada la mejor cerveza del mundo en diversos certámenes celebrados en Estados Unidos.

Su botella de vidrio pintada de blanco emulando un contenedor cerámico y el papel de plata azul que corona la misma la hacen inconfundible. Se trata de una cerveza rubia de estilo Belgian Strong Ale, con una graduación alcohólica del 8,5% (antes de 2003 se comercializaba con 9%) que calienta el gaznate a cualquiera que ose tomarla. Resulta algo maltosa, pero redonda en boca y su peculiar sabor proviene de la utilización de tres tipos de levaduras diferentes. Si os gusta esta cerveza, no dejéis de probar las otras variedades fabricadas por Huyghe, incluyendo la Delirium Nocturnum o la Delirium Argentum.

Tripel Karmeliet

Botella de Tripel KarmelietBierwinkel S.L.

Hace algo menos de un año tuve la oportunidad de preguntarle a un par de belgas cerveceros de pro cuál era su cerveza favorita para tomar todos los días. No dudaron en responderme al unísono que la Tripel Karmeliet, una cerveza que lleva fabricando Brouwerij Bosteels en Buggenhout desde 1791, aunque siguiendo una supuesta receta de 1679, encontrada en un convento carmelita, en la que se emplean tres tipos de cereales: cebada, avena y trigo (de ahí su nombre, Triple Carmelita).

Se trata básicamente de una cerveza ale de alta fermentación de estilo tripel que logró alzarse con el premio a la mejor cerveza de abadía del mundo en los World Beer Awards de 2008. Ha llovido mucho desde entonces, pero sigue siendo una cerveza muy popular entre los belgas. De color dorado intenso, presenta una espuma abundante y aromas herbales y afrutados debido a la levadura empleada en su fermentación y al uso de las tres variedades de cereales. Esta cerveza de 8,4% combina todo el frescor de las cervezas de trigo (si se puede hablar de frescor con semejante graduación) y toda la cremosidad aportada por la avena.

Adriaen Brouwer Dark Gold

Botella de Adriaen Brouwer Dark GoldBrouwerij Roman

Adriaen Brouwer fue un pintor flamenco del siglo XVII, pero aparte de ser conocido por desarrollar una importante labor artística, fue un auténtico espíritu libre y un bon vivant que disfrutaba de los pequeños y grandes placeres de la vida, incluyendo la cerveza. Por ello, Brouwerij Roman, que presume de ser la cervecería más antigua de Bélgica, fundada en 1545 por Joos Roman en la ciudad de Oudenaarde, lugar que vería el nacimiento de Adriaen prácticamente 60 años más tarde, rinde homenaje desde 2008 a este artista con una de las mejores cervezas belgas del momento.

La Adriaen Brouwer Dark Gold es una cerveza de estilo Belgian Dark Strong Ale. Por si no fuera suficientemente descriptivo el nombre de esta variedad, se trata de una cerveza de alta fermentación, de color oscuro y con una graduación alcohólica elevada, en torno al 8,5%. En su fabricación se emplea agua de manantial de Oudenaarde y maltas tostadas que le confieren su sabor acaramelado, con ligeros toques de café y notas afrutadas. Ese mismo caramelo se percibe en su aroma en el que se notan ciertas reminiscencias a ciruelas e higos. Sabores y aromas que conquistaron a los jueces de los World Beer Awards 2016 en los que se llevó una medalla de plata.

Cantillon Fou'foune

Botella de Cantillon Fou'founeBrasserie Cantillon

Las lambic, o cervezas de fermentación espontánea, son otra de las especialidades de las cerveceras de Bélgica, particularmente de la región de Bruselas y alrededores, y Brasserie Cantillon es una de las fábricas con más experiencia en estas lides. Fundada alrededor del año 1900 por Paul Cantillon, ya han pasado cuatro generaciones de maestros cerveceros por su dirección, produciendo exclusivamente esta variedad de cerveza que se elabora con cepas de levadura silvestres del área de Pajottenland en las inmediaciones de la capital belga.

Uno de sus productos estrella es su cerveza Fou’foune, una combinación de lambics maduradas durante 18 meses a las que luego se les añade albaricoques de la variedad bergeron durante 5 semanas (a razón de 300 gramos de fruta por litro de cerveza) hasta obtener una de las cervezas más valoradas por los paladares expertos. Esta cerveza, de color anaranjado y una graduación alcohólica del 5,5%, lleva elaborándose cada mes de agosto en Cantillon desde 1998, año en que François Daronnat, alias Foufoune, sugirió la idea al actual dueño de la cervecería que recogió el guante lanzado por este agricultor de albaricoques. La apuesta no le podía haber salido más redonda.

La Chouffe

Botella de La ChouffeBrasserie d’Achouffe

En plena región de las Ardenas y muy cerca de la frontera belga con Luxemburgo nació en la década de 1970 la cervecería Achouffe de la mano de los cuñados, en sentido literal y no peyorativo, Pierre Gobron and Chris Bauweraerts. Invirtieron todos sus ahorros en lo que por aquel entonces era un simple hobby, la fabricación de cerveza a pequeña escala, produciendo su primer lote de 50 litros de La Chouffe en 1982. Desde entonces, la fábrica ha crecido exponencialmente, exportando la cerveza reconocida mundialmente por sus duendecillos a más de 40 países y ganando numerosos premios internacionales. Hasta tal punto que en 2006 la empresa cervecera Duvel Moortgat (fabricante de Duvel y Maredsous, entre otras) compró la marca.

De entre las diferentes variedades que siguen produciéndose en la Brasserie d'Achouffe, destaca sobre las demás La Chouffe original, una cerveza rubia de alta fermentación de tipo Blonde Ale, con segunda fermentación en botella y una graduación alcohólica del 8%. Se trata de una cerveza sin filtrar, algo especiada con notas de cilantro y muy lupulada. Ganadora de una medalla de plata en los World Beer Awards de 2016, esta cerveza marida especialmente bien con carnes blancas, pescados y verduras.

St. Bernardus 12

Botella y copa de St Bernardus 12Brouwerij St Bernardus

A escasos 15 km de Vleteren, hogar de la famosa Westvleteren XII, se encuentra la pequeña localidad de Watou donde se ubica la cervecería St. Bernardus, conocida por haber producido durante muchos años cervezas clónicas de aquellas elaboradas en la Abadía de Sint Sixtus. Resulta que tras la Segunda Guerra Mundial, en San Sixto decidieron suspender la fabricación de cualquier cerveza que no fuera para consumo propio, así que para comercializarla y venderla al público fundaron este St. Bernardus Brouwerij y le otorgaron una licencia para producir la cerveza Westvleteren. Para ello mandaron a Watou a su propio maestro cervecero que llevó consigo toda su sabiduría cervecera y las cepas de levadura autóctonas de la birra original.

Su licencia para producir cervezas bajo la marca Westvleteren terminó en 1992 pero, como os podéis imaginar, las cervezas que ahí se fabrican, ahora con el nombre de St. Bernardus, siguen siendo prácticamente idénticas a las que tienen el honor de considerarse las mejores del mundo. Y este St. Bernardus 12 es el equivalente de la Westvleteren 12, igualmente deliciosa y enigmática. Una quadrupel de color marrón oscuro y una graduación alcohólica del 10,5%, que sigue la receta original y por lo tanto posee las mismas notas afrutadas y dulzonas, con toques de caramelo y maltas tostadas que la mejor cerveza del mundo. Y mucho más fácil de conseguir.

Straffe Hendrik Tripel

Botella y copa de Straffe Hendrik TripelDe Halve Maan

De Halve Maan (La Media Luna, en castellano) es una famosa cervecería originaria de la ciudad de Brujas, nacida en 1856 de la mano de Leon Maes, alias Henri I. Seis generaciones después, la empresa sigue en la cresta de la ola, produciendo algunas de las mejores cervezas belgas englobadas dentro de sus dos marcas estrella, Brugse Zot, la cerveza de Brujas por excelencia, y Straffe Hendrik, introducida esta última en 1981 por Veronica Maes como homenaje a los numerosos Henri o Hendrik que aparecen en su árbol genealógico tan cervecero.

Podríamos destacar cualquiera de las Straffe Hendrik como cervezas dignas de estar entre las mejores birras belgas, pero para no repetirnos demasiado con el estilo quadrupel en las que cualquier cerveza sale perdiendo comparada con Westvleteren XII o St. Bernardus 12, vamos a citar su Straffe Hendrik Tripel, ganadora de varios certámenes cerveceros de prestigio como una medalla de oro en las Australian Beer Awards 2015 o el Brussels Beer Challenge 2013. Se trata de una cerveza rubia de alta fermentación de estilo tripel, con una graduación alcohólica del 9%, ligeramente especiada con toques de pimienta negra, cilantro y jengibre, además de un sabor algo afrutado (plátano y cítricos). Marida especialmente bien con pescados y quesos.

Hoegaarden

Vaso de Hooegaarden WitbierAB InBev

Por supuesto que no podíamos concluir este repaso a las mejores cervezas belgas sin mencionar la que es uno de los baluartes de un estilo muy propio de estas tierras. Los orígenes de la Hoegaarden se remontan al siglo XV, concretamente a 1445, cuando unos monjes de la localidad del mismo nombre empezaron a experimentar con la elaboración de cervezas de trigo. El resultado inicial fue bastante malo, pero gracias a la incorporación de diferentes especias y frutas traídas de colonias holandesas como el cilantro o la naranja de curaçao, se pusieron los cimientos de la que es hoy en día una de las cervezas de trigo belgas más populares en el mundo.

Se trata de una cerveza ligera, cítrica y refrescante perteneciente al estilo que se conoce como witbier o cerveza blanca, la variedad de cerveza de trigo belga por excelencia, bastante diferentes a las weizen alemanas. Es una cerveza de aspecto blanquecina y algo turbia, con notas agridulces y algo ácidas, y con una graduación alcohólica algo inferior al 5%. Marida perfectamente con cualquier tipo de marisco, incluyendo los clásicos mejillones belgas.