Rober Bodegas, un 'foodie' con buen humor

Rober Bodegas en plena actuación
Javier Rosa
El popular cómico Rober Bodegas es de gustos sencillos y homenajes recurrentes, porque a este mundo no hemos venido a sufrir. Descubrimos su faceta más 'foodie' y repasamos su carrera humorística.
Por Toni Castillo
05 de enero de 2017

Contaba en teatros que odiaba los yogures, pero exceptuando el popular lácteo y la cebolla caramelizada, que le parecía de lo más «cansina» en su época álgida, es difícil que el humorista Rober Bodegas (Carballo, A Coruña, 1982) diga que no a un buen plato. Y es que darse un homenaje de vez en cuando debería ser una obligación.

Empezó en el mundo de la comedia hace casi tres lustros, llevando sus monólogos por pequeñas salas gallegas, al tiempo que participaba en varios certámenes de cómicos y sacaba adelante sus estudios de Arquitectura. Sin embargo, su carrera humorística despegó a nivel estatal de la mano de dos programas de televisión. Primero en El rey de la comedia de La 1 de TVE, donde se buscaba al mejor cómico del país entre más de cinco millares de aspirantes, y más tarde en el famoso Sé lo que hicisteis… de laSexta.

Tras haberse convertido en un rostro conocido de la pequeña pantalla y la comedia, siguió adelante con Solocomedia.com, un proyecto llevado a cabo con sus compañeros Ángel Martín y Alberto Casado, estrenó una obra de sketches en directo junto al último, llamada Entremeses, y comenzó su propio espectáculo de monólogos, El día en el que empecé a odiar los yogures.

En la actualidad, Bodegas representa su segunda obra en solitario, El umbral de la estupidez, que lleva tres años en cartelera; ha participado como actor en la taquillera película Cuerpo de Élite, de Joaquín Manzón;representa la segunda temporada de otro espectáculo de sketches en directo con Alberto Casado, Pantomima Full; aparece con frecuencia en diversos programas del canal Comedy Central; y prepara el guión de una sitcom diaria que se estrenará a finales de año en el primer canal de Televisión Española.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Queso, jamón y picos.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

As Garzas, en Seiruga (Malpica, A Coruña).

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Culler de Pau, en O Grove (Pontevedra)

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

Doritos naranjas. No sé el sabor.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

No tengo ningún mercado impresionante cerca de casa y no suelo tener antojos tan potentes como para caminar media hora para conseguir unos buenos tomates. Suelo ir a las tiendas del barrio. La despensa de mi madre en Galicia, es de lo mejorcito. En Madrid, compro en el mercado de San Miguel cuando paso por allí si me pilla de camino a casa.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?

La semana pasada estuve cenando en Viridiana, en Madrid. Todo muy rico, sobre todo el ceviche de corvina. El bonito, espectacular también. Y los huevos trufados. Con la casquería no nos atrevimos aunque por lo visto es su especialidad.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Ir un finde a Euskadi a pegarme tres homenajes en dos días este verano.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

La moda de la cebolla caramelizada me parecía muy cansina. No es que no me guste, pero se la ponían a todo. Por suerte ya se están relajando.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

Que tengan fusión. Se puede comer bien sin evocar a Macaco.

¿Y cuál se infravalora?

Para mí que soy de familia bodeguera, nunca se valora mucho la vajilla. Y unas buenas copas me parecen fundamentales, o un buen vaso para tomarse un whisky. También que el lugar no sea ruidoso. Es imprescindible que el sitio sea tranquilo para disfrutar de la comida.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Tampoco soy un experto. Chicote me cae de puta madre, aunque aún no he estado en Yakitoro. Y también el chef Ramsey.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Ponerle nombres más cortos a los platos.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Soy un desastre cocinando. No tengo ni delantal. Así que habría dos opciones: compensar la falta de habilidad a los fogones con la calidad de los productos y comprar una buena carne para hacer a la plancha y acompañarla de entrantes fríos de primera calidad (véase pregunta uno), o pedir un buen arroz a una arrocería que hay por mi barrio.