Violeta Alonso, palabras y buenos alimentos

Fotografía de Violeta Alonso
Desde pequeña, Violeta Alonso supo que lo suyo era la comunicación. Y en la universidad, descubrió que la gastronomía también formaba parte de su ser. Así que unir ambos mundos y comunicar sobre el buen comer se convirtió en su objetivo.
Por Toni Castillo
17 de noviembre de 2016

Es maña de nacimiento, gaditana de corazón y madrileña de adopción. Es por esa omnipresencia vital, seguramente, por lo que viajar a los orígenes de lo que comemos, para contar su historia, es una de las cosas que le encanta hacer en esta vida. No en vano, Violeta Alonso (Zaragoza, 1987) es periodista gastronómica y directora de la agencia de comunicación especializada en las cosas del comer que fundó junto a un socio la pasada primavera, Feel&Taste.

Antes, la zaragozana pasó por los puestos de técnico, operadora de cámara y realizadora de televisión en su ciudad natal, y por auxiliar de montaje en partidos de fútbol en Madrid. La comunicación corría por sus venas y aunque acababa de comenzar Periodismo en la Universidad Carlos III, necesitaba sentir el palpitar de las historias. Fuesen cuales fuesen, tuviese que soldar conectores en una unidad móvil o cargar con pesadas cámaras y trípodes por las entrañas de los estadios de primera división de la Comunidad de Madrid.

A las puertas de la graduación fue redactora en la emisora Radio Madrid de la Cadena SER, y tras ella —curso de experto en periodismo gastronómico mediante— llevó un blog de vinos para la edición digital del diario deportivo Marca, fue parte de la agencia de comunicación Aires News y ejerció de redactora de la revista Tapas Magazine, Premio Nacional de Gastronomía 2015, también en su edición digital.

En la actualidad, en el que vive un más que dulce momento en su agencia, tampoco se detiene. Colabora con la publicación Comida’s Magazine, aprende cada día un poco más sobre el vino, una de sus más esenciales pasiones, y está desarrollando un proyecto que pretende acercar el mundo vitivinícola a los jóvenes de una manera diferente. Queda claro que una de sus máximas, «si se quiere, se puede», la lleva adelante hasta sus últimas consecuencias. A la vista está que el esfuerzo y el trabajo duro la definen.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Queso, vino y anchoas

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Taberna La Carmencita en Chueca, Madrid. Filosofía y espíritu de casa de comidas, cocina tradicional casera exquisita y un ambiente inmejorable. Y por supuesto con una excelente carta de vinos.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Sin duda, Aponiente de Ángel León

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

Me encantan las patatas fritas de bolsa y siempre pico unas cuantas justo antes de comer.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

El Mercado de Chamberí para las cosas habituales del día a día y el Mercado de San Antón para algún producto más específico y selecto.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?

Hacer un fin de semana con mis amigos foodies de ruta por restaurantes pendientes: dos días, tres homenajes gastronómicos. Por ejemplo el siguiente propuesto es Cocinandos en León, Cobo Vintage en Burgos y Restaurante Villena en Segovia. Risas, buena conversación y por supuesto, buena comida.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Quedarme un domingo en casa cocinando sola, con mi copita de vino tinto en la mano. Eso es amor, ¿o no?

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

La reducción de vinagre de Módena. Cada vez se utiliza menos, pero hubo una época en que se incluía en todos los platos de los restaurantes y, ¡era horrible! Cada vez que la veo en un plato, pongo caras raras.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

En mi opinión, algunos restaurantes tienen cartas de vino demasiado largas. Creo que no es necesario: se asusta y se abruma al comensal. Es muy importante la variedad pero sin pasarse... Prefiero ir a un restaurante y encontrarme vinos poco comunes, y que también el personal de sala me sepa aconsejar, a que me den un libro de veinte páginas y tarde media hora en escoger.

¿Y cuál se infravalora?

Por supuesto, el personal de sala. Para mí es tan importante la cocina como la sala. Es más, si la cocina es regular pero el personal ha sido magnífico, vuelves para darle otra oportunidad. Sin embargo, si el personal te ha tratado mal, por muy buena que sea la cocina, no vuelves.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Admiro muchísimo a Sacha Hormaechea.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Me gustaría que se le diera más importancia al aceite de oliva virgen, que el español es el mejor del mundo, y no lo valoramos nada...

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Prepararía un buen picoteo: provolone con tomate pelado de la huerta y orégano; tostas de aguacate, aceite de oliva virgen extra y perejil y chips de calabaza. Y, por supuesto, unos buenos vinos.