Cristina Ruiz, la verdad gastronómica

Retrato de Cristina Ruiz Montesinos
Cecilia Alvarez Hevia
Aunque Cristina Ruiz es más de comer que de cocinar, como todos, tiene unos gustos gastronómicos que buscan la verdad. Dejando a algún lado imagen, empaques y proyecciones, anhela encontrar la sorpresa en el sabor, en la esencia.
Por Toni Castillo
20 de marzo de 2017

Aunque su nombre es Cristina, Cristina Ruiz Montesinos si damos cuenta también de sus apellidos, no pocas lectoras y amigas de la revista Vogue conocen a esta sevillana afincada en Madrid como Plesch. El apodo que le sobrevino tras ocuparse durante cuatro años del blog de estilo de vida My little Pleaschhures, perteneciente a esta publicación y en la que también escribe Casilda se casa desde hace una década.

De aquellos cuatro años concluidos el pasado verano, con no poca pena, le queda el gusto por la gastronomía, por los viajes, los planes inesperados, las pequeñas cosas de la vida y una serie de aprendizajes vitales de los que dejó constancia en una lista incluida en su agridulce despedida. Experiencias, vivencias y verdad nutren las apetencias culinarias de esta periodista de moda.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Aguacate, queso y carne.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Camoatí, Nino, Di María, Mentidero de la Villa... cualquiera que tenga una buena carne.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Sacha siempre se me resiste pero siempre pienso en él.

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

Nunca bebo vino tinto, así que bebo blanco con todo para escándalo de muchos.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

Yo voy al Mercado de la Paz porque es el que tengo más cerca, aunque tengo pendiente ir al de Barceló.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?

Los foies de Cristina Oria son una cosa que me va a buscar la ruina.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

En Buenos Aires, en un viaje gastronómico para prensa organizado por la oficina de turismo, probamos Tegui, Aramburu, Elena, Happening, Chila y pasamos por la feria Masticar, en muy poco tiempo. Se me salía la carne por las orejas pero era imposible resistirse a probarlo todo. Estuve un mes a la vuelta sin probar la carne.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

La quinoa me resulta cada vez más aburrida.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

El mobiliario bonito pero poco funcional. Sillones preciosos donde terminas contracturado.

¿Y cuál se infravalora?

El servicio sin duda. Para mí es fundamental.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Gracias al proyecto The Table by tuve la suerte de conocer a muchos españoles. A Iago Pazos de Abastos 2.0 le tengo un cariño especial y siempre es un planazo ir a probar sus novedades a Barra Atlántica.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Que el descorche estuviera más extendido sería genial. Tener un vino maravilloso en casa y pensar cómo casaría con una comida de un sitio que te encanta y no atreverte es una pena.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Vivo en un sexto sin ascensor así que creo que debe merecer mucho la pena haceros subir, mejor que no cocine yo que lo hago fatal. Lo más probable es que encargara un aperitivo colosal en Petra Mora, donde todo está rico y es bonito. Añadiría unas croquetas de Paladeo, mi último gran descubrimiento. Las envían a domicilio y todos los sabores están ricos. El plato fuerte puede que lo encargara a Isabel Maestre que es un cáterin impecable.