Francesc Rifé, un interiorista gastronómico

Retrato de Francesc Rifé
Pere Virgili
Su trabajo como interiorista y diseñador industrial lo ha llevado a encargarse de multitud de proyectos distintos, entre ellos, de restaurantes. Y es que el diseño tiene mucho que decir en una experiencia gastronómica.
Por Toni Castillo
08 de febrero de 2017

Francesc Rifé (Sant Sadurní d’Anoia, Barcelona, 1969) tiene estudios de Arquitectura Técnica realizados en la Universidad Politécnica de Cataluña y es titulado superior en Diseño de Interiores y Diseño Industrial por la Escuela DIAC-Eiade/La Llotja de Barcelona. Es, en definitiva, interiorista y diseñador industrial. Uno, además, extremadamente ligado a la gastronomía más elevada y a la restauración más sofisticada.

Él cree firmemente en la importancia del diseño en la experiencia gastronómica que puede ofrecer un restaurante. Pero no como accesorio. No como una forma de hacer bonito, confortable y atractivo, sin más, un lugar concebido para el deleite gustativo. Cree en la gastronomía y en el espacio como una simbiosis que debe explotarse. Porque, como nos cuenta, «desde la comida más básica a la más sofisticada tiene que trabajar en armonía con la luz, los materiales…».

Una afirmación rebosante de argumentos que queda contrastada con una de sus más recientes, populares y premiadas creaciones. La concepción del que está considerado desde su apertura uno de los restaurantes más bellos del mundo, Sucede, ubicado en el semisótano del Caro Hotel de Valencia.

El interiorista catalán llevó a cabo un trabajo verdaderamente impecable con este establecimiento. A través de un diseño limpio y esencial, integró de forma exquisita los elementos históricos y arquitectónicos presentes en el inmueble: parte de la muralla árabe del siglo XII que rodeaba la ciudad. Conjugó en el restaurante, de forma ejemplar, contemporaneidad con historia. Y, sobre todo, dio empaque a una propuesta gastronómica que a merced de cambios varios no hace otra cosa que evolucionar y ponerse a la altura.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Queso comté, buen jamón y mucho dulce.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Zuberoa, en Oiartzun, Guipuzkoa. Hay una simplicidad sublime en sus platos.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

La Osteria Francescana, de Massimo Bottura, en Módena.

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

El pa amb tomàquet es sagrado.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

El mercado de Galvany, en Barcelona. Para mí es el ecosistema perfecto.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente?

El restaurante Masa, al que intento ir siempre que viajo a Nueva York. El trabajo de su chef, Masayoshi Takayama, es una oda a la cocina japonesa, tanto por la construcción de sus platos como por el concepto. Te engancha. La sensación que logra transmitir es profundamente conmovedora. Su único inconveniente es el precio.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Yo diría que muchas. Viajo de forma impulsiva para comer bien.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

Más que un ingrediente, la abundancia de ingredientes. Parece que la cocina de calidad tenga que pasar por la complejidad y mezcla de sabores, cuando un buen calabacín, solo, y bien cocinado, puede ser extraordinario.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

Las categorías. Hay restaurantes "sin estrella" que no dejan de ser buenos por no tenerla.

¿Y cuál se infravalora?

El diseño. Creo firmemente en la simbiosis gastronomía y espacio, pero hay muchos profesionales de la restauración que aún no. Este aspecto debería vivirse como un paso mucho más consciente y esencial. Desde la comida más básica a la más sofisticada tiene que trabajar en armonía con la luz, los materiales, etc.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Ricard Camarena. Transmite maestría, pero también humildad, e inquietud. Siempre hemos conectado bien (yo en su campo y él en el mío).

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Popularizar la «alta cocina». Que los grandes chefs sean más accesibles. Los cambios que se están dando en el mundo de la gastronomía son increíbles, el reto es hacer a la gente partícipe de ello.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Pasta fresca, mucho queso y una buena tatin caliente.