1. No des por hecho que sabes más de vinos que los demás.
Probablemente haya alguien que sabe más que tú en la mesa pero tiene la suficiente clase para no intentar demostrarlo a toda costa.
2. No bebas nunca con pajita.
La única excepción es que estés en una isla paradisíaca tomándote una caipiriña o una piña colada.
3. Invita siempre que puedas a una ronda.
Probablemente te invitarán de vuelta y, a fin de cuentas, suele ser más divertido beber en compañía. Eso sí, puedes invitar a un desconocido a una copa, pero no lo invites a todas; es triste.
4. Nunca rechaces un brindis.
En cualquier parte del mundo es una falta de respeto muy grave.
5. Bebe con moderación.
Sí, sabes de qué te hablo. No es solo porque esté escrito en la botella. Cuando cruzas esa frontera, y te pasas, te conviertes en una compañía poco agradable.
6. No bebas para parecer más interesante.
Cómo mucho, bebe para que los demás te parezcan más interesantes.
7. Pide, siempre, siempre, siempre, tu bebida con educación.
Un barman o un camarero no son máquinas expendedoras sino personas ejerciendo un trabajo indispensable y maravilloso.
8. No presumas de cuánto has bebido.
A nadie le interesa el número de copas que te has bebido. No te hace más interesante. No te hará ligar más.
9. Acepta siempre una invitación a beber.
Con unas pocas excepciones: que vayas a conducir, que ya hayas bebido demasiado o que sea un cóctel lleno de fruta.
10. No mezcles muchos tipos de bebidas.
No hace falta que te diga por qué, seguramente ya lo has comprobado.
11. No juegues ni mordisquees los hielos que sobran.
A muchos de nosotros nos da verdadera grima. Y si ya hablas con ellos en la boca nos da asco.
12. No grites.
Sé que estás de buen humor y quieres contagiarsleo a todo el mundo, pero gritando solo consigues quedar mal. Eres un buen bebedor, no un borracho.
13. Acércate a la barra cuando ya sabes lo que quieres.
No hagas perder el tiempo al barman y al resto de clientes.