Un restaurante no es solo su carta. Alrededor de la elección del producto, de las técnicas empleadas en el cocinado de cada receta y de su llegada hasta el comensal existe un gran equipo de trabajo que debe estar preparado y actuar de forma coordinada ofreciendo una partida perfecta. Y ahí entran en juego todos los componentes que hacen posible el funcionamiento de un local de hostelería. De su perfecta armonía depende que algunos buenos platos se conviertan es una experiencia gastronómica completa que haga a los clientes no solo repetir sino también recomendarla.
Si la base del éxito en la restauración está también en el equipo de trabajo, conviene conocer exactamente qué figuras se pueden encontrar en un comedor y cuáles son sus principales cometidos. Ya seas un empresario de la hostelería, quieras buscar trabajo en este sector o seas un comensal más conviene que los conozcas a fondo.
Chef
No hay duda, es la figura más importante dentro de un restaurante. Pueden ser responsables de la creación y ejecución de la carta o solo de lo segundo, pero la clave es su formación culinaria y su experiencia profesional. Pese a que cada día hay chefs más jóvenes con importantes galones en los mejores restaurantes de nuestro país, lo habitual es encontrar profesionales de la cocina que llevan décadas a sus espaldas sacando adelante servicios y partidas con todo tipo de exigencias. Esa experiencia y el bagaje que aporta marcan la diferencia en el terreno de la cocina a la hora de aguantar la presión y lograr ejecutar la carta sin contratiempos y sin renunciar a la técnica.
Maître
Una de las figuras más importantes en sala, es el principal encargado de la organización, dirección, coordinación y control del trabajo que se realiza durante el servicio. De su correcto empeño depende en buena medida el devenir de todo el local, por eso es importante que conozca a la perfección el trabajo de todos los empleados y que tenga capacidad suficiente para gestionar todos los recursos del restaurante de forma eficiente.
Camareros
Sin duda la plantilla de camareros es otra de las patas fundamentales en un servicio de restaurante. Históricamente no se ha prestado la suficiente atención a un puesto clave en el organigrama por tener contacto directo con el comensal. Un camarero, más allá de dominar las normas básicas de trato con el cliente y de ser su ayuda durante todo el servicio, tiene la obligación de conocer perfectamente la carta del local, la ejecución de cada plato y sus ingredientes. Nada da peor imagen que un camarero descuidado y falto del conocimiento suficiente sobre la carta, los platos y los productos que en él se pueden encontrar.

Sommelier
Es la figura encargada de los vinos y de su maridaje con la carta. Su función principal está en asesorar como experto a los clientes sobre vinos u otras bebidas que puedan maridar a la perfección con su comanda, pero también debe coordinarse con el chef o el creador de la carta previamente para garantizar que la oferta final disponible se adecuará a los platos y a la idea que se quiere transmitir a través de la cocina. Es una parte muy sensible, dado que por lo general el público carece de los conocimientos suficientes sobre vino. De su buena recomendación depende gran parte del éxito de la experiencia gastronómica.
Barman
Es una figura que no está presente en todos los restaurantes, pero sí en todos aquellos que apuestan de una manera decidida por el servicio de barra o coctelería. Cada vez es más común encontrar locales donde se necesita barman como contrapartida al servicio de vinos, que siempre ha tenido una figura bien definida. Hoy en día muchos locales apuestan por el maridaje con otras bebidas que no son vino o por un servicio de coctelería final, especialmente al concluir las cenas.
Recepcionista
Es la persona encargada de recibir a los clientes del restaurante y por tanto el primer contacto que tienen con el local. En muchas ocasiones se convierte en la carta de presentación del mismo, especialmente en locales que no trabajan con una agenda de reservas importante. De la correcta impresión que genere en los clientes podría depender que elijan ese restaurante u otro, por lo que se convierte en pieza clave en el engranaje que hace funcionar un local de hostelería. Debe ser una persona formada en idiomas que domine a la perfección las reglas de cortesía y protocolo y que genera buena impresión e imagen.