Como argumento de su propuesta, Carmen, quién junto a sus hermanos lidera el negocio, no duda en afirmar que responde a "una vuelta al origen, de la ciudad al campo”. Después de vivir en Madrid, Portugal y Alemania, recaló, por motivos de trabajo, en Oslo hace ya algo más de siete años. “La naturaleza salvaje y su lento ritmo de vida, me conquistaron”. La suma de estos ingredientes, añadido a su sentimiento de querer mantener el legado familiar, (la bodega Cortijo El Cura en La Alpujarra andaluza), dio lugar a la apertura del pasado mes de Septiembre a Vino Veritas una de las novedades ‘gastro’ en la capital noruega, que cuatro meses después de su apertura ya se hace notar en la ciudad.

Al asumir este reto, Carmen y sus hermanos, materializaban la ilusión que había empezado con la idea de exportar el vino ecológico de su bodega. Carmen, nos explica la complejidad del proceso por la política del País. Convenció a la agencia estatal para que viajasen a Andalucía. “Les encantó nuestro vino” pero el lento proceso que puede llevar hasta dos años, impulso a Carmen a poder hacerlo desde su propio restaurante. “No quería esperar tanto tiempo” afirma su dueña. Así que ni cortos ni perezosos, se pusieron manos a la obra y en unos meses verían su sueño hecho realidad.

La vuelta al origen, se respira en toda su propuesta. Primero, en su oferta gastronómica, basada en una selección de tapas y raciones españolas, con un claro acento andaluz. Para ir abriendo boca, un trocito de Andalucía… Salmorejo, Ajoblanco o una Escalibada Almeriense, son algunos de los platos estrella. Y no es de extrañar cuando al mando de los fogones se encuentra Juan Carlos García Pardo, quién nació en Almería. Y quién “lo ha dejado todo en la ciudad que le vio nacer para acompañarnos en la aventura de nuestro gastrobar”- explica Carmen, quién pretende junto a Juan Carlos ofrecer la mejor cocina española en Noruega. No podían faltar otros platos con identidad ibérica, como la ensaladilla rusa, huevos rotos, patatas bravas, pan con tomate y la clásica tortilla española. Además de las tapas y raciones de la carta, suelen hacer un plato del día, como ‘plato alpujarreño, migas, bacalao al pil-pil, fabada, ajoarriero, sopa de Almería, gurullos, etc. ¿Para beber? Vino ecológico de la Bodega familiar.


Una de las claves de su éxito, la selección de una despensa ecológica de calidad suministrada por pequeños productores españoles. Entre ellos, cabe destacar: Ecoibéricos de Jabugo (Huelva), Quesería El Gazul (Cádiz), Las Torcas (La Alpujarra), Herbes del Molí (Alicante), Rincón del Segura (Albacete), Pan don Mar (Pontevedra), Rietvell (Tarragona), Biobardales (Segovia).

Además, sus artífices confirman y reafirman su propuesta Made in Spain con la decoración del local, llevada a cabo por el estudio de interiorismo Masqueespacio ubicado en la capital del Turia. “Como te comenté, nos hemos traído todo de España. El estudio se encargó personalmente de diseñar exclusivamente para nosotros las sillas, cojines, de hacer las lámparas a mano, incluso la cerámica nos la hemos traído de La Alpujarra ” Toda una declaración de intenciones de interiorismo ‘eco’ que queda reforzado con el diseño “handmade” de los envoltorios para los productos que venden, hechos con papel reciclable.

Blancas son las paredes, blanco el techo de madera; respetando así la base del interiorismo nórdico. Suelo de madera maciza de roble que aporta calidez en contraste con el blanco. Todos los detalles, hacen alusión a la cultura andaluza, aportando un toque de color, tan típico del sur de España y como no podría ser de otra manera con una Oda al ‘Verde que te quiero verde’ del poeta andaluz García Lorca. Verde son las sillas, verde olivo Andalucía, verde ecología… logrando así transmitir perfectamente los valores de la filosofía de su propuesta ‘gastro’; aportando y transmitiendo naturalidad con todos los materiales empleados, que se ven reforzados con las plantas que adornan algunos rincones del local, que parecen trasladarnos a cualquier patio o rincón andaluz.

Un restaurante que nace bajo la vocación de exportar un sello cien por cien español, bajo una filosofía slow food, slow wine y slow living a la capital noruega, donde sus dueños tienen claro el valor del made in Spain. Una propuesta innovadora, arriesgada, y comprometida. En el país de los fiordos, ya es posible comer igual de bien que en España. Eso sí, el clima todavía no lo han podido exportar, y aún con mínimas muy por debajo de los ceros grados en los largos meses de invierno, es el único restaurante de la ciudad que tiene terraza. Si Oslo era una de las mejores ciudades para vivir, hoy con un trocito de España comestible, a buen seguro será la mejor, al menos para los españoles.
Y es que como bien augura el nombre del restaurante, bien sabido es que en el “vino está la verdad” y en Oslo la verdad tiene acento español.
Vino Veritas Organic Restaurant
Strømsveien, 1 0657 Oslo - Noruega
(+47) 91742339
Española
36€-52€