Este es un restaurante japonés, pero no uno cualquiera. No es, por supuesto, uno de esos con leones dorados en la puerta y farolillos de papel maltratados por el viento colgando en la entrada. No es, tampoco, uno occidentalizado con una cocina adaptada hasta el extremo para nuestros paladares. Ni, siquiera, uno que solamente conserve las más puras esencias. Son ejemplos válidos todos estos, pero no describen el caso que nos ocupa.
Cuando decimos que no es un restaurante japonés cualquiera, es porque es un restaurante japonés japonés. Reiterado. De principio a fin. Con todo lo que ello implica. Su cuarto de siglo de historia y las cerca de cuatro décadas que lleva en funcionamiento el establecimiento que fue su germen, Yamadori, son un más que solvente aval en aras de la satisfacción. Fueron pioneros y lo continúan siendo.

Entrar a Yashima es adentrarse en un hogar nipón, dejando a un lado la bulliciosa Ciudad Condal. Del barrio de Les Corts pasamos a una tranquila barriada de alguna ciudad japonesa. Y en ella encontramos autenticidad en todos los detalles.
En esa recreación, tan acertada, de las estancias de una casa tradicional. En mantener la costumbre de quitarse los zapatos al entrar en un espacio íntimo. En haber dispuesto un pequeño jardín interior, de esos que pocas veces faltan en el país asiático. Y en hacer, únicamente en los tres reservados, los kotatsu, que los comensales se sienten en el suelo a la vera de esas tradicionales mesas bajas.

Pero el restaurante también dispone de una amplia sala, con mesas y sillas occidentales, una barra de sushi de esas que tan de moda están en la actualidad y en la que podemos ver cómo se elaboran nigiris o makis, y una zona de planchas, el denominado teppanyaki, donde un chef cocina en vivo frente al cliente. Una posibilidad a tener muy en cuenta si no fuese porque marcharse del establecimiento sin catar su surtido de sushi y sashimi puede resultar pecaminoso.
Así que qué mejor que dejarse aconsejar por el personal del establecimiento, ataviado con batas tradicionales, e ir recibiendo en mesa lo que su experiencia les dicte.

Con toda probabilidad veremos llegar un gran combinado de sushi y sashimi, del que Yashima puede continuar presumiendo pese a llevar veinticinco años preparándolo, así como platos de temporada como el de carpaccio de vieiras, con un delicado flambeado, acompañado por huevas de pez volador, cebolla frita y una salsa elaborada con ciruela y aceite de oliva o el de pincho de piel de salmón crujiente con tartar de salmón y aguacate. Preparaciones muy elaboradas, con multitud de matices y que no buscan otra cosa que hacer vivir la experiencia más sincera de la cocina japonesa.
Yashima
Avenida de Josep Tarradellas, 145 08029 Barcelona
934190697
yamashitagroup.com/yashima
Japonesa
30€-45€