Claudia Peris y Freddy Mas han pasado la mitad de su vida enfrascados entre películas, productora y cineasta. Terminaron más atraídos por el reto de hacer de un restaurante todo un taquillazo. Debe tener la restauración la ventaja de ver los resultados más pronto, de vivir un rodaje cada día. Hasta aquí los paralelismos.
Ambos se enfrascaron, entre callejuelas de la Valencia más medieval, en la misión de hacer de su restaurante, Mar de Avellanas, un valor seguro, identificable por la ambición de sus platos y la discreción de la cuenta final. Tirando de intuición, sin experiencia previa, comenzaron a crear en 2010 un restaurante elegante, accesible, donde por un buen precio se fraguaron grandes historias.

No haber pertenecido previamente al entorno gastronómico les hizo pasar por alto algunas convenciones, buscar diferenciarse, y al final captar una clientela que ha venido siendo fija durante todos estos años.
En una Valencia cuyos restaurantes viven en una ebullición constante, buscando el esplendor entre una competición feroz, Mar de Avellanas se ha emancipado de sí mismo. Desde hace unos meses estrenan nuevo local en la cercana Plaza del Patriarca (plaza antigua en expansión y con un puñado de buenas propuestas alimentarias como Delirant, Domèstic y ahora Mar; y otras aperturas de menos franqueza como Tago Mago).

La novedad revela ambición desde el propio edificio, cuyo interiorismo es obra del diseñador Jaime Hayon, uno de los mejores profesionales del ramo que dejó Londres para trasladarse a una desconocida Valencia. Hayon, socio del local, ha planteado en Mar de Avellanas parte de su mundo, elegante, misterioso, donde la distensión supera al refinamiento.
La ambición alcanza también al concepto de negocio, dividido en dos áreas: un bistró con barra y salida a terraza, llamado El Inventario, para servicios más rápidos y casuales; y el restaurante propiamente dicho, que representa el paso adelante de Peris y Mas.

Manteniendo la fidelidad por la antigua clientela, hay toda una transgresión. El restaurante sigue ajustando los precios como ley pero ofrece una carta con guiños a la innovación, todavía en rodaje.
No hay demasiados locales con los que pueda compararse porque han hecho de la transversalidad del espacio -en breve desarrollarán incluso propuestas culturales en el entorno- la marca de la casa. Ajustar esa polivalencia es uno de sus retos.
El sueño de los dos amantes del cine sigue adelante entre cubiertos.
Mar de Avellanas
Plaza del Colegio del Patriarca, 6 46003 Valencia
963925166
www.mardeavellanas.com
Mediterránea
20€-50€