Nació al calor de su hermano mayor, el restaurante Alba París, rebautizado hace poco más de un par de años como Carlota Restaurant. Lo hacía como un espacio gastronómico sencillo y sincero que venía a complementar la cocina que la joven chef Carlota Claver comenzó a practicar con veinte años recién cumplidos en la casa madre.
Alba Granados, con platos emblemáticos como sus huevos rotos con foie y trufa, no tardó en convertirse en clásico. Si los parroquianos más antiguos recuerdan a la madre y abuela de la cocinera de aquí para allá en el establecimiento de la barcelonesa calle París, con dos décadas a las espaldas, los nuevos asisten a la viveza de la hija y nieta en un local con aires neoyorquinos y carta tradicional con toques de autor.

En un local recientemente renovado tras un desgraciado incendio, tres espacios bailan prácticamente a la par. Por un lado una barra y un comedor, donde se manifiesta esta cocina típica catalana de altísima calidad, con un producto rotundo, y una coctelería, que recibe el nombre de Bala.
La generosa minuta del Alba Granados presenta aperitivos para compartir como los caracoles a la llauna, mejillones de roca a la brasa, terrina de foie mi cuit con carquiñoles o croquetas del Alba, hechas con carn d’olla, compango y jamón de la denominación de origen Guijuelo. Seguimos con elaboraciones frías, como el ceviche de salmón con fruta de la pasión o la ensaladilla rusa; calientes como los raviolis de pasta Wanton con calabaza y queso azul o la sopa de galets con pelotitas; y platos «con un par de huevos» acompañados por foie y mantequilla de trufa o cebolla crispy.

En la segunda página, el restaurante nos ofrece productos propios de un buen colmado, como una tabla de quesos o unas ostras «Special número 2» al natural y a la brasa, así como el resto de la carta, con sus platos fuertes. Salmón a la plancha con espuma de espárragos verdes o la paella del Alba en pescados; canelones trufados de pollo asados, ternera y setas de temporada o pies de cerdo deshuesados con butifarra negra en carnes; y patatas panaderas o pimientos del Padrón como guarniciones.

La propuesta tradicional de esta típica casa barcelonesa termina con sus platos de carne roxa de buey de raza frisona con seis años de edad. Reses alimentadas con pasto cuya carne es madurada entre 21 y 25 días en cámaras con niveles de temperatura y humedad controlados. Son su chuletón, el bitok con foie y cebolla caramelizada o el solomillo a la parrilla con parmentier de patata y mantequilla de trufa negra y pimiento del piquillo.
Restaurante Alba Granados
Calle de Enric Granados, 3408008 Barcelona
934546116
www.grupalba.com/albagranados.html
Catalana
35€-50€