Magic Rock Cannonball: un cañonazo de lúpulo directo al paladar

Detalle de una lata de Magic Rock Cannonball
Magic Rock Brewing / Sam Needham
Cannonball es la cerveza más icónica de la cervecera inglesa Magic Rock Brewing, una IPA como mandan los cánones, muy aromática y amarga, y con una elevada graduación alcohólica.
Por Antony Peel
13 de junio de 2019
Cervezas artesanas

Prácticamente a medio camino entre las grandes urbes de Manchester y Leeds se encuentra la pequeña ciudad de Huddersfield. Una ciudad eminentemente industrial, conocida históricamente por su producción textil y sus empresas químicas, que seguramente pase desapercibida para los millones de turistas que visitan el Reino Unido cada año. A menos que esos viajeros sean amantes de la cerveza, claro está.

Porque desde 2011, Huddersfield alberga uno de los proyectos más importantes de la escena craft británica. Ese fue el año en el que tres auténticos apasionados de la cerveza como son los hermanos Richard y Jonathan Burhouse, y el maestro cervecero Stuart Ross, decidieron convertir ese amor por el lúpulo en una manera de vivir y ganarse el pan de cada día. Inspirados por las tradiciones cerveceras locales pero sobre todo por el floreciente panorama norteamericano decidieron crear Magic Rock Brewing en una pequeña dependencia anexa a la empresa familiar.

La verdad es que tuvieron una recepción inicial realmente espectacular. Ya en 2011, durante su primer año de vida, Magic Rock fue votado como la segunda mejor cervecera rookie de todo el mundo, y desde entonces han acumulado 5 años dentro del Top 100 mundial según la prestigiosa web Ratebeer.com. De hecho, tal fue su abrumador éxito, que en sus primeros 18 meses de vida tuvieron que expandir su fábrica con nuevo equipamiento hasta en dos ocasiones.

Llegado el momento trasladaron su fábrica a otras instalaciones de mayores dimensiones y más capacidad, algo más alejadas del centro de la ciudad pero provistas de su propio taproom, allá por 2015, año en el que comenzaron a enlatar sus referencias fijas. Todo el diseño de esas latas corrió a cargo del prestigioso diseñador Richard Norgate que también se ha encargado de renovar la imagen de la marca y sus envases en 2018, dotándoles de un aspecto más moderno y contemporáneo, algo que concuerda más con su público objetivo algo aburrido de la escena cervecera tradicional.

Cannonball IPA, la bola de cañón de Magic Rock Brewing

Logo de Cannonball utilizado en tiradoresMagic Rock Brewing

Pero obviamente el éxito de Magic Rock no sólo se debe a su cuidada imagen, sino también a la excelente calidad de sus cervezas. Unas cervezas que están en constante evolución, con un carácter muy marcado, de clara inspiración norteamericana como ya hemos comentado, y con sabores muy intensos, sin dejar de ser cervezas muy equilibradas y tremendamente bebestibles.

Birras que ya han traspasado las fronteras británicas, llegando ya a 25 países de todo el mundo. Un número que seguramente irá en aumento a lo largo de los próximos meses después de la adquisición de Magic Rock por parte de la gigante australiana Lion, dueña de marcas como la famosa XXXX.

Probablemente la más destacada de todas esas cervezas producidas y exportadas por la marca inglesa, es su todavía buque insignia, la célebre Cannonball IPA, una de las primeras referencias elaboradas por los chicos de Huddersfield y que lleva en producción desde mayo de 2011. Se trata de una India Pale Ale con todas las de ley, muy aromática y lupulada y con un alto contenido alcohólico, hasta tal punto que para los más puristas puede acercarse peligrosamente a los límites de lo que considerarían una Imperial IPA.

Elaborada con lúpulos de procedencia americana como son Amarillo, Centennial, Citra, Columbus, Magnum y Simcoe, alcanza una graduación alcohólica del 7,4%, aunque ese no es su aspecto más destacado, sino su intenso sabor que simplemente explota en nuestro paladar como si acabásemos de recibir un cañonazo de lúpulo, percibiendo sus notas resinosas y a frutas tropicales y cítricas, sin dejar de lado un ligero dulzor maltoso proporcionado por las maltas de cebada y trigo empleadas en su elaboración.

De aspecto dorado anaranjado, aunque algo turbio, posee una espuma poco persistente, una carbonatación media y un cuerpo más que aceptable. Es al final del trago cuando comenzamos a percibir su intenso amargor, cuantificado en unos 60 IBUs, que nos recuerda que se trata realmente de una IPA de origen inglés y no estadounidense, a pesar de las variedades de lúpulo utilizadas. En resumidas cuentas, un auténtico cervezón que hace honor a su nombre, una bola de cañón capaz de dejarte tocado y hundido con su fuerza y carácter.

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