Nuestro organismo necesita de minerales para el adecuado funcionamiento de ciertas funciones vitales y uno de ellos es el sodio, por eso debemos tener en cuenta qué alimentos contienen más sodio:
- Mariscos.
- Bacalao salado.
- Salsa de soja.
- Anchoas en aceite.
- Alcaparras.
- Sal común.
- Quesos.
- Galletas.
- Embutidos.
- Cereales de desayuno.
- Caldos concentrados.
- Levadura de cerveza.
- Panceta.
- Caviar.
- Conservas en vinagre.
- Carnes frías y fiambres.
- Leche.
- Aceitunas.
- Atún.
- Puré de patata.
- Pescados.
- Condimentos a base de tomate.
- Huevos.
- Muslos o alitas de pollo.
- Sopas.
- Carnes ahumadas.
- Pizza.
- Pan.
Como vemos, la lista de alimentos con una mayor concentración de sodio es amplia. En ella encontramos desde materias primas que contienen este mineral de una forma natural, hasta alimentos procesados o precocinados, habitualmente la mayor fuente de sodio hoy en día. Por este dato es importante conocer aquellos comestibles que de forma natural lo incluyen, porque siempre serán más sanos que cualquier plato previamente preparado y procesado.
Pero volvamos al sodio en sí mismo, ¿qué es? El sodio es un elemento químico identificado con el símbolo Na que resulta indispensable para la vida. El llamado «catión sodio», referenciado con el símbolo Na+, es protagonista en el metabolismo celular, garantizando por ejemplo la transmisión del impulso nervioso. Sin embargo, en condiciones normales, rara vez será necesaria la ingesta intencionada de alimentos especialmente ricos en sodio. En primer lugar, porque los niveles que contiene el ser humano en el organismo, practicando una dieta normal, suelen ser los adecuados; y en segundo lugar, porque una ingesta inadecuada, excesiva, nos puede mostrar la mala cara de este mineral. Porque el exceso, y más en este caso, nunca es bueno.