Los alimentos que contienen más elastina son las carnes de vacuno, cerdo o ave, el pescado -atención al salmón, el atún o la trucha-, huevos, lácteos y frutas y verduras, con especial atención a las hojas verdes de espinacas, acelgas o lechuga. Los frutos rojos y las frutas ricas en vitamina C son esenciales, así como aquellos alimentos ricos en vitamina A, como las zanahorias.
La elastina viene ligada al colágeno, dos elementos necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Mientras que el colágeno nos aporta firmeza, la elastina ayuda a mantener una mayor elasticidad. Mientras somos jóvenes, el colágeno y la elastina se mantienen en niveles altos, pero a partir de los 35 años necesitamos un mayor aporte en nuestra dieta.
El grupo más importante, de donde vamos a sacar un mayor aporte de elastina, es el de la carne roja, como la de vacuno o el cerdo. También la del pollo o el pavo. Los cartílagos aportan elastina y colágeno, quizá son elementos muy calóricos, pero se pueden consumir con facilidad a base de caldos.

En cuanto a las verduras y frutas, el nivel de elastina se reduce bastante respecto a la ingesta a partir de alimentos de origen animal, pero también podemos consumir esta proteína a base de vegetales. En concreto, en las frutas ricas en vitamina C, como el kiwi o la naranja, y antioxidantes, como el melón, los frutos secos, espinacas, lechuga, zanahoria, arroz integral o soja.
Otros alimentos ricos en elastina son varios tipos de pescado. El atún o el salmón, por ejemplo, son sanos y ricos en esta proteína. Si estamos buscando una mejora en nuestra piel, hay que tener en cuenta que también tienen una gran cantidad de omega-3.
Los huevos y lácteos, que no deben faltar en nuestra dieta, tienen un alto contenido en proteínas y ayudan a llegar al mínimo recomendado diario de colágeno y elastina. Fáciles de preparar y consumir.