Qué es el nitrógeno líquido y para qué se usa en la cocina

Preparación de una receta con nitrógeno líquido
Nitroschool y Martin Lippo
A mediados de los años 70 del siglo XX, el nitrógeno líquido comenzó a utilizarse en la cocina para conseguir texturas y temperaturas inéditas hasta el momento.
Por Alfredo Álamo
21 de enero de 2020
Utensilios

El nitrógeno es uno de los gases más abundantes en nuestra atmósfera, pero cuando logramos que se licue, gracias a un proceso de destilación fraccionada del aire líquido, se mantiene por debajo de su temperatura de ebullición, unos 196 grados bajo cero.

El nitrógeno líquido es conocido por su capacidad especial para lograr refrigerar y congelar todo tipo de sustancias, tanto biológicas como artificiales. Su capacidad para bajar la temperatura de manera drástica llamó la atención de varios cocineros en los años 70, pero no es hasta los 90 que su aplicación en el mundo de la gastronomía da un salto cualitativo, convirtiéndose en una herramienta más al alcance de los cocineros actuales en busca de un toque sofisticado.

La baja temperatura a la que se mantiene el nitrógeno líquido es extrema, por lo que hay que trabajar con él con mucho cuidado, del mismo modo que si estuviéramos cocinando con aceite hirviendo. En contacto con la piel puede producir daños muy serios, por lo que, en cocina, siempre se usan guantes de seguridad. Eso sí, aunque la temperatura que podemos conseguir es muy baja, los alimentos siempre se sirven a más de – 18 grados.

Hay que destacar los nombres de chefs como Ferrán Adrià, Heston Blumenthal o Dani García, los cuales incorporaron varios platos creados gracias a la aplicación del nitrógeno líquido, en busca siempre de la unión entre gastronomía, ciencia e innovación, gracias a las posibilidades que su uso abre a la imaginación del cocinero.

Hoy en día se pueden utilizar técnicas de cocina que van más allá de los primeros sorbetes creados con nitrógeno líquido. Algunas de estas se combinan entre sí para obtener, por ejemplo, nieves, planchados, polvos y numerosos tipos de helados; también se puede jugar con la textura en sopas heladas o gazpachos.

Hoy día, la tecnología que usa el nitrógeno líquido sigue en evolución y permite una mejor gradación de las temperaturas a utilizar, lo que permite un mayor juego a la hora de encontrar nuevas texturas y puntos de congelación, cambiando, de igual modo, las formas de presentar platos líquidos tradicionales.