Suena bossa nova; el rasgueo melódico de la guitarra clásica del brasileño Baden Powell retumba en cada uno de los rincones. Aperitivo con cócteles como bienvenida. Raciones cuidadosamente preparadas dispersas por la sala. Y hambre. Hambre de pasarlo muy bien. Esto es lo que te espera en casa de la anfitriona profesional y alma del cátering que lleva su nombre, Norema Salinas.

Para estas fechas de comilonas varias, si lo que buscas es un lugar tranquilo, acogedor y con encanto para huir del bullicio de las celebraciones y reunirte con tus amigos, este es tu sitio. Situada en las afueras de Madrid, en la urbanización de La Moraleja, esta empresaria, que imprime un toque multicultural a todo lo que realiza (sus raíces son brasileñas, norteamericanas y libanesas), ha transformado su hogar en un restaurante pop-up, para un máximo de 45 comensales, que te hará sentir como en el salón de tu casa, con un servicio privado y ambiente personalizado. Del 18 al 21 de diciembre, la planta baja de su casa, con un salón de 100m2 diseñado por la interiorista Taresa Sapey, amplios ventanales con vistas al jardín y decorado con un estilo rústico, se convertirá en tu campamento base por unas horas.

Aquí, alrededor de una gran mesa, con la chimenea de fondo y la bodega a la vista, colgarás el delantal para elegir entre dos menús que incluyen platos como un buey meloso, ensalada de rollito de confit de pato o de lentejas con vieiras y merluza con vinagreta de tomate trufado. De postre, nada como su clásico pudding suflé de chocolate o el membrillo que se realiza con el membrillero que Norema tiene en el jardín. Si de repente te surgiese alguna duda o quieres apuntar cuáles son los ingredientes del suculento menú, el chef estará dispuesto a revelarte su toque maestro. Por si acaso, lleva cuaderno y lápiz.
