A Quique Dacosta le gusta definirse como un cocinero autodidacta, alguien que ama la gastronomía y se ha hecho a sí mismo. Razón no le falta. Con tres décadas dedicadas al oficio, este extremeño adoptado en el mediterráneo valenciano, ha tenido que saborear desde amargos a dulces entre los fogones de las que han sido y son sus cocinas, ha reído en ellas y probablemente se ha emocionado, en definitiva ha crecido. Esa experiencia vital, esa razón de existencia, queda más que patente en el libro que publicó durante la pasada primavera, 3.

Un título tan simple como claro, tan corto como elocuente. Tres son las publicaciones que el chef ha llevado al mercado en solitario —aunque participó en una cuarta con otros autores, Más allá de los sabores: la nueva cocina valenciana— y tres son las estrellas Michelin que su restaurante homónimo en Denia exhibe con orgullo. Y es que su principal casa es el verdadero motor de la obra que presenta de la mano de la editorial Grijalbo.

El libro 3 es, a modo de diario personal, la historia íntima de la vida anterior y posterior a la obtención de la condición de triestrellado. Un obra surgida de forma circunstancial, pero desencadenada por el galardón, que comienza en la pantalla de su iPad el 12 de noviembre del año 2012, cuando viajó junto a otros cuatro cocineros españoles a celebrar el cuarto de siglo del monegasco Le Louis XV de Alain Ducasse, y pone punto y seguido, que no final, apenas dos semanas después, cuando el día 20 del mismo mes y año promete afrontar la nueva temporada de su restaurante con toda la fuerza y energía de su compromiso con los comensales.

Quique Dacosta, que detalla con naturalidad y gran intensidad momentos sumamente íntimos de aquellos días en los que un resultado diferente hubiese condenado su casa al cierre por los problemas económicos que arrastraba, trufa sus palabras con las fotos del fotógrafo brasileño Sergio Coimbra a la cincuentena de platos del menú que convenció a la guía francesa, El sabor del Mediterráneo.

Las vivencias reflejadas en 3, editado en una edición bilingüe en español e inglés, sirven para cumplir uno de los propósitos del cocinero valenciano: dejar escrito todo lo que resulta de su cocina, de sus creaciones y experiencias, para quien quiera consultarlo.
Porque si de algo aprendió Dacosta, además del trabajo diario en la cocina, fue de los libros.