Francisco Torreblanca García, más conocido como Paco Torreblanca, es casi seguro el repostero español más conocido tanto en nuestro país como fuera de él. Paco es el creador y responsable máximo de su pastelería homónima y de una firma de dulces distribuidos en múltiples superficies. El establecimiento central es el origen de todas las ideas dulces de esta marca. Desde la casa consideran que lo que hacen es un arte efímero que brinda placer a los sentidos.
El centro de operaciones de la casa Torreblanca comparte espacio con la Escuela Torreblanca y el obrador del maestro pastelero. La tienda decorada en negro y beige con muebles elegantes en tonos oscuros capta la esencia de las boutiques pero allí y allá presenta elementos ornamentales rompedores y detalles industriales como el sistema de iluminación. La acción principal de la marca tiene lugar aquí, este es el único lugar en el que se puede disfrutar en exclusiva de productos de edición limitada y muestras de estacionalidad repostera.

El éxito de la alta pastelería de autor parte de un completo y exhaustivo conocimiento de la tradición. El respeto total a la repostería tradicional es necesario para poder innovar y ejecutar creaciones sorprendentes que rompen con los convencionalismos en dulce. Uno de sus productos más reconocidos y demandados es el panettone, dulce propio de las fechas navideñas que el maestro elabora con productos típicos como son las frutas deshidratadas y el chocolate pero también con sabores más arriesgados como la naranja o gianduia.
Entre las tentaciones más accesibles y agradables figuran las rocas, piedras y quicos de chocolate. Pequeños bocados en cacao que integran frutos secos y otros productos muy combinables. Más refinados son los macarons y pastas para el té, delicadas piezas aligeradas y sutiles que solo se pueden crear partiendo de una alta base de conocimientos técnicos. Entre los dulces más técnicos se encuentra el stollen, un pan dulce de origen alemán muy propio de la Navidad. Este postre parte de una masa densa de levadura aderezada con frutos secos y confitados.

El chocolate es claramente uno de los elementos fetiche de Torreblanca, la marca cuenta con múltiples especialidades que exploran porcentajes y orígenes para crear chocolatinas de distintos formatos, curiosos envases repletos de caviar en chocolate y un sinfín de bombones con imaginativos rellenos que atestiguan la capacidad creativa de la marca.