Los cereales y pseudocereales son parte esencial de nuestra alimentación. Desde la antiguedad, han sido consumidos para la especie humana como sustento principal y fuente abundante de energía. Además del popular trigo, hay un mundo de cereales no tan frecuentes que poseen múltiples beneficios y propiedades realmente positivas para nuestra salud. A continuación, analizamos algunos de estos productos vegetales.
Quinoa

La quinoa es un pseudocereal muy cultivado en la cordillera de los Andes. Es un alimento de origen vegetal que tiene aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitaminas, tiene tanta proteína que se equipara a la leche, y además, no contiene gluten. Al tener tantísimas propiedades y un alto valor biológico, está considerado como un súper alimento, cargado de cualidades nutricionales y muchos más beneficios que los cereales tradicionales como el trigo, el maíz o el arroz y la avena.
Trigo sarraceno

El trigo sarraceno, también conocido como alforfón, proviene de Asia Central, aunque su cultivo y consumo está distribuido a lo ancho y largo del planeta. Aunque popularmente se considera un cereal, botánicamente no lo es. Sí que tiene unas características parecidas, pero no pertenece a la familia de las gramíneas sino a las poligonáceas. Le llaman la reina de la proteína vegetal ya que tiene un elevado contenido en proteínas de las cuales se puede asimilar hasta un 70%. Este energético y nutritivo alimento es rico en lisina y en otros aminoácidos esenciales como la arginina, metionina, treonina y valina. Hay que reseñar que el trigo sarraceno es apto para los celíacos, ya que no contiene gluten.
Espelta

La espelta proviene del trigo, pero guarda en su interior más beneficios que su pariente refinado y blanco. Su perfil nutricional guarda características con el trigo común, pero contiene mayores niveles de riboflavina y niacina que éste. Su sabor es realmente característico: algo dulce, tostado y con aromas a frutos secos como la nuez. Se puede decir de la espelta que es una especie milenaria de trigo, con un contenido mucho menor en gluten, y amplias propiedades culinarias.
Amaranto

Una ensalada con vegetales frescos, alguna grasa saludable como el aguacate y amaranto nos proporcionará una gran cantidad de calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio. Este grano es uno de los pocos cereales que contienen vitamina C. Además de en fórmulas saladas, se puede consumir en batidos y jugos. Su consumo se remonta a las primeras poblaciones andinas por sus numerosas propiedades energéticas, que los indígenas consideraban que eran hasta afrodisíacas.
Centeno

Ya en el paleolítico se consumía este cereal, que molido en forma de harina, sirve para preparar panes realmente sabrosos y energéticos. Aparte de un buen contenido calórico, tiene fibra -cosa no tan frecuente en los cereales, sobre todo si son refinados-, antioxidantes y ácidos fenólicos. Su riqueza en selenio y zinc favorece el buen mantenimiento del sistema inmunitario.