El último de los proyectos de Javier y Sergio Torres, el par de incombustibles y televisivos hermanos, es Cocina Hermanos Torres, un restaurante centrado en el concepto que vive tras el término anglosajón chef table. El restorán se aleja de las configuraciones al uso para presentar un espacio que más bien es una gigantesca y tecnológica cocina con mesas. Gracias a este formato, el comensal puede vivir de primera mano el proceso de elaboración de los platos y sus pasos previos.

La desaparición de su restaurante Dos Cielos de Barcelona fue por un buen motivo: emprender su negocio más personal en el que controlan cada uno de los elementos para brindar una experiencia memorable que lleva bien marcado el apellido de los hermanos. La iniciativa ha sido rápidamente aplaudida por los inspectores de la Guía Michelin, quienes les otorgaron los dos brillos en la gala celebrada el pasado mes de noviembre en Lisboa.

Lo que hoy es el restaurante, antiguamente fue una nave de neumáticos del barrio de Les Corts. Los Torres, junto al arquitecto Carles Ferrater, diseñaron una estructura única que permite asistir en directo a todos los instantes de acción que se desarrollan durante un servicio. Cercanía, grandes productos y la energía de dos de los cocineros más activos y elocuentes del panorama gastronómico español. Durante el menú degustación, aparecen platos como el fino ravioli de codorniz en escabeche; un viaje entre Valencia y Barcelona a través de las clotxinas, con gazpachuelo y algas; una combinación de encurtidos y salazones con aires alicantinos o el salmón Kvitsoy, un plato de pescado acompañado de caldo cítrico, preparado a baja temperatura y servido con perlas de sagú, su propio caviar, algas y un fumé realmente fino.

El menú degustación se concluye con el apartado dulce, un carnaval de bocados en distintas texturas y temperaturas con el que comprobar que la maestría de los hermanos no sólo es cosa de salados. Este apartado comienza con el sabor del queso de cabra con toques de galleta, prosigue con un monográfico sobre la almendra, que presenta este fruto seco de forma líquida, en helado, como crema y finalmente, con un crujiente hecho con praliné de almendra tostada y vainilla. Seguramente, el postre más indulgente sea la nube helada de chocolate y cereza, un plato muy goloso que combina la profundidad del chocolate con el punto ácido y refrescante de las cerezas del Valle del Jerte. En esta cocina hay felicidad.
Cocina Hermanos Torres
Calle de Taquígraf Serra, 2008029 Barcelona
934100020
cocinahermanostorres.com/es
Española, De mercado, Creativa
150€-180€