La elección de una dieta vegetariana o vegana es una decisión consciente que muchas personas toman por razones éticas, de salud o ambientales. Sin embargo, en un mundo donde la información nutricional puede ser confusa y engañosa, es importante estar alerta ante los ingredientes ocultos en los alimentos que consumimos, especialmente si seguimos este tipo de dieta. Existen alimentos que aunque puedan revestir la apariencia de ser vegetarianos, en realidad contienen ingredientes de origen animal.
A continuación, te hablamos de tres alimentos que podrían parecer aptos para personas que siguen una dieta vegana pero que, en muchos casos, no lo son: son las gelatinas de frutas, las chucherías o gominolas y la bollería.
Gelatinas de frutas
La apariencia de la gelatina puede llevarnos a pensar que es un postre vegetariano hecho a base de frutas, sin embargo, la gelatina se obtiene del colágeno de los huesos, cartílagos, ligamentos, tendones, piel o vísceras de animales como cerdos, vacas, pollos o gallinas, aunque también de pescados. Por lo tanto, las gelatinas de frutas no son vegetarianas ni veganas ya que contienen en su composición componentes de origen animal. Existen cada vez más gelatinas elaboradas con otros ingredientes alternativos como la pectina obtenida de frutas y vegetales.

Gominolas y otras chucherías
Las gominolas, que solemos encontrar en una amplia variedad de colores y sabores y que son tan populares entre niños, son otro de esos productos que podría pensarse apto para una dieta vegetariana, sin embargo, cabe ser precavidos. En la composición de muchas de estas gominolas y chucherías se suelen encontrar diferentes aditivos y algunos tienes procedencia animal, como la misma gelatina que hemos comentado anteriormente o colorantes de color como el E-120, un colorante de color rojo que se obtiene a partir de la cochinilla, lo que las hace incompatibles con una dieta vegetariana estricta.

Bollería
Al pensar en bollería seguramente lo que te venga a la mente como ingredientes es harina, levadura, agua, azúcar, sal… nada de origen animal a primera vista. Sin embargo, cabe prestar mucha atención: en muchas ocasiones la bollería incluye entre sus ingredientes grasas de origen tanto vegetal como animal, como podría ser por ejemplo la grasa de cerdo tan habitual para la elaboración de pasteles y galletas, u otros ingredientes como huevos, derivados de la leche y demás, y es ahí donde está el problema. Por esta razón, en caso de que sigas una dieta vegetariana, es muy importante leer con atención el etiquetado de los productos y consultar con el fabricante en caso de duda.

Como ves no todos los alimentos que parecen vegetarianos realmente lo son. Las gelatinas de frutas, las chucherías o gominolas y la bollería son tres ejemplos de alimentos que a menudo contienen ingredientes de origen animal, lo que los hace incompatibles con las dietas vegetarianas. Para evitar sorpresas, si sigues este tipo de dieta lee las etiquetas de los alimentos con atención y buscar alternativas que se ajusten a tus preferencias alimenticias y éticas.