Si le preguntas por un aroma, te dirá el del cocido, y por un rincón gastronómico para desconectar, Cádiz. Si rebuscas en su nevera, un ejército de salsas te dará la bienvenida, mientras más picantes, mejor. Y para apaciguar a las fierecillas tras un suculento banquete, Ismael El-Qudsi no lo piensa dos veces, y echa mano de la discografía de Sabina.
Todo un prescriptor en el universo digital, Ismael, CEO de Internet República (agencia especializada en Social Media, SEO y márketing online) y organizador de Internet Es Tuyo, es un imprescindible en los eventos relacionados con el márketing en Internet y buscadores, como también una pieza clave de las aulas al impartir clases en el Master Internet Business (MIB), ESIC e Instituto de Empresa.
¿Qué ingrediente te define?
Vale, sé que no va a sonar muy chic pero... las lentejas es por lo que soy conocido en mi entorno. Y ahora, para compensar, diré que hago los mejores gin tonics de Madrid, y parte de Ávila.
¿Qué podemos encontrar en tu despensa?
En invierno, indispensable el caldo. Ya te he dicho que no soy muy chic, pero soy adicto a las sopas.
¿Y en la nevera?
Salsas. De todo tipo: desde vinagreta de fresa para las ensaladas a salsas picantes, que son mi perdición.
¿Cuál es tu playlist para una comida con amigos?
No me gusta escuchar música, y menos ver la tele, cuando estoy con amigos. Eso sí, para la sobremesa no puede faltar Sabina.
¿Y la canción para el fin de fiesta?
Cualquiera de los ochenta. Creo que me estoy haciendo mayor...
¿Qué distingue a un buen anfitrión?
Que esté atento a los detalles, pero que también sepa crear el clima de confianza para que cualquiera pueda ir a la cocina y servirse sin sentirse incómodo. Ah, y que no te haga pagar la cena a escote (y menos aún el vino).
¿Qué significa para ti la cocina?
Algo que he descubierto tarde y que me arrepiento de no haber aprendido de niño. Ahora estoy poniéndome al día, pero creo que es uno de esos placeres que se disfrutan no solo en el momento en que ocurren, sino también antes, y si la experiencia ha sido increíble, incluso después. Sería algo así como un orgasmo de muchos minutos dividido en el tiempo.
¿Un placer (in)confesable?
Las fresas (aquí es donde tienes que juzgar si es confesable o no).
¿Una ciudad gastronómica?
Nueva York. Porque "lo tiene todo, papi". Y un poco más cerca, Madrid o Barcelona. País Vasco me alucinó, pero he ido poco.
¿Un rincón gastro para desconectar?
Pues fíjate, a mí lo que más me gusta es ir de tapas. Cádiz es mi debilidad... y cualquier chiringuito me vale. Por aportar un toque internacional, me encanta el ambiente del restaurante Buddakan, el que sale en "Sexo en Nueva York". La música es estridente pero la decoración es increíble y se genera muy buen rollo.
¿Un aroma?
El del cocido, a ser posible el que prepara mi madre.
¿Un capricho reciente?
Ir a Diverxo. Sé que en época de crisis no está bien alardear de este tipo de caprichos, pero cada uno tiene sus vicios...
¿Una locura gastronómica?
"Los huevos de Abraham", en Viridiana. Aún no he conseguido olvidarlos...
¿Una bebida?
Gin tonic. Es una de las pocas bebidas alcohólicas que bebo y disfruto.
¿Qué llevas cuando te invitan?
Cuando tengo confianza, llevo alguna botella de ginebra poco habitual y los ingredientes para preparar gin tonics. Cuando no hay esa confianza, o la ocasión no lo requiere, soy muy clásico y llevo un vino de Rioja.
¿El look perfecto para salir a cenar?
Cómodo. En mi caso, suele ser americana sin corbata. ¿Es impresión mía o la americana estiliza?
¿A qué cinco personajes vivos o muertos invitarías a tu cena-fiesta?
Evidentemente, a Sabina. Tiene pinta de no comer mucho, es inteligente y canta. ¿Qué más se puede pedir?
Lo combinaría con alguien de ideología radicalmente contraria a la suya para fomentar el debate. Eso sí, prohibido políticos. No soy nada mitómano y me gusta la polémica, así que añadiría a Steve Jobs y Bill Gates. Las otras dos plazas serían de alguien cercano a mí, para poder rememorar luego esta cena.
Para esta cena-fiesta, ¿cocinarías o encargarías la comida?
No se me ocurriría cocinar. Es más, lo que haría sería que los invitados tuviesen que cocinar la comida guiados por un chef de esos que dan cursos de showcooking. Cocinar en grupo es una experiencia muy bonita y que recomiendo a cualquiera.
¿Cuál sería tu última cena?
Uf, pasopalabra.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
Ninguno. Con la comida no se juega.
¿Tu noche favorita de la semana?
Nunca lo hubiera dicho, pero desde hace poco tiempo la noche que más disfruto es la del domingo. Eso sí, después de haber comido bien. Es el único día de la semana en que no tengo ningún plan, obligaciones, etc. lo cual me permite "no hacer nada".
Cuando entras en un restaurante, ¿en qué te fijas primero?
En la decoración. Y en si la gente parece estar pasándolo bien. Si fuese el gerente de un restaurante, pondría siempre a la gente de mejor rollo cerca de la entrada, porque el humor se contagia.
¿Tu último descubrimiento gourmet? Restaurante, café, bar...
La verdad es que tengo la suerte de trabajar en una zona de Madrid que está rodeada de sitios magníficos, así que escoger uno me resulta difícil pero nombraré un sitio como Dray Martina por lo natural de su menú y su decoración tan cuidada.
El que sí se ha convertido en uno de mis favoritos de Madrid diría que es el restaurante Silk & Soya, una fusión increíble de cocina tailandesa, coreana y japonesa. ¡Su sushi es un must!