Entrar a su taller de la madrileña calle del Escorial es respirar artesanía. El local que en el pasado fuera una cochera, pasó por ser una carpintería y tras pasar por las manos de Javier Sánchez Medina, aquellas que han recuperado lo tradicional del espacio con buen hacer artesanal, es un apéndice más de su alma. Aunque desde bien pequeño su sueño era apagar fuegos llegando incluso a preparar la oposición para el cuerpo de bomberos, un buen día paró la máquina de la inercia que le había llevado y sintió que no era en realidad lo que quería. El oficio artesanal de la restauración llamó a las puertas de su corazón. No dudo en abrírselas de par en par. El recuerdo de su infancia en un patio típico de Extremadura,donde su padre y abuelo tejían persianas de pleita, es el responsable de su taller artesano hoy ubicado el castizo barrio de Malasaña.
Desde su rinconcito en la Villa y Corte, Sánchez Medina, desarrolla su labor de restaurador devolviendo la vida a viejos muebles, concibiendo espejos de bambú y mimbre y particulares trofeos de caza con esparto y madera blanca.
Pero además del amor por la artesanía, otra gran estima se ha cultivado desde que era niño, y esa es la pasión por la cocina. No ha salido 'chef' como uno de sus hermanos, que dirige la cocina de un restaurante de Cádiz, pero sí es de los que cocinan siempre que el tiempo se lo permite, prefiriere "comer en casa, tradicional y de cuchara" y aprovechar la más mínima excusa para montar un pequeño banquete e invitar a los mejores amigos. Como buen extremeño se identifica con todos los ibéricos habidos y por haber, sobre todo con el jamón de bellota; como buen deportista en su despensa y frigorífico no pueden faltar verduras, frutas arroces, frutos secos y un sinfín de pasta; y como buen amante de la carne nunca le falta un buen chuletón de ternera listo para cocinar y algo de pollo. Su ciudad gastronómica podría ser cualquiera de la geografía española, aunque últimamente Santander lo ha conquistado. Su placer (in) confesable un buen helado de dulce de leche con galletas mientras ve una buena película. ¿Qué más enamora a este artesano del siglo XXI?
¿Qué ingrediente te define?
Como buen extremeño todos los ibéricos me encantan y en especial el jamón de bellota.
¿Qué podemos encontrar en tu despensa?
Me gusta hacer deporte y trato de cuidar mi alimentación por lo que siempre encontrarás en mi despensa verduras, arroces, frutos secos y todo tipo de pastas.
¿Y en la nevera?
Soy muy carnívoro, así que nunca puede faltar pollo y un buen chuletón de ternera.
¿Cuál es tu playlist para una comida con amigos?
Cuando estoy con amigos me gusta escuchar música tranquila como London Gramar y Bon Iver para poder disfrutar con ello y de una buena conversación.
¿Y la canción para el fin de fiesta?
New York, New York de Frank Sinatra.
¿Qué distingue a un buen anfitrión?
Hacer que tus invitados se sientan como en su propia casa.
¿Qué significa para ti la cocina?
Para mí es la escusa perfecta para reunir a mis amigos.
¿Un placer (in) confesable?
Hartarme de helado de dulce de leche con galletas viendo una buena peli.
¿Una ciudad gastronómica?
Cualquier ciudad de España. Aunque recientemente descubrí en un viaje la zona de Santander y me encantó su gastronomía.
¿Un rincón gastro para desconectar?
Para casa.
¿Un aroma?
El aroma del café recién hecho que me recuerda a mi niñez y a mi hogar.
¿Un capricho reciente?
Un risotto negro con chipirones que me hizo mi gran amigo Pedro con un buen vino.
¿Una locura gastronómica?
Ir con un par de amigos en moto a Elvas, un pueblo portugués, a comer un bacalao dorado.
¿Una bebida?
No sé si se puede considerar como tal pero un gazpacho frío me vuelve loco.
¿Qué llevas cuando te invitan?
Depende de la ocasión y de las personas, pero por lo general algún vino.
¿El look perfecto para salir a cenar?
Cómodo y desenfadado.
¿A qué cinco personajes vivos o muertos invitarías a tu cena-fiesta?
La verdad es que no tengo ninguna preferencia en particular, invitaría a todo aquel que tenga ganas de pasar un buen rato y le guste disfrutar de la comida.
Para esta cena-fiesta, ¿cocinarías o encargarías la comida?
En una ocasión como esta ¡cocinaría sin duda!
¿Cuál sería tu última cena?
Rodeado de la gente que quiero.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
Puede parecer de locos pero no soy muy fanático del marisco, la verdad.
¿Tu noche favorita de la semana?
La del jueves.
Cuando entras en un restaurante, ¿en qué te fijas primero?
Inevitablemente mi formación profesional me lleva a prestar atención al mobiliario.
¿Tu último descubrimiento gourmet? Restaurante, café, bar...
Restaurante La Carmencita en la Calle Libertad de Madrid. Sin duda, es un lugar con un encanto especial y con gran respeto por la calidad del producto que ofrece.