Si fueras a curiosear en casa del decorador de interiores Gaspar Sobrino su lado gastro, te toparías con lo siguiente. "En la despensa encontrarías frutos secos, mostaza Dijon, agua con gas italiana y soda. Mientras que en la nevera, naranjas y quesos", asegura este visionario creativo, a lo que añade. "Si tuviera que escoger un ingrediente que me definiese, este sería el jamón ibérico". Con más de veinte años de experiencia, proyectos en la mitad de los rincones del mundo y una imaginación desbordante lejos de lo que dictan las tendencias, se declara un apasionado de la cocina. "Es generosidad, amor (sabor, en la textura, en el mimo... en la magia). Soy un gran cocinero pero he de confesar que no me gusta cocinar por como se rompe la estética en el desorden del proceso. Prefiero pasar al punto final". Si en algún momento tuvieras que buscarle, apunta estas señas. "Mi rincón gastro es la Venta del Toro, en Santa Lucía, en el campo, en Vejer. Maruja, la cocinera... Es como ir a comer a casa". Sin embargo, como ciudad gastro, lo tiene muy claro, México DF. "Experiencia que te sorprende cada día, no comes siempre lo mismo. No sólo es la comida, es la puesta en escena. El servicio, con una actitud, la prolongación del amor del cocinero. La cadena no se corta nunca".
¿Qué ingrediente te define?
El jamón ibérico.
¿Qué podemos encontrar en tu despensa?
Frutos secos, mostaza Djon, agua con gas italiana, y soda.
¿Y en la nevera?
Naranjas y Quesos.
¿Cuál es tu playlist para una comida con amigos?
Música clásica siempre, Chopin, Bethoven, siempre piano.
¿Y la canción para el fin de fiesta?
El Rey por Vicente Fernández.
¿Qué distingue a un buen anfitrión?
Aquel que hace sentir a la gente en casa, respetando el protocolo siempre con mucha naturalidad.
¿Qué significa para ti la cocina?
Generosidad, amor… en el sabor, en la textura, en el mimo, en la magia. Soy un gran cocinero pero he de confesar que no me gusta cocinar por cómo se rompe la estética por el desorden del proceso. Prefiero pasar al punto final.
¿Un placer (in) confesable?
El desayuno en mi casa, solo, con las golondrinas que habitan en el patio de mi casa, con esa luz caída y especial de Cádiz. Prolongándolo durante hora y media, siempre dos cafés, varios cigarros, y con mi perro Pelayo.
¿Una ciudad gastronómica?
Sin dudarlo, Méjico DF. Es una experiencia que te sorprende cada día, de forma inimitable. No sólo es la comida, es la puesta en escena que logra el servicio, prolongando y haciendo palpable el amor del cocinero.
¿Un rincón gastro para desconectar?
La venta del toro en Santa Lucía, un lugar en el Campo en Véjer, donde Maruja, la cocinera hace que sienta que estoy comiendo en casa.
¿Un aroma?
El azafrán.
¿Un capricho reciente?
Un bocadillo de calamares de potera fritos con mayonesa y salsa de soja.
¿Una locura gastronómica?
Gnocchi con chorizo de un pequeño restaurante llamado La piccolina en Véjer de la Frontera.
¿Una bebida?
Whisky Soda.
¿Qué llevas cuando te invitan?
Champagne.
¿El look perfecto para salir a cenar?
Chaqueta siempre.
¿A qué cinco personajes vivos o muertos invitarías a tu cena-fiesta?
A Doña Sofía, solo con ella.
¿Cuál sería tu última cena?
Gazpacho de mi amiga Carmen, jamón y unos chilaquiles con huevo frito. Naranja de postre.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
El sushi.
¿Tu noche favorita de la semana?
La del domingo.
Cuando entras en un restaurante, ¿en qué te fijas primero?
En la energía del sitio, sé si voy a comer bien o no.
¿Tu último descubrimiento gourmet? Restaurante, café, bar...
Un sitio en Roma, cuyo nombre no recuerdo. Un colmado romano donde pude probar una burrata con caviar espectacular.