Jesús Gordillo, el disfrute del comer y del beber

Retrato de Jesús Gordillo
Él sabe de comunicación, de tecnología, de estrategia… y de comer y beber. De disfrutar haciéndolo, especialmente. Es Jesús Gordillo, un gastrónomo.
Por Toni Castillo
24 de mayo de 2017

A alguien como Jesús Gordillo, mejor dejarlo hablar: «Quería ser periodista de papel hasta que descubrí que Internet podía ser una salida profesional». Fue en ese momento, cuando todavía estaba en la universidad, que metió la cabeza en nuevos medios. Colaborando con unos y liderando otros. Terminó Periodismo, pasó por alguna redacción más o menos tradicional, como la del 20 Minutos en Murcia, y allá por 2008 se lanzó, afirma, «a lo que era una locura y hoy es una realidad».

Entró en Cink Shaking Business, la compañía de la que actualmente es director sénior. Sus primeros pasos en ella fueron ocuparse de la producción de contenido y la definición de estrategias. Más tarde, subiendo un peldaño, centró su labor en la dirección de cuentas. De ahí, otro más. Su nuevo puesto estaba como máximo responsable de la dirección de desarrollo. Hasta que finalmente, en este momento, ocupa esa dirección sénior.

Al margen de lo profesional, Gordillo disfruta igualmente de la comunicación y la tecnología, colecciona películas y series de televisión, disfruta como un niño en conciertos, no deja de comprar libros ni revistas y disfruta comiendo y bebiendo. Un sencillo vermut, en una terraza al sol, le da felicidad. Llevarse a casa un buen queso y degustarlo poco a poco. Arreglar un día aciago con una pizza hecha con maestría, de las mejores de la ciudad. Las buenas mesas, más o menos vanguardistas, más o menos castizas, le dan la vida.

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Soy muy de mercado. Y cada mercado es un mundo. En cualquier caso, si debo buscar tres constantes, siempre serían queso, carne y vino.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Muchos. Se me hace difícil escoger. Este año por fin he descubierto que viviría en Elkano. De todas maneras, hace poco abrió a 10 minutos de mi casa Gresca Bar y creo que es un sitio al que voy a ir hasta la saciedad. Para repetir todos los días.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Muchos. Si tengo que decir uno, Etxebarri. Este año lo he intentado pero ha sido imposible conseguir mesa. De 2017 no pasa.

Jesús Gordillo de viaje

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

La Sriracha -o, en su defecto, la Valentina-. Con todo. Con patatas, en bocadillo, en sopas. En realidad, cualquier salsa picante. Bueno, qué narices, el picante en general. Me puede.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

Tengo la suerte de vivir en una ciudad que valora y disfruta los mercados como Barcelona. La Boqueria, tan castigada de guiris, es maravillosa si te adentras más allá de los horribles puestos de fruta cortada y zumo un sábado antes de las 9 de la mañana. Pero en cualquier barrio tienes una estructura modernista repleta de fijación por el producto a la que recurrir. Yo, últimamente, me estoy acercando cada vez más al Mercat del Ninot.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?

Regalar -y vivir- un fin de semana en Valencia para conocer la mesa de Ricard Camarena. Y aprovechar para pasar por las barras de Central Bar y Rausell y recorrer el Mercat Central y el de Ruzafa. De Valencia tendríamos que hablar más.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Dedicar mi reciente viaje de novios a comer. Luchar por conseguir una mesa en la -sobrevalorada- Osteria Francescana para luego volver a País Vasco y darme cuenta que allí es donde soy más feliz. Disfrutar chupando la cabeza de un rodaballo en Elkano, descubrir la grandiosa barra de Mina, llorar con la tarta de queso de Zuberoa y sorprenderme como pocas veces en Azurmendi. Bueno, y pasarme 2 horas comiendo bocadillos en una charcutería de Siena como si no hubiese mañana para terminar comprándoles 5 kilos de capocollo, guanciale y otros caprichos. Supongo que esos 10 días fueron un capricho gastronómico. Uno fácil de conseguir cuando te acompaña en el viaje una persona que ama tanto comer y beber como yo.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

El foie. Y no digo más.

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

Los discursos vacíos y la pompa injustificada.

¿Y cuál se infravalora?

Una historia sincera que de sentido a lo que te ponen en el plato.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Muchos, muchísimos. Y los que me quedan por descubrir. Pero voy a aprovechar para reivindicar uno. Dani Lechuga. Bardeni es el sitio al que acudo siempre que puedo y al que tendríamos que mirar más.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Me considero un simple aficionado y no me veo capaz de identificar modas o tendencias en la gastronomía. Pero si debo pedir algo sin duda sería la importancia de las mesas -y barras- de clase media con propuestas informales. Esas mesas que te salvan un día tonto al salir de la oficina o un sábado caprichoso sin planes. Y los vinos a copas. Ojalá más propuestas de vinos a copas de verdad (como esta de Lakasa, otro sitio al que aplaudir por su cocina).

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Si os invito a mi casa lo haría un día que tuvieseis poca hambre y mucha sed. Iría al Mercat de L'Abaceria para abastecerme de quesos y jamón de mi parada favorita y al Mercat del Ninot a por varios tipos de aceitunas y boquerones en vinagre del Perelló. Ya en casa abriría todo el vino que hiciese falta del que voy recopilando -principalmente en Vila Viniteca-. Soy muy de comer pero poco de cocinar. No soy el único, ¿no?