Cuando uno piensa en Alboraya, se le viene irremediablemente a la cabeza la horchata de chufa y los fartons, quizás los productos más típicos de esta localidad pegada al borde más septentrional de la ciudad de Valencia. Sin embargo, entre tanta industria dedicada al sector de la horchata podemos encontrar una pequeña cervecería que, a lo largo de los últimos tres años, ha logrado hacerse un hueco en la escena de las cervezas artesanales valencianas, dominada desde hace algún tiempo por Tyris.
Se trata de la Compañía Cervecera Zeta, una microcervecería artesanal que apuesta por la cerveza natural, fresca y de alta calidad. Su historia es la de dos ex-compañeros de la Facultad de Ingeniería Industrial que decidieron dejar atrás sus respectivos trabajos para embarcarse en la siempre emocionante aventura de crear su propia cerveza y, lo que es más importante, vivir de ella. El sueño de cualquier mortal hecho realidad...
Manuel y Carlos, los dos fundadores de la cervecería, se conocieron en 2001 en la Universidad Politécnica de Valencia, situada a escasos 4 kilómetros de la ubicación actual de la fábrica de Zeta. Tras acabar sus estudios, siguieron sus propios caminos profesionales, aunque siempre ligados de una manera u otra al mundo de la cerveza. Caminos que volvieron a encontrarse varios años después cuando decidieron sentar las bases para fundar esta compañía que nació 2013.
Zeta Hell, una rubia nacida entre naranjos

De los tres productos estrella de Zeta, sin duda el más clásico de ellos es Zeta Hell. No hay que alarmarse, no se trata de ningún tipo de cerveza satánica, demoníaca o infernal. Nada que ver. El término hell o helles se refiere simplemente a un estilo cervecero muy típico del sur de Alemania, y especialmente de Bavaria, cuya característica principal es su color claro o pálido.
De hecho, no es coincidencia que a este estilo también se le conozca como lager muniqués. Como era de esperar, es una de las variedades más consumidas en esta ciudad, sobre todo durante el Oktoberfest, cuando millones de litros de Hofbräu München Original y Löwenbräu Original, por nombrar algunas de las helles más conocidas de Múnich, corren por los gaznates de los sedientos asistentes a la fiesta de la cerveza más popular del mundo.
Pero volviendo a la cerveza que nos traemos entre manos, la Zeta Hell, como decíamos antes, es una cerveza rubia clásica, una lager tradicional al uso, que obviamente se diferencia de cualquier otra cerveza rubia comercial por su cuidado proceso de fabricación artesanal y los productos de calidad con la que se fabrica. Ahí es donde se encuentra el elemento diferenciador.
Para su elaboración se emplean dos maltas de cebada (Pilsen y Carahell) y se usa como lúpulo base la variedad Hallertauer, también muy típica de Baviera. Junto con agua, levadura y algo de lúpulo aromático Mosaic, la cocción de estos ingredientes da como resultado una espléndida cerveza de baja fermentación, una helles de 5.5% que difiere bastante de los otros dos productos comercializados por Zeta: Zeta Hops, una cerveza fuertemente lupulada, bastante amarga, enfocada a un público amante de las IBUs altas, y Zeta Zendra, una rauchbier, o cerveza ahumada alemana, que un amigo mío en un momento de lucidez no dudó en definir como 'beicon hecho cerveza'. Y no le faltaba razón...