Los chicos de Zeta se nos hacen mayores. Manolo, Carlos y Guillermo acaban de cumplir cinco años al frente de la que ya es posiblemente la microcervecería más importante de la Comunidad Valenciana. Y para celebrar este quinto aniversario, los tres amigos y exalumnos de la Universidad Politécnica de Valencia se han puesto un poquito nostálgicos para su última elaboración.
Sólo así se puede explicar el origen de su nueva Destroy Series, una colección de tres cervezas espectaculares que rinden homenaje a uno de los movimientos musicales y socioculturales más destacados de entre los que han tenido lugar en Valencia. Obviamente hablamos de la Ruta Destroy, comúnmente conocida como la Ruta del Bakalao, que tan popular se hizo en el Levante español en los años 80 y principios de los 90.
Un movimiento que terminó prácticamente demonizado por las imágenes que de ella se difundían por televisión, con jóvenes pasados de rosca, por el consumo masivo de estupefacientes y por la alta siniestralidad en las carreteras que conectaban las famosas macrodiscotecas valencianas de aquella época. Pero en el fondo no dejó de ser una corriente vanguardista que puso a Valencia sobre el mapa del ocio nocturno a nivel europeo.
Pero no estamos aquí para hablar ni de las bondades ni de las inmoralidades de la famosa Ruta del Bakalao sino para presentaros las nuevas referencias de Zeta que rinden tributo a la movida valenciana. Tres cervezas que pretenden ser igual de transgresoras y vanguardistas. Primero por su contenido, pues van cargadas de lúpulo hasta los topes como mandan los cánones actuales en la elaboración de cerveza artesanal. Y segundo por el continente, pues Zeta por fin ha apostado por la lata de 44cl, la última tendencia en el mundo craft, y con la que ya se estrenaron a principios de 2019 aunque sólo fuera a modo de colaboración con Naparbier para comercializar su Tigernut Milk.
Tres latas negras cuyo diseño y grafismo están inspirados en la estética de discotecas tan famosas como Chocolate, Spook, The Face o Barraca y en sus respectivos flyers, con etiquetas que han corrido a cuenta del diseñador valenciano Ausias Pérez, ligado normalmente a la cultura urbana y a la música, y conocido por haber diseñado logotipos y marcas para Rosalía y Nathy Peluso, entre otros. En este caso, sus diseños beben directamente de la cartelería y el interiorismo de las salas más míticas de esta ruta y van aderezados con la nueva imagen de la marca Zeta que los chicos de Alboraya ya estrenaron algunos meses atrás.
Tres cervezas para rememorar la Ruta del Bakalao
Como os contábamos, son tres las cervezas lanzadas dentro de esta Destroy Series de edición limitada, a cada cual con un nombre todavía más emblemático e icónico. De estilos muy diferentes, todos ellos se caracterizan por la presencia de ingentes cantidades de lúpulo americano.
CV500

Como no podía ser de otra manera, un homenaje a la carretera que une Valencia capital con la población de Sueca, también conocida como la Autopista del Saler. Treinta kilómetros de carretera secundaria de un solo carril para cada sentido que cruza la Albufera, conectando los Poblados del Sur, y que por aquel entonces vertebraba las discotecas más famosas de la Ruta del Bakalao.
Carretera que por otro lado da nombre a la primera cerveza de esta serie, una lager muy lupulada debido a la adición de lúpulos Mosaic y Citra en frío durante la fase de fermentación, dando lugar a una cerveza con una graduación alcohólica del 5,5%, muy limpia, jugosa, de aroma exageradamente frutal y poderosamente astringente.
Palmeres

La segunda cerveza de la serie es un claro homenaje a la pedanía de Sueca conocida como Les Palmeres, una zona de playa y arrozales que albergaba algunas de las macrodiscotecas más emblemáticas de la ruta como Barraca, Chocolate o Puzzle. Quizás habías oído hablar de ella, pero nunca lo habrías podido poner en el mapa hasta ahora, gracias a esta gran cerveza.
Una cerveza de estilo NEIPA, aunque de graduación bastante baja, alrededor del 4,8%, por lo que casi la podemos considerar una cerveza session ideal para recuperar fuerzas después de una noche (o varias) de desfase. Una IPA típica de la Costa Este americana muy turbia y lupulada (Citra y Simcoe) con presencia de maltas de cebada, trigo y avena, y caracterizada por el uso de levaduras Vermont en su elaboración.
Pepas

No hay mucho que decir sobre el nombre de la tercera cerveza de la serie Destroy pues deja poco lugar a la imaginación. Eso sí, podemos garantizar que no contiene ningún tipo de estupefaciente, aunque sí una pizca de chiles fatalii recogidos del huerto de Chiles Hermanos, cuyo carácter picante quizás produzca el mismo efecto en sus consumidores.
Una DDH Chili IPA elaborada con lúpulos Citra y Mosaic añadidos durante diferentes fases del dry hopping, maltas de tipo Golden Promise, y los ya mencionados chiles fatalii. El resultado final es una India Pale Ale muy potente, con una graduación alcohólica del 7,2% y un toque picante que se equilibra en su justa medida con las toneladas de lúpulo empleadas.