Históricamente, las artes siempre habían sido seis, a saber, la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la danza y la literatura, hasta que a principios del siglo XX se comenzó a considerar el cine como el séptimo arte debido a su importancia artística. Llegados a este punto, cabría preguntarse cuál es el octavo, una vez sabido que los primeros siete puestos de esta clasificación están ocupadísimos. Muchos consideran que es la fotografía, aunque aún hay voces discordantes que colocan al cómic, a la televisión o a los videojuegos en la terna por ocupar el top 10 de las artes.
Nosotros no vamos a ser tan osados como para sugerir que la elaboración de cerveza merezca ser considerado el octavo, ni siquiera un arte en sí, pero este repaso por la numeración de las artes nos ha venido de perlas para introducir la microcervecería de hoy, la segoviana Octavo Arte. Con base en La Lastrilla, un pueblo de apenas 4.000 habitantes ubicado a unos 6 km de la capital de provincia, se trata de una cervecera familiar formada por los hermanos Tacho y Paloma Carnicero que comenzó como una pequeña tienda especializada en la venta y distribución de cerveza artesana.
Como todo aficionado a la cerveza, pronto les entró el gusanillo por elaborar la suya propia, produciendo pequeños lotes de 50 litros semanales en la misma tienda. Y mientras tramitaban las licencias pertinentes para poder comercializar esa birra de producción propia la repartían entre amigos y clientes habituales que se quedaron maravillados con ese brebaje que hoy en día siguen elaborando bajo el nombre de Mañanas de Domingo, con unos pequeños reajustes y cambios respecto a la receta original.
A lo largo de los siguientes dos años, comenzaron a elaborar lotes más grandes en otras fábricas, ejerciendo de nómadas o gypsy brewers, para así poder aumentar su producción y empezar a introducir sus cervezas en algunos locales de las provincias de Segovia y Madrid, hasta que llegó el momento de plantearse montar su propia fábrica. Y así lo hicieron, con unas instalaciones inicialmente preparadas para llegar a los 24.000 litros anuales en lotes de 500 litros, lo que les ayudó a ir introduciendo nuevas recetas que poco a poco se han convertido en referencias fijas para la marca castellana como son su Amarillo Limón, su Guerrera Segoviana o su 1521, de la que hablaremos más detalladamente a continuación.
Y desde la inauguración de su fábrica propia, la popularidad de la marca y la calidad de sus cervezas han ido en aumento. Tanto que han tenido que incorporar un nuevo fermentador de 1500 litros para ampliar el stock y así satisfacer la creciente demanda, además de experimentar con nuevos estilos e ingredientes y realizar colaboraciones con otras marcas españolas, como por ejemplo Cosa Nostra, la cervecera del Puerto de Sagunto con quien elaboran conjuntamente la excelente Doble NEIPA, Ocho Balas.
Octavo Arte 1521, la mejor cerveza porter española de 2020

Pero como ya os hemos adelantado estamos aquí para hablaros de una las referencias fijas de la marca segoviana, la 1521. Su nombre hace referencia a uno de los acontecimientos más históricos de la guerra de las Comunidades de Castilla, el levantamiento comunero que supuso una de las primeras revoluciones burguesas de la Era Moderna, en concreto, a la batalla de Villalar, que tuvo lugar precisamente en 1521 en la localidad vallisoletana del mismo nombre, enfrentando a tropas del rey Carlos I y las fuerzas comuneras de la Santa Junta.
De hecho, según reza su etiquetado se trata de una cerveza elaborada “en honor a los comuneros que con tanto coraje y valentía combatieron en la Batalla de Villalar por el interés del pueblo castellano”. Una etiqueta que portaba tanto las antiguas botellas como sus nuevas latas con las que envasan desde principios de 2021 para mejorar la conservación de la cerveza y reducir su huella ecológica.
Pero dejando las lecciones de historia a un lado, la 1521 es una cerveza de estilo American Porter, es decir, una cerveza negra elaborada con maltas tostadas y torrefactas (Roast, Crystal y Chocolate), pero que también cuenta con la presencia de lúpulos americanos (Cascade) e ingleses (Fuggles). Por lo tanto, combina los típicos sabores a cacao del estilo porter con los aromas y el amargor característicos de estos lúpulos.
Con una graduación alcohólica del 5,5 %, carbonatación moderada-baja, y 32 IBUs de amargor, es una cerveza ligera, de cuerpo medio-bajo, muy alejada de las cervezas negras más pesadas, lo que la hace muy fácil de beber, sobre todo si la maridamos con cualquier postre dulce o simplemente unas onzas de chocolate negro. Algo que sin duda podremos hacer en el Ocho Bar, la cervecería oficial de la marca que podemos encontrar junto a la Plaza Mayor de Segovia, y donde podemos no sólo degustar las referencias de Octavo Arte sino también de muchas otras microcervecerías españolas.
Cabe destacar que la 1521 es una excelente cerveza dentro de su estilo que lleva cosechando numerosos reconocimientos desde 2018, incluyendo un premio a la mejor cerveza española de estilo porter en World Beer Awards 2020 y su más reciente medalla de bronce en el Campeonato Nacional de Cervezas, dentro del estilo Amerian Porter & Stout, solo superada por la Drake de Almogàver y la Begi Haundi de Basqueland que se alzó con la medalla de oro en esta categoría.