Cuando se conocieron en San Francisco, trabajando en una agencia de publicidad, poco o nada se imaginarían Jaime Riesgo, Ana Coello y César Pascual que un par de años después acabarían montando a casi 10.000 kilómetros de distancia una de las microcervecerías más populares de Madrid. En 2011, de vuelta en España tras su periplo estadounidense en la ciudad del Golden Gate, los tres jóvenes emprendedores, con Jaime como maestro cervecero, Ana como socia fundadora y César encargado de los temas de marketing, acabaron fundando junto a un cuarto socio, Javier Cerezo, una de las fábricas de cerveza artesana más populares de la capital de España: Cervezas La Virgen.
Cinco años después, esos cuatro fundadores iniciales se han convertido en más de 35 empleados que trabajan a destajo en su fábrica de Las Rozas para seguir manteniéndose entre la élite de las cerveceras madrileñas. Su crecimiento no sólo se constata por el aumento del número de trabajadores, sino también por su capacidad de producción anual que este año ha alcanzado los 400.000 litros repartidos entre sus variedades fijas (Madrid Lager, Jamonera y 360), estacionales (Veraniega, Negra y Castañas) y tiradas especiales (Carajillo Stout, Buena Esperanza, Cañonera, Märzen y Trigo Limpio). Todo ello desde unas instalaciones de 2.000 metros cuadrados ubicados en el Polígono Industrial de Európolis, abiertas al público para visitas y catas en su taproom con 14 grifos de cerveza.
Bajo el lema de Sin Trucos, Sin Prisas, los responsables de La Virgen definen sus cervezas como puras, vivas, frescas y elaboradas honestamente. Puras porque sus cervezas se elaboran sólo con ingredientes naturales, sin ningún tipo de aditivo; vivas porque son cervezas sin pasteurizar que siguen fermentando con el tiempo; frescas porque se embotellan semanalmente bajo demanda, garantizando la máxima calidad del producto; y elaboradas honestamente porque no se acelera el proceso de fabricación mediante aditivos químicos, respetando siempre los tiempos de reposo y fermentación.
Cerveza La Virgen Madrid Lager, la mejor caña de Madrid y de España

De entre las decenas de variedades fabricadas por los chicos de La Virgen que siguen estas pautas de pureza, frescura, vivacidad y honestidad, hay una que destaca sobre las demás. Hablamos de su primera cerveza, convertida ahora en producto estrella, La Virgen Madrid Lager, una cerveza rubia de baja fermentación de estilo helles con una graduación alcohólica de 5,2%.
La helles es un estilo de cerveza muy común en el sur de Alemania, especialmente en Baviera, de color claro, muy ligero y refrescante, y con notas algo dulzonas. A pesar de su procedencia muniquesa, en España ya hay varios ejemplos de fabricantes que imitan este estilo, sin ir más lejos, Zeta y su Zeta Hell de la que ya os hemos hablado en alguna otra ocasión, y esta Madrid Lager no resulta ser una cerveza hell cualquiera, sino la mejor helles española del año 2016 como le ha sido reconocido durante los World Beer Awards celebrados en Londres el pasado mes de septiembre.
Pero aunque haya recibido ahora, 5 años después de su lanzamiento, el reconocimiento de la crítica internacional, es muy probable que en La Virgen valoren mucho más la gran acogida que ha tenido entre el pueblo madrileño, que la ha recibido como la mejor alternativa a las cervezas comerciales tradicionales y por ello ya son más de 700 los locales de la capital española que la sirven habitualmente, convirtiéndose en una protagonista más del panorama cervecero de Madrid.
Como todas las cervezas producidas por La Virgen, se trata de una birra elaborada con las mejores materias primas, con lúpulos y maltas cuidadosamente seleccionadas, las levaduras más indicadas para cada estilo y agua procedente de la Comunidad de Madrid. El resultado, como siempre, es una cerveza fresca, sin filtrar ni pasteurizar y que, en este caso, responde mejor que ninguna otra al eslogan de la marca, ya que cada lote de esta cerveza tarda algo más de dos meses en elaborarse, ya que después de la cocción se madura a 0ºC durante 45 días. Un tiempo que vale la pena esperar si el desenlace es tan delicioso como este.