Si vivís en Madrid o sois asiduos a la capital, quizás os suenen Mad Café, Mad Grill o Jimbo Smokehouse, tres restaurantes de comida americana, especializados en hamburguesas (algunos se atreven a decir que son las mejores de la ciudad), costillas, pollo frito, carnes ahumadas, y demás delicias estadounidenses, regadas convenientemente con algunas de las mejores cervezas artesanas del momento. Pues bien, los responsables de estos tres locales no sólo son amantes de la gastronomía norteamericana sino también de sus estilos cerveceros autóctonos. Por ello, algunos de sus miembros, aprovechando que uno de ellos era fabricante de cerveza desde 2010, en 2015, decidieron apostar por su propia craft beer que bautizaron con el nombre de Freaks Brewing, una cervecera artesanal de marcado carácter norteamericano, como no podía ser de otra manera.
El modelo que los chicos de Freaks emplean para la elaboración de sus cervezas es algo diferente al que usan otras marcas de cerveza ya que no poseen unas instalaciones propias. Se trata pues de una cervecera nómada que se dedica a lo que se conoce como gypsy brewing. Es un modelo de negocio basado en compartir experiencias con otros cerveceros, viajar, y apostar por la creatividad. ¿Cómo funciona? Pues, básicamente los maestros cerveceros diseñan sus propias recetas en una pequeña fábrica piloto para luego elaborarlas en las instalaciones de otros fabricantes que les prestan o alquilan su equipamiento.
Algunos estaréis pensando que no se trata del método de producción ideal para tener el control absoluto sobre el proceso de fabricación y que puede ser un engorro depender de otros. Pero al final del día se trata de una experiencia sumamente gratificante para los cerveceros que pueden compartir ideas y aprender de los métodos de trabajo de otras compañías, por lo que se convierte también en un proceso muy educativo.
Además, quizás se pudiera pensar que es un método empleado por aquellos que todavía no pueden permitirse una inversión demasiado fuerte en equipamiento propio sin saber cómo van a ser recibidas su cervezas en el mercado, y en algunos casos es así, pero no en todos. Algunos de los mejores fabricantes del mundo, sin problemas de liquidez y con mucha experiencia en el sector, también apuestan por el cuckoo brewing, como también se conoce a este sistema de elaboración: muchas veces es simplemente una cuestión de principios.
Y como defensores de esos principios, éste es el método de fabricación escogido hasta la fecha por Freaks Brewing, cuyos maestros cerveceros han viajado por toda la península elaborando sus creaciones en aquellos lugares que les abren sus puertas y que mejor se adaptan a cada receta (Arriaca, Dawat, etc.). Y es que las cervezas ideadas por esta marca son todas birras que destacan por su originalidad, tanto en términos de ingredientes, como nombres y etiquetados. Por algo se definen a sí mismos como una expresión artística, romántica, diferente, y sobre todo una salida terapéutica a nuestra obsesión por la cerveza artesana.
Lord Cobra, una India Pale Ale hija de la ambición y el colonialismo

Si tuviéramos que elegir el producto estrella de Freaks Brewing, seguramente nos decantaríamos por su Blind Cowboy, una American Pale Ale algo cítrica, cargada de lúpulos americanos, y sometida a un proceso de dry hopping durante la maduración para dar como resultado una cerveza rubia de 6,5% de alcohol. Pero, como buenos amantes de las IPAs que somos, queremos destacar una de sus últimas creaciones, una birra más que excepcional y de la que se sienten especialmente orgullosos.
Hablamos de su Lord Cobra, una India Pale de estilo americano elaborada con dos tipos de malta (pale y crystal) y aromatizada con lúpulos simcoe y mosaic para darle todo el aroma y amargor necesarios para llegar a los 40 IBUs. Por las maltas empleadas está claro que se trata de una cerveza rubia, prácticamente dorada, que en boca resulta ser afrutada y resinosa, mientras que los lúpulos escogidos le dan un aroma cítrico a lima y mango.
Como ya hemos comentado, las cervezas de Freaks suelen ofrecernos una presentación muy original, haciendo honor al nombre de la marca. Y este Lord Cobra no iba a ser menos, con un etiquetado que nos muestra una serpiente muy señorial tomando su taza de té a media tarde, fruto de la imaginación del diseñador gráfico Miguel Luque, y con una contraetiqueta que tampoco tiene desperdicio:
Hijo de la ambición y el colonialismo, por su fría sangre corre el aroma a libertad y el veneno de un imperio. La aristocracia le ha enseñado a atacar sin perder las formas, fiero pero siempre elegante.
Esta cerveza IPA con una graduación alcohólica de 6% es de concepción madrileña, pero técnicamente nacida en Guadalajara, ya que los responsables de Freaks producen esta variedad en las instalaciones de Cervezas Arriaca, una de las marcas de cervezas artesanales manchegas más prestigiosas, y productora de una de la mejores IPAs españolas. De hecho, Arriaca IPA ha recibido numerosos premios internacionales incluyendo una medalla de plata en el Dublin Craft Beer Cup 2016 y una medalla de bronce en el World Beer Idol 2016 de Praga. No es de extrañar que esta sea la localización escogida teniendo en cuenta su buena mano con las cervezas altamente lupulizadas.