Leeds es una de las ciudades más importantes de Inglaterra, la tercera si atendemos a cifras de población, sólo por detrás de Londres y Manchester, pero el segundo centro financiero sólo superado por la capital británica. Situada en el norte del país, la primera mención de la ciudad se remonta a 1086, cuando fue citada en el famoso Doomsday, el libro censal ordenado por Guillermo I, como Ledes. Y precisamente ese mismo registro recoge en sus páginas la presencia en la zona de un grupo de monjes, concretamente en la Abadía de Fountains, a apenas 65km de la ciudad, capaces de fabricar más de 200 litros de cerveza cada 10 días para saciar la sed de los lugareños.
Casi mil años más tarde y con la tasa de crecimiento más alta del Reino Unido, Leeds es ahora una ciudad donde están continuamente aflorando nuevos negocios entre los cuales también hay hueco para las empresas que se dedican a la fabricación de cerveza artesanal. Una de ellas es la protagonista de estas líneas, Northern Monk, cuyo nombre rinde homenaje a esos monjes medievales que tenían a bien fabricar y vender su cerveza en la región.
Se trata de una cervecería nacida en el sótano de la casa paterna de uno de sus fundadores en el año 2013 y que ahora exporta sus productos a casi 25 países del mundo, convirtiéndose en una de las compañías de bebida británicas de mayor expansión. Está alcanzando tal éxito sobre todo gracias a combinar prácticas de fabricación tradicionales con un planteamiento innovador en cuanto a técnicas e ingredientes.
A día de hoy ya es una de las 100 mejores cerveceras del mundo según el prestigioso portal cervecero Ratebeer y sus cifras de ventas se duplican cada año. Parte de esa popularidad también se debe a su Patrons Project, una iniciativa mediante la que colaboran con artistas, deportistas y músicos famosos para la creación de series de ediciones limitadas con gran acogida entre el público. Todo ello desde sus dos fábricas, la primera abierta en 2014, la segunda en 2017, desde donde son capaces de producir hasta 18 variedades de cerveza simultáneamente.
Cerveza colaborativa anglo-india de Northern Monk y Gateway Brewing

Una de esas cervezas, la Bombay Dazzler, tiene una curiosa historia a sus espaldas. Nace como fruto de la primera colaboración anglo-india con Gateway Brewing, una microcervecería fundada en 2011 en Mumbai que nació con la intención de ofrecer a los bares y restaurantes de la ciudad india cervezas de altísima calidad, de estilos clásicos, pero fabricados con ingredientes locales. Tras la cooperación inicial entre la cervecera inglesa y la asiática, los de Northern Monk continuaron refinando la receta con la ayuda de Bundobust, una conocida marca de restaurantes que combina comida vegana india con cerveza artesanal.
La Bombay Dazzler se define a sí misma como una Indian Witbier, es decir, reinterpretación de la clásica witbier o cerveza de trigo belga, pero con un pequeño toque indio que la hace diferente a cualquier otra cerveza de este estilo. Ese toque incluye el empleo de adjuntos típicos de la patria de las especias como son el jengibre, el cardamomo o el cilantro para darle un carácter más exótico si cabe a esta cerveza.
Por lo demás, resulta una cerveza muy refrescante y fácil de beber con una graduación del 4,8% y apenas 12 IBUs (la verdad es que el índice de amargor apenas tiene importancia en este estilo de cerveza), de aspecto algo turbio como la mayoría de witbier aunque de un color más vivo y cobrizo comparado con otras referencias clásicas.
Mención aparte merece el contenedor en el que se comercializa esta cerveza, una lata ilustrada por el artista y participante en el Patrons Project de la marca, Drew Millward, quien ha diseñado para la ocasión una etiqueta que muestra un simpático tigre de bengala con sombrero, monóculo y pipa que le da cierto aire indio al envasado de esta deliciosa witbier.