Kalamazoo es una pequeña ciudad del suroeste del estado de Michigan, a mitad de camino entre dos grandes urbes como son Chicago y Detroit. A ella llegó hace más de 40 años uno de los personajes más importantes de la escena craft norteamericana, aunque obviamente por aquel entonces aún no había indicios de que así fuera a ocurrir. Larry Bell, el principal protagonista de esta historia, terminó sus estudios en Kalamazoo College y comenzó a trabajar en una de las panaderías de la ciudad, Sarkozy Bakery. Ahí comenzó su particular andadura en el mundo de las levaduras y la fermentación que años más tarde acabaría desembocando en la creación de su propia cervecería.
Por aquel entonces Larry ya comenzaba a experimentar con la fabricación de cerveza casera y a principios de los años 80 decidió abrir su propio negocio de venta de equipos y suministros para la producción de cerveza a nivel doméstico. Pocos años después, concretamente en 1985, llevó su afición un paso más allá y convirtió Kalamazoo Brewing Supply Co en la actual Bell's Brewery, una de las cervecerías artesanales más antiguas de los Estados Unidos y oficialmente la primera empresa de fabricación de alcohol en abrirse en la ciudad después de la archiconocida Ley Seca de los años 20 y 30.
El 19 de septiembre de 1985 es la fecha que quedará marcada para siempre en el almanaque personal de Larry Bell, pues ese fue el día en el que vendió su primera cerveza comercial, una birra perteneciente a un pequeño lote de apenas 50 litros fabricado en una olla sopera gigante. Mucho han cambiado las cosas en estos casi 35 años, pues Bell's se ha convertido en una cervecería con capacidad para producir 400.000 hectolitros anuales que se distribuyen por todo el país, sobre todo en estados cercanos como Wisconsin, Illinois o Indiana. Y todo ello sin dejar de ser una compañía eminentemente local y familiar, con fuertes lazos con su comunidad: una de las grandes señas de identidad de la empresa.
A día de hoy son ocho las cervezas permanentes fabricadas por Bell en sus nuevas y modernas instalaciones, además de una serie de referencias estacionales y especiales. Todas estas variedades se pueden degustar en el restaurante y taproom oficial de la marca, adyacente a la fábrica original: el popular Eccentric Café, un espacio muy acogedor donde se puede disfrutar de actuaciones musicales en directo, organizar eventos privados y maridar las referencias de Bell’s con una amplia carta de snacks, ensaladas, sándwiches y hamburguesas.
Bell's Two Hearted Ale, una década en la cima del craft beer americano

A lo largo de estas cuatro décadas de producción constante, son muchas las variedades elaboradas por Larry. Pero si hay una que destaca sobre las demás, esa es sin duda su Two Hearted Ale. Inspirada por el río del mismo nombre que transcurre por el norte del estado, se fabricó por primera vez a finales de los años 80, aunque la receta de la versión que conocemos actualmente data del año 1997, fabricándose por aquel entonces solo para los meses de invierno. Ya en 2003 pasó a ser una referencia fija y 10 años después se estableció como la cerveza más vendida de la marca.
¿A qué se debe esa ascensión meteórica? Obviamente a su más que notable calidad pero sobre todo al reconocimiento recibido por parte de los medios especializados en cerveza. De hecho, entre 2010 y 2016 fue votada por la revista Zymurgy como la segunda mejor cerveza del país durante siete años consecutivos, y desde 2017 hasta 2019 lleva tres años seguidos siendo considerada la mejor birra de Estados Unidos, desbancando a su eterno rival, Pliny the Elder de Russian River.
Galardones aparte, se trata de una American IPA bastante clásica que destaca sobre todo por su intenso aroma a lúpulo. En este caso, se trata de una cerveza monovarietal, pues sólo se emplea lúpulo Centennial en su elaboración, a toneladas eso sí, añadido tanto durante la fase de cocción como en frío en el fermentador, dando lugar a sus características notas a pomelo y pino, además de un amargor considerable, cifrado en unos 60 IBUS, a pesar de que los creadores de la receta son bastante reacios a revelar ese índice.
Por lo demás, esta India Pale Ale de estilo americano es una cerveza perfectamente equilibrada con un fondo muy maltoso que se balancea perfectamente con los toques cítricos del lúpulo y los aromas afrutados resultantes de la levadura propia de Bell’s Brewery. A pesar de su 7% de graduación alcohólica, es una cerveza tremendamente bebible, apropiada para degustar en cualquier momento y en cualesquiera circunstancias. Y con ese palmarés se convierte en una adquisición casi obligatoria.