Para muchos, Cataluña y especialmente Barcelona son la cuna de la cerveza artesana en España. Ahí es donde se vive con mayor intensidad este movimiento que trata de crear y difundir una birra muy diferente a la industrial, con más sabor, más aroma, con muchos matices, en la que se cuida mucho más toda la materia prima y el proceso de elaboración. Y ahí es donde se celebra el festival de cerveza artesana más importante del sur de Europa, donde se concentran la gran mayoría de locales craft y de donde surgen una enorme cantidad de marcas y fábricas.
Barceloka es una de esas marcas, quizás la más rebelde, transgresora y punkarra de todas ellas, que siempre ha estado ligada a la escena musical y a la historia y cultura de la Ciudad Condal. Como casi todas las buenas ideas, esta surgió de forma casual allá por el año 2013 cuando, entre cerveza y cerveza, un grupo de amigos de origen vasco, entre los que se incluyen Aritz, Iñaki, Ander y Aitor, decidieron dejar atrás sus tiempos de homebrewers para registrar la marca y embarcarse en una nueva aventura.
En la ciudad menos cuerda, cuyo nombre alberga un bar, un cielo y una ola, nace la inspiración de Barceloka.
Así, en junio de 2014 Barceloka vio la luz oficialmente presentando su primera referencia, After Pilsen, una Blonde Ale con toques a plátano y frutas cítricas, a la que pronto siguieron Rebel Day, una Amber Ale con toques a caramelo, e Ipank Rules, su primera IPA comercializada, una cerveza ligera y refrescante, con el punto de amargor perfecto.
Durante estos primeros años, ejercían de cerveceros nómadas sin instalaciones propias, elaborando sus recetas en las fábricas de otros cerveceros. Pero a finales de 2017 les llegó la oportunidad de constituirse en formato cooperativa con otros cerveceros para montar su propia fábrica donde dar vida a sus creaciones. Una antigua nave adaptada a la elaboración de cerveza, usando materiales reciclados y dando una nueva vida a equipamiento originalmente construido para otros menesteres, como por ejemplo sus fermentadores, inicialmente concebidos para la producción de mermelada.
Para mediados de 2018, EH Koop ya estaba en marcha con sus propias instalaciones en Navarra, donde además de Barceloka, otras cuatro marcas como Saltus, Mitika, Otsahien y Arbaso elaboran sus recetas, compartiendo una misma personalidad, la de la clase obrera sin muchos recursos, que lucha colectivamente por mejorar y cumplir sus sueños, ofreciendo un buen producto, sincero y selecto con ambición, respeto y creando una identidad personal.
Radikal Juice, la NEIPA inspirada en la ciudad de Barcelona

Y 2020 iba a ser el año de la explosión definitiva de Barceloka tras año y medio de trabajo muy duro sin apenas recompensa. Marzo era el mes marcado en el calendario para su presencia como cervecera expositora en el Barcelona Beer Festival y la presentación de su nueva referencia, Radikal Juice. Por razones obvias, lo primero aún tendrá que esperar unos meses, aunque por fortuna ya podemos disfrutar de la primera NEIPA de Barceloka que ha venido acompañada del lanzamiento de la tienda online de la marca.
Como ya sabéis la New England IPA es un estilo de cerveza India Pale Ale que suele caracterizarse por su turbidez, su aroma a fruta y su sedosidad, que hacen que se asemejen en aspecto a un zumo tropical. La NEIPA de Barceloka quizás no siga todos estos cánones, pues huye ligeramente de ese furor hazy y no resulta tan turbia y densa. En cambio, resulta muy ligera, fácil de beber y refrescante, algo que se agradece durante los meses de más calor. Por lo menos de momento, porque esta es la primera edición de esta cerveza cuya receta puede variar en el futuro, añadiendo otros ingredientes, como por ejemplo lactosa.
Eso sí, como cualquier NEIPA que se precie, abraza al formato por excelencia para este tipo de IPA tan lupulada en aras de conservar y proteger los aromas al máximo: la lata. En este caso es la primera referencia enlatada de Barceloka, a la que pronto seguirá su Purple Riots, una doble IPA con más alcohol y más lúpulo. Pero no adelantemos acontecimientos, ya que por el momento toca disfrutar de esta cerveza con una graduación alcohólica del 6% y toques a naranja, que se reflejan en el etiquetado que representa el icónico skyline de Barcelona.