Taittinger, un ‘champagne’ para el mundo

Un champagne para el mundo
Fotografía cortesía de Taittinger
Para hacer un buen champagne no solamente hace falta una buena uva, también unos procesos de elaboración sumamente cuidados y un conocimiento extraordinario de las vides. El Brut Réserve, de Taittinger, es precisamente un resultado de tal ecuación.
Por Toni Castillo
30 de mayo de 2014

La sofisticación de una copa de buen champagne burbujeante, de tono dorado y frescor elegante empieza en las viñas más septentrionales de Francia, treinta y cuatro mil hectáreas entre las regiones vinícolas galas de Côte des Blancs, Montagne de Reims, Vallée de la Marne y Côte des Bar. El conocimiento consolidado de las tierras, la observación continúa de la viña, la escucha de las vides y la pasión por el champán son el secreto de los artesanos de este vino espumoso.

Porque artesanos es el adjetivo que emplean en casas como la Taittinger para definirse, artesanos del champagne que cuidan la viña desde que es solamente un tronco curvilíneo, sin hojas ni atisbo de vida en pleno invierno hasta que, conforme llega la primavera, el verano y el otoño, muestra sus verdes hojas y desarrolla las uvas en los racimos que a las puertas del equinoccio de la estación marronácea serán recolectados.

Un champagne para el mundo - imagen 2Fotografía cortesía de Taittinger

Tras ser seleccionados, pesados, identificados e inscritos en un registro, las uvas son prensadas esmeradamente en las bodegas y el mosto resultante es llevado a la sala de fermentación, donde cada uno es aislado por procedencia y variedad hasta ser elegida la composición y expresión que cada espumoso deberá tener a su finalización. Primero viene la inicial fermentación en cubas, como se hace con cualquier vino, y más tarde la segunda, realizada en botella con la adición de azúcares y levaduras. El buen hacer de los artesanos del champagne y el tiempo harán el resto con referencias como el Brut Réserve, el buque insignia de Taittinger.

Un champagne para el mundo - imagen 3Fotografía cortesía de Taittinger

Compuesto al 40 % por chardonnay, la variedad emblema de la bodega francesa, y al 60 por pinot noir y pinoy meunier, este champagne disfruta de una personalidad única entre los grandes sin añada gracias a la importante proporción de la primera uva, algo poco común, y la crianza en bodega de tres a cuatro años, pensada para su refinamiento; todo esto obra en él una madurez aromática sin igual y un equilibro singular en su clase.

Capa brillante, amarillo pajizo dorado, burbujas finas, espuma discreta y persistente a la vista; notas afrutadas, a vainilla y flores blancas en nariz; con armonía, frescura y pinceladas frutales y a miel en boca componen su degustación.

Un champagne para el mundo - imagen 4Fotografía cortesía de Taittinger

Esta armoniosa conjugación de variedades, procesos de elaboración y cualidades han convertido al Taittinger Brut Réserve en uno de los estandartes de la casa y uno de los mejores champanes que existen siendo este año escogido, para más orgullo, como el champagne oficial de la Copa del Mundo de la FIFA 2014 por la Fédération Internationale de Football Association. El espumoso, que vestirá una etiqueta especialmente diseñada para la ocasión y será renombrado como Taittinger Brut Réserve Collector 2014 FIFA World Cup, se servirá en Brasil a los más importantes invitados del organismo rector del fútbol mundial.