Trasantier Verdejo Serrana, el pasado de Cáceres

Botella de Trasantier Verdejo Serrana
La Chinata
En plena Sierra de Gata, Cáceres, se encuentra uno de los proyectos mas interesantes últimamente. Juan Manuel Recuero trae su pasion por los vinos de antaño a Villamiel para recuperar varietales y vinificaciones del pasado.
Por Óscar Soneira
10 de diciembre de 2021
Vinos

¡Hola peñuqui*! ¿Como estáis?, ¿Todo bien? Espero que sí, aunque si la respuesta es negativa, sabed que me la trae un poco al pairo, ya que para desgracias ya tenemos unas cuantas D.O. en España, así que vuestras little disgraces from first world nos las ahorramos. Y si no, las ahogamos en vino que para eso estáis en esta cita casi semanal de Bon Viveur.

Hoy os traigo el vino Trasantier Verdejo Serrana. Arrancamos fuerte con el naming. Antier quiere decir anteayer en el castellano llano, es decir que, si hoy es miércoles, ayer fue martes y anteayer lunes. Antes del ayer. Ojo que todo esto lo veo venir, nos lleva a los vinos de crianza paradojal, pero sigamos con el relato.

El culpable de este peculiar y no menos bonito naming es Jesús Manuel Recuero. Jesús es toledano de nacimiento, viticultor de sangre y culo inquieto de proyectos. Su base es la bodega familiar, Bodegas Recuero en Villanueva de Alcardete, Toledo. Pero los vinos de Antier nos desplazan a la Sierra de Gata, en Cáceres, siendo el pueblo de Villamiel la sede oficial. El tema es que Jesús es un hombre al que le mola mirar al pasado: elaborar vinos siendo respetuoso con la tierra, interviniendo lo mínimo en su elaboración y recuperar tanto varietales como vinos autóctonos. Todo ello hace que sus vinos vuelvan a la esencia de antaño, a aquellos que fueron elaborados por nuestros antecesores. De ahí, lo de antier. Y he aquí donde aparece la paradoja: si los vinos de ahora son los de ayer, los de ayer son los de ahora, lo cual indica que estoy bebiendo vinos jóvenes con una crianza paradojal. Vinos que se forjaron en el pasado y no es hasta ahora que salen a la luz.

Es broma, todo es más fácil. La premisa puesta en marcha por Jesús es la de que cualquier tiempo pasado es mejor. Siendo todo un poco cliché, en este caso es fácil de explicar. La industrialización del vino junto a un capitalismo desbordante ha creado un tipo de vinificación que no a todo el mundo convence y, es por esto por lo que tenemos a viñadores como los Recuero, volviendo tras los pasos perdidos y haciendo vinos fetén.

Viva imagen de todo esto es Trasantier Verdejo Serrana. Un vino que recupera un varietal de la zona, la Verdejo Serrana. Nada tiene ésta que ver con la Verdejo en Rueda, más bien es el nombre que recibe la Rufete blanca allí. Cosa que, de llamarla así, facilitaría mucho menos la confusión** con la archiconocida reina de Rueda, pero ¡eh! ¿Quién soy yo para corregir? Por favor. Pues este vino de Verdejo Serrana aprovecha la zona, suelo de granito a 800 metros de altitud en la Sierra de Gata, fermentado en hormigón con los hollejos para aportar carácter. Y lo consiguen. Un vino blanco estructurado, herbáceo, floral y ágil. Sorprende la acidez del vino, no llegando a ser cortante pero sí aportando frescura, cosa que, al conjunto estructurado y de marcado carácter vegetal, es de agradecer. Claro que hay fruta, pero discretamente, apreciándose la fruta de hueso. Gran vino que por cuatro reales o medio Bitcoin hará las delicias de todos. Grata sorpresa la que me dio. Ya sabéis chicas, no dejéis pasar la oportunidad. Menos es más y, este vino sube puntos en el carnet winelover.

*Coloquialismo catalán. Peñuqui, del coloquial Penya. Agrupación o conjunto de personas. Es más bien un catalanismo cuqui muy utilizado por los barceloneses, en los cuales me incluyo, nos hace parecer más imbéciles de lo que somos. Pero todo esto es dicho desde el cariño y sin acritud alguna.

**En Vivino o lo que viene siendo el forocoches del vino, siguen pensando que es Verdejo. Que no les voy a acusar de nada, pero la rigurosidad de las cosas si eso ya, se las dejamos a los profesionales, ¿verdad Vivino?