Luís Pato Vinhas Velhas Baga, del inconformismo a la revolución

Botella de Vinhas Velhas Baga de Luís Pato
Bodega Luís Pato
Si a nivel mundial vínico nombras a Luís Pato, las palabras de tu o tus interlocutores serán en su gran mayoría unánimes. Es un grande entre los grandes, punta de lanza no tan solo en Bairrada sino en Portugal. Veamos con Vinhas Velhas porqué esta figura es tan importante en el sector.
Por Óscar Soneira
04 de marzo de 2022
Vinos

¡Hola de nuevo mis queridísimas lectoras! Hoy tenemos un fantabuloso vino de un no menos fantabuloso viñador. Don Luís Pato, de quien no pasaré a desvelar nada hasta llegadas unas líneas más abajo. Pero como sucede a veces In My Mind, hago sinapsis estúpidas y el apellido de este hombre me trae a la mente esa gran canción que es O Pato. Joao Gilberto es el increíble creador de esta tonada en Bossa-nova tan chipiritifláutica. Subid el volumen a todo trapo que con ella damos introducción a un nuevo vino: Vinhas Velhas Baga, el tintazo del señor Luis Pato, qüem, qüem. Adelante intro:

O pato

Vinha cantando alegremente, qüem, qüem,

Quando un marreco sorridente pediu

Para entrar tambén no samba, no samba

Soy poco mitómano, pero lo de Mr. Pato llega a cotas de leyenda o fantasía. Para mí es algo cercano a un alquimista, rayando la excelencia en toda pócima que crea. No le conozco vino malo, y lo digo desde el rigor más estricto y la mirada más crítica posible. Ninguno raya la mediocridad, el tipo toca todos los palos y cada uno de ellos está jodidamente bien hecho. En pocas palabras y para los más boomers como yo, es como el puñetero David Bowie de los vinos. Lo siento por los millennials, youtubers o tiktokers, pero por desgracia no tenéis ningún comparativo en este aspecto, como mucho os puedo decir que se compara a… Nah, no tenéis nada. Sigamos.

¿Pero quién es Luís Pato?

Luís Pato es un viñador portugués con una tradición vinícola a las espaldas enorme. Ya se habla de que la familia Pato, en la bodega Quinta do Ribeirinho viene haciendo vinos desde entre el 1300 y 1400 más o menos. Perteneciente antiguamente a la DOC Bairrada (una denominación que se extiende desde Aveiro a Coimbra para simplificar) hoy día Luís Pato ya no pertenece a ella. He de suponer que esto viene dado por ese marcado carácter inconformista del que siempre hablan y ha hecho gala. Este carácter dice le viene de su padre, Joao Pato, el pionero en hacer vinos en Bairrada. Aunque pensando bien, Luís Pato no me parece un tipo inconformista, sino más bien ese tipo de genios con necesidad de crear. Es normal que en un país donde lo establecido es norma, un tipo que no para quieto con los vinos sea un inconformista. Pero esto mismo podríamos decir de mucha gente y llevar sus ideas a cabo, abarcando toda tipología de vinos que se cuecen en su cabeza, no es otra cosa que inquietud en su mundo. Esto lo convierte más bien en un revolucionario, cansado quizá de tanto reaccionario en la zona. Sea como fuere el tipo lo peta mucho. Para entender bien su mundo, hemos de hablar de un hombre que hizo su primer vino de Baga. La casta de nuestro vino, aunque éste proviene de otra de sus inquietudes, conocer el pasado. Para esto plantó Baga en pie franco, conociendo así los vinos prefiloxéricos y dando lugar al primer Vinhas Velhas de Baga. Pero no todo queda ahí, que el tipo no para de comprar viñas, siendo Vinha Formal una de las más conocidas. Ahí mismo hizo otras maravillas, primero vendimió a principios de agosto para hacer un espumoso y después vendimió a finales de septiembre para un tinto más concentrado. El Vinha Formal tinto es de lo más elegante que me he podido echar a la boca, pero es que esa primera cosecha del espumoso, salido en 2008 la he probado también, y perdonadme, pero el cabronazo hace un jodido vino como el Olimpo. ¡La virgen, qué vinazo!

Vinhas Velhas Baga. La clase. Como hemos visto éste nació de la inquietud de Luís, el cual en vez de injertar Baga en pie americano, plantó pie franco para ver como eran los vinos de antaño. Sinceramente, desconozco la diferencia entre como actúa un pie americano con injerto contra un pie franco, y si las uvas se comportan de forma diferente. Claro es que la vitis vinífera europea difiere de la americana, pero lo dicho, mi conocimiento llega hasta aquí. Lo que sí puedo aseverar es que el Vinhas Velhas es un vino increíble. Uno de mis favoritos en cuanto a tintos se refiere. Tiene lo que últimamente busco en ellos: estructura, poca madera, frescura, tanino suave y una extracción muy por debajo de la media española, lo cual no es muy difícil. Es un vino con personalidad, no hay vez que lo comparta y sugiera algo, casi siempre positivo. Su fruta, entre joven y asilvestrada, notas de especias y un ligero tanino, producen una sensación agradable. El trago es limpio, casi vertical, pero al poco abre y expande en boca. No es agresivo, es un embaucador que a fuerza de bonitas notas te lleva a su lado. La frescura que precede al trago hace de él un excelente compañero de tertulia, pues puedes repetir sin llegar a cansar el paladar, pero ¡ojo! No nos pensemos que va a acabar ahí. Si en vez de hablar quisiéramos acompañar algún plato, no se arruga frente a nada y, es más, de carnes que siempre se le han dado bien a los tintos, unos buenos callos o un Pak Choi, saldrá airoso. Versatilidad la de este tinto de la mano de un… sí, digamos inconformista viñador.