La Chouffe, la cerveza belga del gnomo de sombrero rojo

Botella de La Chouffe sobre mesa de madera y cuatro copas de cerveza
Brasserie d'Achouffe
En el corazón de Las Ardenas se encuentra Brasserie d’Achouffe, el lugar donde se fabrica la mítica La Chouffe, una cerveza rubia belga conocida por el gnomo que decora su etiqueta.
Por Antony Peel
31 de mayo de 2018
Cervezas

Como ya sabréis, Las Ardenas es una región boscosa de Bélgica conocida por albergar una de las batallas más cruentas de la Segunda Guerra Mundial. Ahí podemos encontrar el pequeño municipio de Houffalize, un pintoresco lugar que también jugó un papel importante en el conflicto armado pues fue donde se encontraron los generales Montgomery y Patton para intentar contraatacar a las fuerzas germanas presentes en la zona.

Pero en ese mismo municipio, concretamente en el pueblo de Achouffe, se ha desarrollado otra historia mucho más alegre a la par que reciente que podemos bautizar como La Historia Chouffe. Aunque quizás nos convendría referirnos a ella más bien como un cuento de hadas por la presencia y el protagonismo de sus gnomos, duendes y elfos, los pequeños personajes fantásticos que habitan en los bosques de Las Ardenas, según cuentan las leyendas.

Esta historia comienza a finales de los años 70 cuando los cuñados Pierre Gobron y Chris Bauweraerts decidieron elaborar y comercializar su propia cerveza. Con un presupuesto bastante bajo para tal empresa, apenas 5.000 euros, ambos lograron producir su primer lote de 49 litros el 27 de agosto 1982. Lo que comenzó como un hobby algo caro, pero simple afición a fin de cuentas, pronto se convirtió en algo más profesional cuando decidieron dejar atrás la producción a pequeña escala para dedicarse plenamente a esta actividad.

Adoptando el típico gnomo de la región con su característico sombrero rojo como emblema, fundaron la Brasserie d’Achouffe y comenzaron su expansión internacional, primero llegando a su vecina Holanda y posteriormente alcanzando un total de 40 países entre los que obviamente se encuentra España. Tal fue su crecimiento como cervecera que en 2006 Pierre y Chris decidieron vender su parte y dejar el destino de la empresa en manos de la gigante Duvel Moortgat, propietaria de marcas de cerveza de cierto renombre como la propia Duvel, Maredsous, De Koninck o Firestone Walker.

Cerveza La Chouffe, el secreto mejor guardado de Las Ardenas

Vista de la fábrica de Brasserie d'AchouffeBrasserie d'Achouffe

A pesar de la adquisición por parte de Moortgat, la fábrica de Achouffe sigue en su emplazamiento original en un entorno idílico, un lugar de obligada visita para cualquier aficionado cervecero de viaje por Valonia que podrá conocer de cerca la historia y el proceso de elaboración de sus cervezas, degustarlas in situ e incluso maridarlas en alguno de los restaurantes adjuntos. Esas cervezas son siete: McChouffe, Houblon Chouffe, N’Ice Chouffe, Cherry Chouffe, Chouffe Soleil, Bok Chouffe y La Chouffe.

Precisamente, esta última es el estandarte de la marca, la cerveza original con la que empezó todo y que a día de hoy sigue siendo su producto más vendido. Se trata de una cerveza rubia especial de alta fermentación de estilo Belgian Blonde Ale, con segunda fermentación en botella y una graduación alcohólica del 8%. Una cerveza sin filtrar, fuerte y potente que sin embargo se bebe prácticamente sola.

Esa facilidad para su ingesta posiblemente se deba a su carácter afrutado y especiado, con notas a cilantro, que combina a la perfección el dulzor de las cervezas belgas y el amargor de su abundante lúpulo. De esta manera se convierte en una cerveza ideal para acompañar un picoteo o para maridar con alguna comida más contundente, especialmente aquellas que incluyen carnes blancas, pescados y verduras, aunque también es perfecta para tomar como postre pues los restos de la levadura sobrante de la segunda fermentación pueden actuar de digestivo.

La leyenda cuenta que se trata de la cerveza favorita de los gnomos de la zona, la bebida que les alegra la vida. Estos gnomos habrían guardado su receta celosamente hasta que un buen día decidieron compartirla con el hombre en señal de buena fe y amistad. Sea cierto o no, a día de hoy no sólo es la cerveza favorita de un puñado de seres fantásticos, sino también de muchos consumidores de todo el mundo, incluyendo los jueces de los World Beer Awards que le otorgaron una medalla de plata en 2016 a la que se suma su medalla de bronce en el World Beer Idol. Sin duda, una de las mejores cervezas belgas que podemos llegar a degustar.